Mr. Shipper

Capítulo 38

Min Ho

Una semana ha pasado desde que los preparativos para el concurso Estrella y Luna han comenzando. 

Noto los nervios tanto en Suk como en Jai y el resto de las chicas, aunque siempre trato se brindarles mi apoyo en todo cuando puedo verlos. 

El horario de los implicados en el concurso es bastante apretado, por lo cual nos vemos relativamente poco comparado que somos del mismo campus. 

Es decir, solamente me los encuentro en la facultad y a Suni en su trabajo, aunque ahora está menos ahí porque debe ensayar. Para su buena suerte su amiga la reemplaza en aquel tiempo y no tiene problemas. 

La mayoría de mi tiempo la paso con Kwan, su compañía se ha vuelto realmente agradable, y aunque siempre esté con sus bromas, se me han vuelto cada vez más divertidas. 

Algunas veces trato de ponerle mala cara y fingir estar molesto, aunque fallo rotundamente cuando Kwan sonríe, como si eso le agradara. 

Recuerdo como hace un tiempo atrás el chico me caía realmente mal, pero con el tiempo y dándome la oportunidad de conocerlo por Suk me di cuenta que no era nada de lo que pensaba. 

Me alegra estar equivocado en ello. 

Miro al chico a mi lado y este no tarda en sonreírme, nos encontramos caminando por el campus sin ningún destino en particular, simplemente disfrutando de la compañía del otro. 

Hago una leve mueca al sentir dolor en el estómago y Kwan lo nota. 

—¿Qué te pasa? —Inquiere preocupado. 

—Tengo hambre —Digo, él me observa—. ¿Podemos ir a comer? 

Kwan frena asintiendo por lo cual debo hacerlo también, le miro y este fija su vista en un arbusto, señalándolo. 

Alzo el ceño mirando el mismo y el chico no tarda en explicar. 

—Ahí —Continua. 

—¿Qué? —Pregunto, Kwan se mantiene serio. 

—Ahí, puedes comerme —Habla, me mantengo en silencio sin ningúna expresión facial mirándolo hasta que el chico suelta una carcajada.

Trato de mantener mi reacción aunque se me hace imposible y unos segundos después ya me encuentro riendo con él. 

Caminamos nuevamente y esta vez nos dirigimos hacia la cafetería. 

Al entrar saludamos a la amiga de Suni, quien no tarda en aceptar nuestra orden. 

Según sé mi prima se encuentra en este momento en el club de música junto a Jai, Jung y Suk. Pero en realidad pasa más parte del tiempo practicando la coreografía con las chicas. 

Aunque estoy seguro que les saldrá genial.

Digo, las tres son de esas personas que siempre quieren sacar lo mejor de sí, y aunque Mali muchas veces se queje de los dolores que le causa el ejercicio, sé que está igual de emocionada que las otras dos chicas por que todo salga perfecto. 

Espero que todo lo que estén haciendo de frutos. 

—¿Cómo están Dong y Bae? —Pregunto, Kwan cierra levemente los ojos achinando los mismos antes de sonreír. 

—Debes tener cuidado cuando hagas bromas a cerca de que se gustan, es posible que sea así pero Dong no quiera admitirlo —Admite, suelto en suspiro porque ya lo noté. 

Las ordenes llegan a nuestra mesa y la chica simplemente regresa hacia detrás de la barra, nos quedamos sentados en nuestros lugares observándonos. 

—Lo sé —Digo, suspirando—. Es que no entiendo, por qué dice ser heterosexual si es obvio que se muere por él. 

—A veces demoramos en aceptar nuestros sentimientos —Habla Kwan, asiento con la cabeza antes de sonreír. 

—Pero a Bae sí le gusta, es obvio —Respondo, Kwan asiente con la cabeza—. Pero... ¿Dong no es de salir con chicas? 

—No, muy rara vez lo he visto con novias —Expresa Kwan—. Lo cual es bueno, porque así Bae no debe sufrir mucho viéndolos. La mayoría del tiempo lo pasan ellos dos juntos. 

Asiento con la cabeza y cambio de tema hacia el siguiente. 

—¿Qué sabes de Seung? —Inquiero, Kwan alza el ceño—. Digo, sé que son mejores amigos. 

Kwan ríe negando. 

—No somos mejores amigos, compartimos clase —Expresa, rodeo los ojos. 

—Es lo mismo —Exclamo, él niega y me dispongo a continuar—. Bueno, ¿qué sabes de él? 

Kwan hace una mueca pensante y luego abre la boca sorprendido. 

—Está en el equipo de fútbol —Admite, sonriente. 

—Pff... wow, que dato tan revelador —Bromeo, logrando que Kwan ría. 

Me mantengo viéndolo haciendo, sintiendo una punzada en mi corazón mientras una sonrisa aparece en mi corazón.

