Mr. Shipper

Capítulo 15

Min Ho

Coloco la cabeza contra la ventana mientras el automóvil se pone en marcha. 

—¿Sabías que Suk quedó como candidato para Luna? —Cuestiono, Kwan abre la boca sorprendido antes de sonreír.

—¿En serio? ¿él? —Inquiere sonriente—. Que bueno. 

—Sí, seguro que ganará, aunque no lo creas sabe tocar muy bien la guitarra y su voz es realmente linda —Admito, Kwan asiente con la cabeza. 

—Me imagino que sí —Aclara. 

Me mantengo en silencio y pongo música en la lista de reproducción, sonrío al instante de encontrar BTS en esta. 

"Euphoria" comienza a sonar mientras me dispongo a cantar levemente. 

Creo que Kwan se va a burlar o algo, pero no lo hace, comienza a cantar a mi par la canción sonriente, siempre prestando atención hacia delante. 

Sonrío también, sintiéndome feliz. 

Suk ha cantado un millón de veces esta canción conmigo, porque a pesar de decir que le molesta que esté viendo cosas a cerca de ellos en vez de prestarle atención, le gusta mucho la música que hacen.

Y claro está, cómo no le va a gustar si me tiene de amigo. 

Nos movemos por el campus con el vehículo hasta que llegamos a una parte que desconozco, miro aquel pequeño local y alzo el ceño. 

—Pensé que el campus solo tenía la cafetería donde que trabaja mi prima, Suni —Admito, Kwan niega con la cabeza. 

—Yo lo encontré hoy, está bastante apartado de nuestra facultad lo que sucede —Aclara, asiento con la cabeza—. Además me dijeron que los platillos están ricos. 

—No tengo dinero —Respondo, Kwan se encoje de hombros. 

—Pago yo —Dice, saliendo del vehículo, también lo hago pero me detengo en el frente del mismo. 

—Pero no quiero quedarte debiendo —Kwan se acerca a mí. 

—Min, ¿cenaste? —Inquiere, niego con la cabeza haciendo puchero. 

—Pues, no sabrás cuándo Suk volverá a la habitación, y no cenaste, así que puedes pasar toda la noche así. Además, no me hagas sentirme mal, prefiero que me debas dinero a que no comas nada —Aclara, hago una mueca y él vuelve a sonreír—. ¿Por favor? 

Asiento con la cabeza y él da tres pequeños saltitos como si tuviera 5 años, comienzo a reír y noto que su sonrisa se agranda. 

—¿Vamos? —Inquiere, asiento con la cabeza y ambos nos encaminamos hacia allí. 

A penas entramos notamos que ya hay lugares ocupados por estudiantes, aunque agradezco que haya también algunos contra el ventanal. 

Pedimos pasta y esperamos en un lugar que encontramos disponible. 

Kwan se sienta delante de mí y sonríe, alzo el ceño. 

—¿Qué? —Cuestiono. 

—Nada, solo... eres muy lindo —Admite, siento mis mejillas arder mientras ladeo la cabeza y trato de no prestarle atención. 

A este chico solo le gusta molestarme. 

Nos traen nuestros tazones de pasta y comenzamos a comer, Kwan me observa cada tanto pero yo trato de no mantener mi mirada en él. 

—¿Puedes dejar de mirarme? Me pones nervioso —Digo luego de unos minutos, él se encoje de hombros. 

—Es lo que suelo causar en las personas —Aclara, bufo y él ríe. 

—Entonces... ¿por qué no tú? —Pregunta, alzo el ceño. 

—¿Yo qué? —Inquiero, Kwan hace una mueca. 

—Digo, ser candidato a Luna —Expresa, hago una mueca. 

—Eso no es lo mío, a decir verdad nadie me nominó porque no quería que lo hicieran. Cuando todas las miradas fueron a Suk, apoye aquello, él se lo merece mucho y estoy seguro que en el escenario podrá demostrarlo —Explico, Kwan asiente con la cabeza. 

—¿Y ahora qué tendrá? —Pregunta. 

—Pues primero estará la sesión de fotos para la página de facebook, en chicos cute de nuestra facultad ya hay muchas fotos de él por todos lados, me parece que están siendo un poco competitivos —Expreso, Kwan ríe. 

—Es lo normal, él es lindo —Admite, asiento con la cabeza. 

Sí, es lindo... ¿por qué me sentí extraño cuando lo dijo? 

—Pero tú más —Expresa, río negando. 

