Capítulo 25

Capítulo 25: Sol, agua y confesiones

El primer día en Maldivas amaneció con un cielo despejado y una brisa cálida que acariciaba la piel como si el mundo estuviera pidiendo perdón por todo lo anterior. Suzy se despertó con el sonido del agua bajo el bungalow y el aroma a mango que llegaba desde la cocina del resort.

Jackson ya estaba despierto, en la terraza, con una camisa abierta y los pies descalzos. Tocaba acordes suaves en su guitarra, mirando el horizonte.

—¿Estás componiendo? —preguntó Suzy, acercándose con el cabello aún revuelto por el sueño.

—Estoy recordando. Cómo suena la paz.

Suzy se sentó a su lado, apoyando la cabeza en su hombro.

—¿Y cómo suena?

—Como tu risa cuando te caes en el agua.

Suzy rió.

—Eso fue una vez. Y fue culpa tuya.

—Fue arte.

Horas después, estaban en la playa. Arena blanca, agua turquesa, y casi nadie alrededor. Jackson llevaba un short azul y gafas oscuras. Suzy, un bikini sencillo y un pareo que se deslizaba con el viento.

—¿Listos para la guerra? —preguntó Jackson, sosteniendo una pistola de agua.

—¿Crees que puedes ganarme? —respondió Suzy, con otra pistola en mano.

La batalla fue épica. Risas, carreras, caídas en la arena. Jackson fingía rendirse solo para atacar por sorpresa. Suzy se vengaba con chorros directos al rostro. Al final, ambos terminaron tumbados en la orilla, empapados, jadeando de risa.

—Esto es lo mejor que me ha pasado en meses —dijo Jackson, mirando el cielo.

—Esto es lo más libre que me he sentido en años —respondió Suzy.

Jackson se giró hacia ella.

—¿Te da miedo volver?

Suzy pensó un momento.

—Sí. Pero menos que antes. Porque ahora sé que no estoy sola.

Jackson la tomó de la mano.

—Nunca lo estuviste.

***

Esa noche, cenaron en una mesa sobre el agua, con velas flotantes y música suave. Suzy llevaba un vestido rojo que contrastaba con el azul del mar. Jackson no dejaba de mirarla.

—¿Qué? —preguntó ella, sonriendo.

—Estoy tratando de memorizarte. Por si alguna vez me falta el aire.

Suzy se inclinó.

—Entonces respira hondo. Porque estoy aquí.

La cena fue ligera, deliciosa. Mariscos, frutas, vino blanco. Y luego, una conversación que se volvió más profunda.

—¿Qué significa para ti amar sin miedo? —preguntó Suzy.

Jackson pensó un momento.

—Significa no esconderme. No protegerme de ti. No pensar en el “qué pasará” sino en el “qué está pasando”.

Suzy lo miró.

—¿Y qué está pasando?

Jackson tomó su mano.

—Me estoy enamorando más. Cada minuto. Cada gesto. Cada palabra.

Suzy sonrió. Luego se levantó, caminó hacia el borde de la terraza, y se quedó mirando el mar.

Jackson la siguió. Pero antes de que pudiera abrazarla, un hombre se acercó desde otra mesa.

Alto, bronceado, sonrisa encantadora.

—Disculpa —le dijo a Suzy, ignorando por completo a Jackson—. No pude evitar notar lo hermosa que eres. ¿Te gustaría salir conmigo mañana? Hay una excursión en barco. Podríamos conocernos mejor.

Suzy parpadeó, sorprendida.

Jackson se quedó quieto. La mandíbula tensa. Los ojos fijos en el hombre.

Suzy sonrió, educada.

—Gracias, pero estoy acompañada.

El hombre miró a Jackson como si recién lo notara.

—¿Él?

Jackson dio un paso adelante.

—Sí. Yo. El tipo que está tratando de no romperle la cara a un turista imprudente.

El hombre levantó las manos, riendo.

—Tranquilo, amigo. Solo preguntaba.

Se alejó.

Suzy miró a Jackson. Él estaba serio, los ojos oscuros.

—¿Estás bien?

Jackson la miró.

—No. Estoy celoso. Y me siento ridículo.

Suzy se acercó, lo abrazó.

—No eres ridículo. Eres mío. Y eso no cambia por una sonrisa ajena.

Jackson la besó. Largo. Intenso. Como si el mar pudiera tragarse todo menos ese momento.

UUFFF, Jackson celoso, joder si.

Espero que esten disfrutando estos capitulos, probablemente mañana termine de subir la historia completa :) de nada.