Parece una escena de publicidad barata, en la cual van mostrando pequeñas escenas del rostro de la persona y luego una toma general en la cual aparece una luz de muy mala calidad y una leve música tranquilizante. 

—Min —Habla Kwan, le observo sintiendo mis mejillas arder al notar que se encuentra bastante cerca. 

¿En qué momento? 

—¿Qué? —Inquiero, el chico regresa a su lugar riendo. 

—¿Por qué preguntas por él? —Pregunta, hago una mueca mientras comienzo a comer los sandwiches que hay encima de la mesa. 

—Pues simple, tengo curiosidad por qué es así —Expreso, Kwan asiente. 

—Pero ese no es tu tema... ¿o sí? —Inquiere, rodeo los ojos y este ríe—. Bien, no sé nada. 

—¿Debería preguntarle a Mali? —Pregunto, Kwan niega y yo asiento—. Sí, creo que sí. 

Kwan suspira y simplemente sonrío, concentrándome en la comida. 

Pasan los minutos mientras ambos nos disponemos a comer, observo de reojo al chico delante de mí cada cierto tiempo y el mismo no se da cuenta por estar pendiente a comer. 

La sonrisa en mi rostro es imposible de quitar, no sé por qué me he comenzado a sentir tan feliz por simplemente estar junto a él, aunque sea comiendo. 

Cuando pagamos todo diviendo el costo entre ambos, nos vamos del lugar y caminamos nuevamente por el campus. 

Podríamos ir en su vehículo, aunque hoy preferimos dejarlo en la residencia para así simplemente disfrutar más del paisaje. 

Kwan no dice nada y mientras caminamos acerca su mano hacia la mía, uniéndola. 

Estoy a punto de quejarme cuando algo dentro de mí me dice que no debo hacerlo, ya que a penas miro al chico noto que se encuentra sonriendo. 

Y... por alguna razón no quiero que esa sonrisa se vaya. 

Antes de llegar a la residencia pasamos por el estacionamiento, y noto como Kwan me lleva hacia allí. 

Alzo el ceño hasta que me deja entre la misma pared que hace tiempo y él, nuevamente. 

Mi corazón late con fuerza mientras el chico me sonríe divertido. 

—¿Qué haces? —Inquiero, Kwan se acerca a mí, dejando un corto beso en mis labios. 

—Disfruto del paisaje, en este caso, tú —Expresa, volviendo a besarme, esta vez más lento y largo. 

Acepto aquello y me dispongo a cerrar los ojos y contestar aquel beso. 

Mi corazón late con fuerza a pesar de que el mismo sea tierno y lento, un montón de emociones pasan por todo mi cuerpo y parecen estar a punto de estallar. 

Cuando él se separa y me sonríe, me mantengo en silencio viéndolo. 

—Me gustas —Dice, aunque al notar que me mantengo callado simplemente se dispone a sonreír. 

Noto como se aleja y da media vuelta, esperando que le siga, aunque no lo hago. 

Su mano aún está entrelazada a la mía por lo cual debe frenar para mirarme. 

Mi corazón late con fuerza mientras cierro los ojos para decir las palabras que causarían que todo mi interior grite. 

—Me gustas —Suelto. 

No puedo saber la reacción de Kwan ya que tengo los ojos cerrados, aunque el mismo parece demorar en reaccionar una eternidad. 

Siento sus labios chocar nuevamente contra los míos, logrando que mi espalda se golpee levemente contra la pared. 

Mi corazón late con fuerza mientras toco el pecho del chico y noto como el chico se siente igual. 

Esta vez el beso no es como antes, es más veloz y salvaje, aunque sigue teniendo aquella ternura dentro de todo que solo Kwan puede dar. 

Se separa unos minutos después cuando ambos necesitamos aire y me sonríe. 

—¿Te gusto? —Inquiere emocionado. 

Asiento levemente con una sonrisa y noto como ladea la cabeza hacia muchos lados. 

—¡Eso es genial! —Admite sonriente. 

Muchos podrían considerar su actitud como la de un niño de 5 años que obtiene lo que quiere y por eso se encuentra feliz, pero para mí es realmente única. 

Kwan es único. 

—Pero... con respecto a lo de ser novios —Digo, Kwan suelta un suspiro pero no deja su sonrisa se apague. 

—Lo sé, hay que esperar —Habla, sonriente. 

—Quería decir que podríamos empezar de a poco... —Hablo, Kwan me mira emocionado mientras asiente muchas veces con la cabeza emocionado. 

Me rodea con sus brazos y mi corazón late rápido, mientras una sonrisa aparece en mi cabeza. 

Ahora que sé que a Suk le está comenzando a gustar Jung, ya no hay nada por lo cual deba ocultar mis sentimientos por este chico.

Y... ser sincero se siente jodidamente bien.



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En el texto hay: humor, chicoxchico, boylove

Editado: 19.09.2020

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