Mr. Love

Extra 3

Extra 4: La noche que lo dijo

La casa olía a albahaca y ajo dorado. Jackson estaba en la cocina, concentrado como si estuviera grabando un álbum. Frente a él, una sartén burbujeaba con una salsa cremosa que había seguido al pie de la letra de un tutorial que Suzy le había impreso semanas atrás.

—¿Estás seguro de que no es postre disfrazado? —preguntó Suzy desde la sala, con una sonrisa burlona.

—Esta vez no. Es pasta con salsa blanca, champiñones y espinaca. Y no tiene ni una pizca de azúcar —respondió Jackson, orgulloso.

Nicole estaba sentada en el suelo, rodeada de peluches, hojeando un libro de cartón con dibujos de animales. Suzy, en el sillón, leía en voz alta un capítulo de “La galleta que cantaba”, su cuento favorito.

—“…y entonces la galleta dijo: ‘No me comas, tengo una canción que aún no he terminado.’” —leyó Suzy, con voz teatral.

Nicole rió, aplaudiendo.

—¡La galleta canta como papá!

Jackson sirvió los platos con cuidado, decorando con perejil como si fuera una obra de arte.

—Cena lista. Y esta vez… no es pizza congelada.

Suzy probó el primer bocado. Cerró los ojos.

—Jackson Hall… esto está delicioso.

Jackson levantó los brazos como si hubiera ganado un Grammy.

—¡Lo logré! ¡Un platillo salado que no sabe a pastel!

Nicole se acercó, tomó su tenedor con torpeza, y empezó a comer. Luego se detuvo. Miró a sus padres. Su expresión cambió. Se puso seria. Como si algo importante estuviera por salir.

—Papá… Mamá…

Suzy y Jackson se miraron.

—¿Sí, amor? —preguntó Suzy.

Nicole los miró con sus ojos grandes, brillantes.

—Los amo.

El silencio fue absoluto. Luego, Jackson soltó el tenedor. Suzy se llevó una mano al pecho.

—¿Qué dijiste, mi vida? —susurró Suzy.

Nicole repitió, más segura.

—Los amo. Mucho.

Jackson se levantó, la abrazó. Suzy se unió. Los tres se quedaron enredados en un abrazo que no necesitaba explicación.

Jackson susurró:

—Este es el mejor sonido que he escuchado. Y no viene de una guitarra.

Suzy besó la frente de Nicole.

—Y es la palabra que hace que todo valga la pena.

Esa noche, después de acostar a Nicole, Suzy se sentó con su laptop. Abrió un nuevo documento. En la primera línea escribió:

“La maternidad no es perfecta. Es caos, es miedo, es betún en las partituras.
Pero cuando tu hija te dice que te ama… sabes que todo lo demás fue solo el prólogo.”

Jackson se acercó, leyó por encima de su hombro.

—¿Nuevo libro?

Suzy asintió.

—Nuevo capítulo. Nueva canción. Nueva vida.

Jackson la abrazó.

—Entonces sigamos escribiendo. Juntos.

FIN DE LOS EXTRAS.

¡¡Nuevamente muchas gracias por haber llegado hasta este capitulo final y con este extra cierro el libro de Suzy Y Jackson!!!

¡¡¡Gracias por leer!!!




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