Mr. Love

Capítulo 38. Final

Capítulo 38: Y aún nos elegimos

Ocho meses habían pasado desde la boda. Desde la carta, los votos, la canción bajo las luces del jardín. Seis meses desde que decidieron que el amor no se grita, se vive.

La pastelería estaba más viva que nunca. Suzy había redecorado el lugar con tonos lavanda y madera clara. En una esquina, había una estantería con ejemplares de su libro: “Recetas para cuando el alma tiembla”. Cada copia tenía una dedicatoria escrita a mano. La primera edición se había agotado en tres días.

Jackson, por su parte, había lanzado su nuevo álbum: “A la misma hora”. Catorce canciones. Todas inspiradas en su historia con Suzy. Letras que hablaban de miedo, ternura, resistencia y hogar. El álbum no fue número uno. Pero fue el más comentado. El más sentido. El más real.

Esa tarde, la pastelería estaba cerrada al público. Solo amigos, familia, el equipo que los había acompañado desde el principio. Marina estaba ahí, con una copa de vino. Alan, con una sonrisa orgullosa. La madre de Suzy, con lágrimas discretas. El padre de Suzy, recuperado, sentado en una silla cerca del mostrador.

Jackson tocaba la guitarra en el rincón. Suzy decoraba galletas con forma de estrellas.

—¿Sabes qué día es hoy? —preguntó Jackson.

Suzy lo miró.

—¿Nuestro aniversario de ocho meses?

—Sí. Y también el día en que todo empezó a cambiar.

Suzy se acercó, le entregó una galleta.

—¿Y qué sigue?

Jackson la miró.

—Seguir eligiéndonos. Cada día. Incluso cuando no sea fácil.

Suzy lo besó.

—Entonces elijo seguir escribiendo. Y tú sigues cantando.

Jackson sonrió.

—Y juntos seguimos cocinando el amor.

La fiesta fue sencilla. Música suave, pasteles compartidos, abrazos sinceros. Nadie preguntó por el escándalo. Nadie mencionó a Clara. Porque ya no importaba. Lo que importaba era lo que habían construido.

Al final, Jackson se subió a una pequeña tarima improvisada.

—Gracias por estar aquí. Por creer en nosotros. Por sostenernos cuando todo temblaba.

Suzy se acercó, tomó el micrófono.

—Y gracias por permitirnos ser reales. No perfectos. Solo nosotros.

Jackson la miró.

—¿Quieres cantar conmigo?

Suzy asintió.

Cantaron “A la misma hora” juntos. Por primera vez. Y cuando terminaron, el silencio fue más elocuente que cualquier aplauso.

Esa noche, en casa, Suzy se tumbó en el sofá con una manta y una taza de té. Jackson se sentó a su lado, con la guitarra en el regazo.

—¿Estás feliz? —preguntó él.

Suzy lo miró.

—Estoy en paz. Y eso es más que felicidad.

Jackson la abrazó.

—Entonces que el mundo siga girando. Nosotros ya encontramos el centro.

Suzy cerró los ojos.

—Y aún nos elegimos.

FIN

¡¡¡Muchas gracias por leer hasta el final, todavia me falta por subir un epilogo y como tres extras, pero muchas gracias!!!




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