Mr. Shipper

Capítulo 5

Min Ho

Un batido de leche rosa es lo que generalmente alegra mis días a decir verdad, no sé por qué pero esto me llama tanto mi atención que si no compro al menos uno durante el día siento que me falta algo. 

Tal vez solo estoy un tanto obsesionado con esto. 

—Ni que fuera cafeína —Dice Suk, cuando le cuento de lo que siento en la mesa del lugar. 

Ruedo los ojos y asiento con la cabeza. 

—Pero sí es rica —Agrega, bebiendo de su vaso también. 

Observo como mi prima, Suni, se acerca a nosotros con una sonrisa y se sienta a nuestro lado. 

—¿Cómo les está yendo en su primer día? —Cuestiona, los dos asentimos. 

—Bastante bien, ¿y a ti? —Inquiero, ella sonríe. 

—Bien por suerte, por cierto, ¿tu eres Suk, cierto? —Le pregunta al chico que se encuentra delante de nosotros, del otro extremo de la mesa. 

Mi amigo se dispone a asentir con la cabeza con una leve sonrisa. 

—Mucho gusto, soy la prima de Min —Se presenta, Suk abre la boca sorprendido. 

—No son nada parecidos —Comienza, la chica ríe—. En serio, tu eres linda y pareces amigable, y él bueno... 

—¡Oye! Yo soy muy amigable —Aviso, los otros dos presentes comienzan a reír—. Y dime, Suni, ¿hoy no trabajas? 

—No, trabajaré aquí solo los días que no tenga clases o los horarios libres, mientras tanto está mi amiga —Dice, señalando a la chica que se encuentra del otro lado del mostrador—. Es como una hermana para mí, pero no se lo digan porque sino se pone sentimental. 

—Oh, entiendo, es como Suk y yo, ¿cierto, amigo? —Inquiero, el chico se mantiene en silencio y solo se dispone a asentir con la cabeza.

—Me alegra que hayas logrado conseguir un amigo —Avisa mi prima, aunque logro notar burla en su tono. 

¿Por qué hoy todos se burlan de mí? ¿qué tengo? ¿cara de payaso? 

Además, para empeorar la situación, a penas siento la puerta del local abrirse sé de quién se trata. 

Miro a mi amigo y este se encuentra bastante entretenido mirando hacia detrás de mí. 

—Vaya, veo que nos volvemos a encontrar —Dice Kwan, apareciendo a nuestro lado junto a su actual grupo de tres. 

—Hola —Saluda con amabilidad Jung. 

No sé por qué, pero estos dos tienen auras completamente distintas. 

Kwan por un lado irradia advertencias de peligro por todos lados, mientras tanto Jung es pura luz y bondad. 

No tengo idea cómo hicieron para llevarse bien, o mejor dicho, hablar. 

Miro a los otros dos amigos de Kwan y estos me saludan con una leve sonrisa, asiento con la cabeza saludándolos también en completo silencio y mi prima se adelanta a hablar. 

—Bueno, me iré a la mesa con mis amigas —Habla, señalando a la del otro lado del local, asiento con la cabeza y ella se despide. 

Noto como el grupo de cuatro chicos se encamina hacia el mostrador y hace sus pedidos. 

Cuando por fin creo que la paz ha regresado y ellos se irán a otra mesa, noto como Kwan se acerca a mí y se sienta a mi lado, justo donde antes se encontraba mi prima. 

El resto del grupo se sienta alrededor de la mesa y hago una mueca mirando al chico. 

—¿No era que no te sentabas con personas que te cayeran mal? —Inquiero, el chico me observa y sonríe un poco, aún con la boca cerrada. 

—¿Ves a alguien aquí el cual me caiga mal? —Pregunta, observando hacia todos lados y luego volviéndose a fijar en mí. 

—No te entiendo —Admito. 

—No necesito que lo hagas —Recalca, esperando a que la chica del local comience a entregar sus pedidos en la mesa. 

