Muerte Cerebral

Su sed es su autodefensa

Volví a sentirlo...es sed de sangre; esa sed de alimentarme de una vida.

El monstruo había echo bien su trabajo, me había convertido igual a él, o quizás peor.

Me había encerrado y dañado el tiempo suficiente como para también desear lo mismo que él.

Miraba en ojos oscuros la valentía y el amor delicado, algo sencillo y jóven. Pero en ojos más claros veía la piel perfecta para marcar.

El monstruo me llegó a convertir, en perfectas condiciones, volviéndome oscuro el corazón. Deseando poder beber de sus ojos y comer de sus labios.

Nadie nunca dijo que entregar el corazón era fácil, yo fui encerrada, manipulada, y herida físicamente en aquella cabaña, solamente por confiar en un hombre que resultó ser un narcisista con complejo de psicopatía.

Cuando fui libre, sentí paz, pero cuando deseé hacer sangrar su piel, lo supe, había convertido a su igual.

Bipolar, manipuladora, sin corazón, psicópata consiente, con un leve problema de ansiedad y depresión; eso había sido lo que me habían diagnosticado.

Vez como me habias complicado la vida.

¿Cómo podría yo querer ahora?. Si no se como hacerlo sin querer encerrar y dañar a alguien solo porque sí.

Solo son ganas de hacerlo, de tentar a la suerte y marcarla, de jugar con la mirada, y exprimir el sentimiento máximo, para después destruirlo y que no quede nada; así como tú me lo hiciste a mí.

Obsesión oscura que daña la mente y oscurece el corazón; necesito luz para poder ver mejor, pero no la encuentro, se perdió.

Heridas pasadas, con heridas presentes, solo soy un pequeño recorte mal echo, resentido, que simplemente quiere lastimar todo aquel que lo toque.

Porque quizás ella piensa que nunca mereció algo bonito, es una hermosa rosa; ¿Quién dijo que no?; pero esta llena de espinas, completamente, dañando a todo aquel que la toque; le divierte y lo disfruta, porque se alimenta del sufrimiento, es inmune al dolor, y en las noches llora intentando querer a alguien al estilo romántico, pero lo único que sabe hacer es pinchar, jugar con su inocencia, mentir, y ganar.

Porque alguna vez perdió y se quedó sin nada, tiene miedo a perderlo todo, su corazón lleno de rencor, daña.

Es su autodefensa...



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En el texto hay: por capitulo, 50 poemas

Editado: 11.11.2025

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