Mr. Shipper

Capítulo 32

Suk

Camino en silencio junto a Jai, la chica trata de hacer alguna que otra broma cada tanto pero no funciona para absolutamente nada, ya que mis ojos siguen cristalizados. 

Por más que muchas veces muestre una sonrisa, sigo roto por dentro. 

No mentí en lo que le dije a Kwan, realmente Min Ho y yo no hubiera funcionado, es más que obvio que me quiere solamente como amigo, y aunque me duela es algo que hay que aceptar. 

Min nunca me podrá ver con los mismos ojos que ve a Kwan. 

—Realmente no sé qué pasó entre ustedes dos —Habla Jai, la observo y esta continua caminando, para luego mirarme—. Pero solamente te diré que si es algo que sabes que puedes superar, lo hagas. No te quedes estancado en ello, te está lastimando, lo sé porque estás a punto de llorar. 

»Los sentimientos muchas veces pueden manejarnos, pero está en cada uno qué acciones tomar con estos. 

Asiento con la cabeza y miro como el camino se divide en dos, para ir hacia la cancha y las otras residencias, o simplemente para ir hacia la cafetería y otros locales. 

—Iré a saludar a Suni, creo que a esta hora se encuentra trabajando —Digo, mi amiga asiente y me da un beso en la mejilla. 

—Piensa en lo que te dije —Avisa, antes de girarse para irse—. Y Suk. 

—¿Sí? —Inquiero ya cuando estaba a punto de comenzar a caminar, la observo y esta sonríe viéndome desde su lugar. 

—No agaches la cabeza que se te cae la corona, rey —Responde, guiñándome un ojo. 

Río y esta también lo hace, antes de encaminarse hacia las residencias. 

Definitivamente es del tipo de amigas que necesitaba en mi vida y no lo sabía. 

Camino hacia la cafetería luego de liberar un suspiro y me adentro a la misma abriendo la puerta.

Suni me sonríe al instante desde detrás de la barra y abre la boca sorprendida al verme de traje. 

—¡Que lindo estás! —Habla, sonrío al instante. 

—Gracias —Respondo. 

—¿Quieres algo? —Inquiere, niego mientras me coloco en una de las sillas disponibles contra la barra—. Mmm, ¿quieres hablar? 

Asiento con la cabeza y esta se mantiene callada, mirando hacia todos lados. Al ver que no hay absolutamente nadie, se dispone a sentarse en la silla del otro lado. 

—¿Qué sucede? —Inquiere. 

He hablado muy pocas veces con Suni, pero la chica se ha comportado verdaderamente amable conmigo, por lo cual creo que puedo hablar de esto con ella sin que se lo vaya a contar al chico. 

Porque sí, confío en Jai, pero estoy seguro de que si le hablo una mínima cosa de Jung, su lado shipper ganará y lo terminará soltando o creando cosas para que estemos más juntos. 

Además es amiga de Mali, quien también es mi amiga, parte del grupo, y una intensa shipper. 

—¿Nunca has sentido que una persona te hace recordar a otra? —Inquiero, Suni se mantiene callada esperando que prosiga—. Hace mucho tiempo conocí un chico...

—Ay, esto sí me interesa —Suelta emocionada, río levemente y noto como sonríe, esperando que cuente el chisme. 

—Nunca llegué a saber su nombre, y fue cuando era más pequeño, aunque el sentimiento que estaba sintiendo hacia él no lo era. Se fue con sus padres y nunca me pude despedir —Digo, Suni hace una mueca triste y continuo—. Pero ahora apareció otro chico, que hay muchas veces que me hace recordar al anterior, aunque físicamente no se parezcan. 

—Mmm, entiendo —Habla, para luego sonreír—. Posiblemente sea que estés sintiendo cosas similares a las cuales sentías antes. 

—¡Sí, eso! —Digo al notar que me entendió, esta ríe. 

—Mira, en este mundo hay millones y milliones de personas, pero las personas que están destinadas a estar juntas siempre estarán así, juntas —Admite, sonrío de lado y ella continua—. No digo que ese chico sea el mismo que el de tu infancia, pero genera cosas similares a las de tu primer amor, y eso ocurre muy pocas veces, casi nunca. 

»Mi consejo es que si ese chico está interesado en ti, que le des una oportunidad y veas cómo va. Al menos te va a quedar en la consciencia que lo intentaste, y no pasarás en un futuro culpándote por no haberlo hecho. 

Asiento con la cabeza sonriente y ella ríe. 

—Ahora... ¿quién es? —Inquiere—. No es mi primo, ¿cierto? 

Niego al instante y esta sonríe, alzando las cejas esperando a que saque mi teléfono. 

Le muestro una foto de Jung y al instante reacciona. 

—El chico que canta lindo —Dice feliz, asiento con la cabeza—. Se verían muy lindos juntos. 

Río y esta sonríe. 

—Uy, hablando de Roma —Suelta levantándose mientras escucho el ruído de la puerta abrirse. 