—¿Entonces qué quieres? —Pregunto, él se dispone a señalar el plato con una porción de tarta que está delante de él. 

—Comer, si no te molesta —Ruedo los ojos y él ríe levemente. 

Decido que lo mejor para pasar de mejor manera esta horrible situación es fijándome en los otros integrantes de esta escena, e ignorar al simio humano que tengo a mi lado. 

—¿Y... cómo se llaman? —Inquiero mirando a los otros dos chicos que no han hablado hasta ahora, y pertenecen al grupo de amigos de Kwan. 

—Dong y él es Bae —Inquiere uno de ellos, tiene ojos negros y piel pálida como la mía, mientras tanto el otro tiene un cabello bastante enrulado y ojos iguales de intensos. 

—Mucho gusto, soy Min Ho —Digo, y luego presento a mi amigo—. Y él es Suk. 

—Hola a ambos, un placer —Saluda el tal Bae. 

—Igualmente —Responde mi amigo Suk. 

—¿Y... cómo se conocieron ustedes? —Inquiero mirando a Jung. 

—Son compañero de habitación del señor de por ahí —Acusa, mirando a Kwan, hago una mueca y él ríe. 

—Pobre de tí, no me hago idea de lo que debe ser soportarlo —Bromeo, el chico a mi lado deja de comer y me presta atención. 

—Aunque podrías si quisieras —Admite, mientras escuchamos un "uhhh" de parte de sus amigos. 

—Voy a ir al baño, con permiso —Escucho que dice Suk, levantándose y pasando gracias a que los demás se mueven un poco. 

Le veo ir hacia el baño que hay en la tienda y entrar en él, suelto un suspiro y hago una mueca. 

—Agradecería que no me hablaras así mientras está mi amigo —Le pido a Kwan. 

—¿Por qué? —Inquiere. 

—Porque tal vez él se siente incómodo —Acuso. 

—¿Por qué? 

—Porque... puede ser que le gustes —Suelto, Kwan sonríe de lado y luego bufa—. Dices algo y te corto el pescuezo. 

—Okay, tranquilo, fiera... —Inquiere, los amigos ríen y yo ruedo los ojos. 

—Corrección, no me hables así nunca —Arreglo, Kwan asiente con la cabeza luego de terminar de comer la porción de tarta. 

—Entonces no te hablaré —Suelta. 

—Bien. 

—Bien —Termina la charla. 

Me encantaría decir que no soy de esas persona que le gusta tener la última palabra, pero estaría mintiendo. 

A penas veo que Suk regresa, hablo en susurro. 

—Bien. 

Escucho la risa de Kwan y ruedo los ojos levantándome. 

—Ya es la hora —Me recuerda mi mejor amigo, asiento con la cabeza y espero a que el chico a mi lado se mueva un poco permitiéndome el paso. 

Kwan se mueve sin rechinar y puedo pasar en completo silencio. 

—Nos vemos en clase, Jung —Digo cuando por fin estoy afuera de la mesa, el chico asiente con la cabeza y con Suk salimos del local. 

Al subirnos a las bicicletas, creo que me va a decir algo con respecto al chico que le gusta, sin embargo, se mantiene en silencio. 

Pero... no es para nada agradable. 

A pesar de el día estar realmente hermoso, el silencio que él me dedica vuelve la brisa del viento en agujas cortantes. 

Siento como si Suk se hubiera dado cuenta de lo idiota que es el chico, y realmente lamento eso, pero tarde o temprano debía suceder. 

Sin embargo, a penas llegamos al lugar y bajamos de nuestras bicicletas, intento hablarle pero este me responde de forma cortante. 

—¿Estás enojado conmigo? —Inquiero, él niega. 

—No, solo... necesito tiempo pensar —Admite, asiento con la cabeza y noto como sus ojos se encuentran cristalizados. 

Sin más decirme, Suk entra al salón de clase, dejándome completamente confundido fuera de él.



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En el texto hay: humor, chicoxchico, boylove

Editado: 19.09.2020

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