Al observar a los tres, me quedo impresionada, el pronunciar el nombre de Alixe, hace que vuelva a abrir y cerrar los ojos, tal vez estoy alusinando todo, pero no, todo es real, Alixe se acerca a mí y me observa.
—Espero ya estés mejor—pronuncia.
—Si. Muchas Gracias.
—No estés asustada Hayley, no te haremos daño, nunca te haríamos daño. Puedes confiar en nosotros.
—¿Quiénes son?
—Bueno, cómo ya sabes, yo soy Alixe, y él, es mi hermano Anik, la anciana mayor es Ritt.
—¿Por qué estoy aquí? ¿Qué hacen ustedes aquí en el bosque? Quiero salir de aquí—digo aterrada.
—Creo que necesita un té—dice la anciana Ritt. Voy a prepararle uno.
La anciana se retira y sale de la habitación, Alixe intenta tranquilizarme, el chico llamado Anik sigue de pie en el mismo lugar, sólo mirándome.
—Él hizo que yo tropezara y me lastimara la rodilla—digo dirigiéndome a Alixe.
—Tranquila, Anik sólo te cuidaba, es cómo tu angel guardián—pronuncia.
¿Verdad Anik?
—Si—dice en un susurro.
—Traeré más vendas para limpiar tu herida.
Alixe sale de la habitación y me deja con Anik, en ese instante se crea un silencio de paz.
—¿Por qué no me dijiste tu nombre, la primera vez que nos vimos?—cuestiono.
En ese instante Anik se mueve del lugar donde se encontraba, y se acerca hasta mí, y coloca su mano en mi mejilla, y se queda así por un minuto, su mano está algo fría, y yo estoy desconcertada, entonces aleja su mano de mi mejilla y me mira a los ojos.
—No era necesario decir mi nombre en ese momento. Tenía, tengo que cuidarte.
—Vaya manera de cuidarme, sólo me sigues, y apareces de repente, y me asustas.
—No era mi intención asustarte Hayley.
—¿De quién me tienes que cuidar?
—De ellos, ellos podrían hacerte daño, y no quiero que pase eso.
—¿Quiénes son ellos? Alixe me dijo algo similar, pero no entiendo quiénes son ellos.
—Pronto lo entenderás, por el momento, descansa y tienes que recuperarte para que regreses al Instituto.
Alixe y la anciana entran a la habitación,una trae las vendas, y la otra trae una taza de té, cambia mi vendaje y tomo mi taza de té.
—Anik va a acompañarte al Instituto—anuncia Alixe. Entraras al ático y al sótano, allí encontrarás pistas.
—Gracias.
—En cuánto estés lista, podemos irnos—dice Anik.
—Yo creo que es momento de irnos, mucho más pronto mejor. Gracias.
Me despido de Alixe, y la anciana, Alixe me dice que estará cerca, y nos volveremos a ver.
Salimos de la cabaña y caminamos, voy siguiendo a Anik.
—¿Entonces tú eres cómo mi Ángel guardián?
—Si, tengo que protegerte de todo.
—¡WOW! Que increíble.
—¿Puedo saber que hacen en el bosque?
—Es un misterio, y pronto lo descubrirás.
—De acuerdo.
Caminamos y caminamos, hasta llegar al letrero del bosque Hill, y veo que hay algunas personas fuera, así que decido caminar y entrar al Instituto, Anik me sigue.
Caminamos al ático, bajamos las escaleras, y llegamos a la puerta del ático, Anik me da una llave, y la introduzco en la cerradura, y ésta se abre, entramos y hay muchas cajas y cofres con cosas viejas, Anik me da una linterna y empezamos a buscar cualquier cosa que nos sea útil, para saber la verdad sobre la muerte de Emma.
Busco en un cofre, y encuentro una caja músical con una bailarina de ballet, un dije en forma de girasol, un reloj, y un dibujo de un alcatraz.
Todo esto no tiene sentido para mí, pero Anik al ver las cosas, se pone a tocarlas una por una, tal vez él sabe a quien pertenecen.
—¿Sabes de quién son las pertenencias?—cuestiono.
—Si.
Decido no preguntar más, y busco entre los demás cofres.
En uno encuentro hojas con dibujos.
El primer dibujo, tiene varios rostros de chicos y chicas que no conozco.
El segundo dibujo, hay cadáveres y sangre.
En el tercer dibujo se plasman fantasmas y/o espíritus.
En el cuarto dibujo se plasma una bruja, una bruja muy malvada.
En otra hoja encuentro unos símbolos escritos, es parecido a la hoja que tenía Emma entre sus cosas.
Al observar todos los dibujos, se me hace muy atroz todo lo que está plasmado en los dibujos, me hace temblar, sentir escalofríos.
—Veo que encontraste las pistas—pronuncia Anik.
—¿Qué?—interrogo confundida. ¿Estas son las pistas?
—Si, así que ya vas un paso adelante, pronto se sabrá la verdad.
—¿De que verdad hablas?
—De todo, ellos por fin caerán, y arderán en el infierno.
De pronto se escucha que alguien se acerca, trato de ocultar los dibujos, Anik me dice que me acerque a él, y lo hago, me abraza en ese momento, y al abrirse la puerta, una luz proviene del cuerpo de Anik, haciéndonos desaparecer de la vista de la persona, tiempo después regresamos, y lo único que hago es mirar a Anik.
—Anik—digo en un susurro.
Y pierdo el conocimiento de mi alrededor, cayendo en los brazos del chico.
Editado: 13.04.2022