—Suk quería que Jung participara, seguramente lo hará de todas formas, creo que alguien debe de ir en representación del club de música —Expreso—. Si elijen a Jung podré escucharlo tocar. 

—Creo que sabe tocar el piano —Admite Kwan, abro la boca sorprendido. 

Entonces lo de aquella vez sí fue con doble sentido. 

—Digo, es mi compañero de habitación y siempre lo he visto mirando vídeos de personas tocando piano y eso, supongo que está esperando que comience el club para poder volver a practicar con él, ya que se le haría algo molesto andar cargándolo —Expresa, asiento riendo. 

—Es verdad. 

Nos mantenemos en silencio, solamente mirándonos el uno al otro. 

Noto que la mirada de Kwan baja a mis labios y siento mi corazón acelerado mientras aparto la mirada. 

Kwan simplemente sonríe y mira hacia otro lado. 

Este idiota ya se dio cuenta de lo que está comenzando a causar en mí, maldita la hora que me dio aquel beso. 

Terminamos de comer y noto como Kwan paga la cuenta, para luego así levantarnos de la mesa e irnos del local. 

Nos subimos nuevamente al vehículo, solo que noto que Kwan no me lleva a la residencia, alzo el ceño comenzando a sentir el pánico crecer y este ríe al notarlo. 

—No te haré nada, voy a mostrarte algo —Explica, niego con la cabeza. 

—Yo nunca pensé que me fueras a hacer algo —Miento, sin embargo Kwan asiente con la cabeza, aunque detecto algo de sarcasmo en su actitud.

Llegamos hasta la cancha de fútbol y alzo el ceño. 

—¿Te animas a bajarte o tienes miedo? —Inquiere, bufo y me dispongo a salir. 

Kwan también lo hace, y ambos nos encaminamos hacia allí. 

Todo se encuentra realmente alumbrado gracias a las luces, noto como Kwan se comienza a subir a la tribuna y también lo hago.

Nos sentamos ambos en la penúltima fila y nos disponemos a ver la cancha. 

—¿Crees... que pasemos la prueba? —Inquiero, Kwan alza el ceño. 

—¿En serio se te pasa por la cabeza perder? Digo, nos tenemos a mí —Explica, lo miro mal y él ríe—. Es broma, nos irá genial, Min, deja de preocuparte. 

—Solo... no golpees a nadie si me hacen daño —Pido, Kwan ladea la cabeza. 

—No prometo nada —Responde, continuo mirándolo mal y él asiente, para así mirarme—. Está bien, no le haré daño a nadie, ¿va? 

—Va —Respondo, sonriendo. 

Nos mantenemos en silencio, mirándonos el uno al otro como ya ha pasado antes en este día. 

Kwan me mira a los ojos por un momento, para luego pegar la mirada en mis labios. 

Parece dudar si acercarse por un momento, aunque al ver que no me muevo, decide continuar. 

Al momento que sus labios tocan los míos, siento todo dentro de mí vibrar.

Continuo el beso, aunque este no es para nada intenso como el primero que nos dimos en el estacionamiento de la residencia, este es uno realmente tierno. 

Me hace sentir bien. 

Kwan se separa un poco de mí antes de hablar. 

—Me gustas —Suelto, observo sus ojos y este sonríe—. Eres tan jodidamente lindo. 

Antes de que pudiera decir algo, se acerca a mí nuevamente, creando un nuevo beso. 

Me siento realmente feliz.

Nos mantenemos en la cancha por un tiempo más cuando nos separamos, hablando o simplemente sonriendo. 

Al regresar a la residencia, la mujer de recepción me da una llave que Suk dejó, seguramente habrá se habrá dado cuenta que dejé la mía en la habitación y por eso me quedé afuera. 

Kwan se encamina a su pasillo y yo al mío, nos despedimos simplemente con un saludo de manos a distancia. 

Entro a la habitación y noto que la luz de la cómoda se encuentra encendida, y Suk de espaldas a mí, acostado. 

—¿Te encuentras despierto? —Inquiero, aunque no hay respuesta—. ¿Otra vez dejaste la luz encendida en vez de apagarla. 

Suk no responde, por lo cual aún sin mirar su rostro, el cual se encuentra tapado con la almohada, apago la luz. 

Me acuesto en la cama mirando el techo y pensando en el rumbo que va tomando mi vida. 

Tal vez esto no es tan malo como pensaba.



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En el texto hay: humor, chicoxchico, boylove

Editado: 19.09.2020

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