Muerte Cerebral

Huir

Si piso ese terreno estoy segura que una bomba explotara, por eso me quedo quieta cuando se acerca, pero cuando se aleja enseguida siento esa necesidad.

¡Maldita Mierda!. ¡Volver a querer a alguien!. ¡Eso existe de verdad!.

Intenta entrar más profundo, con simples juegos, quizás no lo sepa, pero me gusta hasta su primera letra.

¿Podré hablar?. ¿Podré decirle?; y quizás corra la suerte de que esta vez no me introduzca en un coma, donde mi corazón lata en sus manos, mientras lo veo sonreír apreciando con admiración mis órganos.

Llámenme cobarde, pero le tengo miedo hasta de como me sonríe, y esta es la tercera noche que lloro de impotencia y escribo para poder tener la paciencia, como para volver a mirarlo y no demostrar nada en mis ojos.

Me callaré y nunca diré nada. Pero como duele la impotencia en las noches intentando matar los sentimientos que intentan reproducirse.

Si callo no sucedió nada, entonces tendré la valentía de ver como se ilusióna de alguien más, y con un poco de mala suerte le daré un consejo romántico para que lo aplique en alguien más.

Su piel es suave, lo comprobé con un beso.

Ese tipo de cosas no deberían afectarme, pero la muerte cerebral no tiene sentido cuando la locura entró en mis sentidos.

Él lo alteró todo, y yo no le estaba dando importancia, ese fue mi primer error, no darle importancia, a alguien que me revivió, sabiendo que la última vez que eso sucedió termine con graves sicatrises.

No estoy lista, creo que eso sería lo que le diría a mi corazón si pudiera tener una conversación con él.

No me siento preparada, solo han sido unos meses, y creo que tengo miedo a volver a confiar nuevamente, tú lo sabes más que cualquier otro. Pero aparte de que es una estupidez, estás siendo débil, como siempre, eres una parte de mí que nunca a valido nada, así que nadie te querrá como yo, que soy tu cuerpo y tu mente, entonces escóndete nuevamente, porque nunca te permitiré salir jamás.

Entonces el se irá, hacía un rincón oscuro a pensar, se que también lloraría, y volvería a mí, aceptando mi decisión, aunque se sienta opacado en el fondo y sin valor.

Callar me hará ganar.

Huir me hará volver.

Volver a mi muerte cerebral.

Lugar de donde nunca tuve que haber salido, pero volveré a entrar.



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En el texto hay: por capitulo, 50 poemas

Editado: 11.11.2025

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