Prólogo

Min Ho

Muchas personas viven felices junto a sus parejas, algunas hasta mantienen oculta su relación, pero se puede ver a simple vista la realidad detrás. 

Y aquí me encuentro yo, escuchando una vez más aquella historia de cómo mi mejor amigo se encontró al que él llama "el amor de su vida".

Si tan solo aquel chico no sea un idiota, tal vez lo apoyaría en esto, pero como claramente no es el caso, no lo hago. 

Si se lo preguntaban, no tengo pareja, ni tampoco tengo planes de tenerla, simplemente me gusta admirar las relaciones de los demás y desear que una así me llegue, pero cuando alguien a penas muestra un poco de interés en mí, automáticamente me alejo. 

Me gusta shippear a las personas, no formar parte de un shipp.

Prefiero simplemente ser feliz admirando el amor ajeno. 

—En serio, no puedo creer que vayamos a ir a la misma Universidad —Admite Suk, suelto un suspiro y ruedo los ojos. 

—Si tanto te gusta, ¿por qué no le hablas? —Cuestiono, alzando el ceño pero con la mirada fija en el teléfono. 

Nos encontramos sentados en una banca de la plaza a la cual siempre venimos, el día de mañana comenzaremos la Universidad, y aunque ya tengamos todo preparado para compartir habitación, el hecho de estar aquí me pone un tanto nervioso. 

Prefiero reconfirmar un millón de veces que tengo todo completamente ordenado a que solo hacerlo una y olvidarme de algo. 

—Deja de mirar vídeos de BTS y préstame atención —Pide, al ver que me encuentro viendo vídeos de ellos en mi teléfono. 

Miro a Suk y él me sonríe de lado, su cabello es negro, al igual que sus ojos, sus labios son delgados y a pesar de ser delgado, mantiene un buen físico. 

Es uno de los chicos más lindos que conozco, pero lo nuestro nunca va a ir más allá de la amistad, por algo simple: sé absolutamente todo de él, y él de mí. 

Si por ejemplo un día quisieramos sorprender al otro con algo, no sería sorpresa, ya que posiblemente el otro se lo espere. 

Además sabemos que piensa el otro a la perfección, y eso puede ser un arma de doble filo a veces. 

Suk es como un hermano para mí, y con eso me encuentro verdaderamente bien.

—En serio, Min, ese chico me gusta demasiado —Me recuerda, asiento con la cabeza. 

—Bien, pero ahora respondeme, ¿cómo esperas que pase algo si no le hablas? —Le cuestiono, el chico bufa. 

A diferencia de él, mi cabello es ligeramente castaño oscuro, y mis ojos marrones, mis labios son gruesos y sí, soy igual de delgado que el chico a mi lado. 

—Es ahí donde entras tú —Avisa, tocando mi cabello, ruedo los ojos mientras me separo y él ríe—. Min, por favor. 

—No —Aviso, él suspira. 

—¿Y si jugamos a piedra, papel o tijera? —Cuestiona. 

En cualquier otro momento le diría que es algo realmente infantil, pero... no soy del todo maduro, y me gustan los retos.

—Si pierdes dejarás de molestarme con Kwan, y el día de mañana ni siquiera me lo nombrarás —Aviso, Suk asiente sonriente. 

—Y si tu pierdes deberás shippearme con él y hacer todo lo posible para que se acerque a mí —Asegura, asiento y después me doy cuenta de mi elección, por lo cual me retracto—. Ay, vamos, ¿acaso tienes miedo de perder? 

Lo miro mal y después niego, suspirando y preparándome para jugar con él. 

Simple, solamente debía ganarle tres veces para hacer que todo esto termine. 

Y ojo, no quiero decir que soy un aguafiestas por querer que mi amigo deje de estar enamorado de aquel chico, es que no me cae para nada bien. 

Siempre que lo veo se encuentra mirando mal a todos, tiene dos amigos y ni siquiera sé cómo pueden juntarse con él, ellos sí son buena onda. 

Además, varias chicas se le han declarado y he visto cómo las ha rechazado. 

No es para nada amable. 

Es un idiota. 

—Me pregunto si nuestros seniors serán lindos —Habla Suk, rodeo los ojos y él ríe—. A ti no te llama la atención nadie, a menos de que sea cantante o integrante de un shipp que te guste. 

No fallas en esa lógica. 

—Seremos Juniors, no debemos fijarnos en mayores que nosotros —Aclaro, mi amigo a mi lado ríe. 

—Los doramas no dicen lo mismo, tú más que nadie debería saberlo —Responde, aprieto mis labios y asiento, dándole la razón. 

—Bueno, jueguemos —Suk asiente y comenzamos.

Al comenzar creí que ganaría, pero cuando en la última jugada de vida que me quedaba él puso piedra y yo tijera, me di cuenta de que había clavado mi propia tumba. 

Observo a mi amigo festejar y suspiro. 

—Desde ahora, deberás acercarte a este chico —Dice, mostrándome una foto en la cual aparece Kwan. 

—Tienes su instagram, ¿y no le hablas? —Cuestiono, Suk asiente. 

—Pero todo será mejor cuando tú me ayudes —Avisa, intentando darme confianza. 

—Bien, qué más da, solo te digo que si se comporta muy idiota me alejaré de él —Aclaro, mi amigo asiente demostrando su felicidad por haber ganado. 

Solamente debo shippearlo con el chico que me cae mal y demostrarle que es un idiota, ¿qué podría salir mal?