Me giro en el asiento y un Jung sonriente aparece, aún tiene puesto el uniforme escolar y a penas me ve me guiña un ojo. 

—Lindo —Dice a penas llega a mi lado, Suni libera un leve grito de emoción y Jung alza el ceño. 

Okay, creo que no fue buena idea del todo contarle. 

—¿Cómo te fue? —Pregunta Jung, sentándose en el banco a mi lado. 

—Bien, bastante bien —Admito. 

Jung asiente con la cabeza y sonríe, antes de mirar a Suni. 

—Un batido de leche rosa, por favor —Pide, la chica asiente al instante y se dispone a prepararlo. 

Jung se mantiene expectante a que se lo den, y cuando lo hacen, me lo tiende a mí. 

Agarro el vaso confundido y el chico se dispone a guiñar un ojo. 

—Para ti —Responde luego de pagar. 

Miro a Suni y esta tiene una sonrisa de oreja a oreja en el rostro. 

Disimula un poco, por favor. 

Noto por el ventanal que el día ya se encuentra cezando y el sol ya ha caído, sonrío de lado tomo un poco del batido. 

—¿Veniste aquí para...? —Inquiero, Jung sonríe nervioso. 

—Quería comprarme un batido, por eso traje solamente dinero para uno, pero te ví y preferí dártelo a ti —Admite, mis mejillas arden al instante mientras sonrío levemente sintiendo una emoción extraña recorrer mi cuerpo. 

Es la misma que sucede cuando el chico se acerca demasiado, pero esta vez es con solo unas palabras. 

¿Desde cuándo comencé a sentirme así?

—Compartimos entonces —Digo, tendiédole el batido. 

Noto como Jung sonríe antes de beber un sorbo y observarme. 

—¿Vamos? —Inquiero, asiente con la cabeza. 

—¿Ya se van? —Cuestiona al instante Suni, como si estuviera decepcionada, Jung la mira con el ceño alzado mientras asiente con la cabeza y noto como me mira a mí. 

Le sonrío levemente mientras fijo nuevamente la mirada en Suni, quien agarra su teléfono y hace como si no supiera nada. 

Salimos del local y caminamos a la par por el campus, el sol ya ha desaparecido y la luz de las estrellas está presente en el cielo. 

—Que raro que no fuiste en tu bicicleta —Habla, niega con la cabeza al instante. 

—No quería estar en bicicleta mientras Jai iba caminando, además de que ayer cuando le dije para llevarla se negó, así que preferí que ambos viniéramos y nos fuéramos caminando —Aseguro, Jung asiente con la cabeza. 

Nos mantenemos en silencio un momento hasta que el chico recuerda algo. 

—Hoy casi me escapa la verdad con Min —Suelta, alzo el ceño sintiendo mi corazón acelerado y freno el paso. 

—¿Qué? 

—Fue sin querer, igual lo arreglé al instante, no dije nada de que son primos o algo así. Al final lo que quería decirme es que ahora sabe que le gusta a Kwan —Avisa, suelto un suspiro asintiendo con la cabeza. 

—Eso lo sé —Digo volviendo a caminar, aunque con lentitud—. Hoy fue a verme Kwan, me contó lo que sucedió. 

Jung suspira caminando y lo observo, bebo un poco del batido se lo tiendo. 

—Gracias por el batido —Respondo, él niega bebiendo un poco. 

—De nada —Suelta. 

Caminamos a la par hasta que llegamos a una parte del campus en donde hay muchas flores, entre ellas rosas. 

Pequeños flashbacks del pasado aparecen en mi mente logrando que mis ojos se cristalicen. 

«—Deja de llevarme flores, tus padres te regañarán —Suelto, el chico delante de mí simplemente sonríe. 

Suspiro y este se dispone a responder. 

—¿Qué pasa? —Inquiere—. ¿No te gustan?»

No sé en qué momento he parado en seco y me he las he quedado viendo flores hasta que Jung me habla. 

—Suk —Dice, mirándome preocupado. 

Al notar que no responde simplemente me abraza, y espera que me tranquilice. 

¿Por qué esto me afecta tanto? 

Mi corazón late a una gran velocidad mientras Jung está cerca mío, y aquellos recuerdos no paran de aparecen en mi mente. 

El chico se separa y me observa desde cerca. 

—¿Qué pasa? —Inquiere, para luego ver las flores y girar nuevamente hacia mí—. ¿No te gustan? 

Quedo completamente estático mientras todo a mi alrededor parece permanecer igual. 

Es como si se tratara de una película, el zumbido en mi oído se hace presente y simplemente puedo mirar al chico delante de mí. 

Antes de que él pudiese decir algo, o incluso preguntarme algo más, me muevo lo suficiente para que nuestros labios se unan. 

Jung queda estático por unos segundos, aunque luego parece reaccionar y responde al mismo. 

Mi corazón late a gran velocidad, y aunque probablemente el chico delante no sea el mismo que el de mi infancia, este jardín de espinas ya no se siente tan vacío.



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En el texto hay: humor, chicoxchico, boylove

Editado: 19.09.2020

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