Mire mis manos, no las podía sentir y su color no era normal, según el libro realmente lo único que debemos cuidar de no lastimar es nuestra alma, pero eso no significa que dejemos de sentir, lo único que siempre parece mantener su calidez era mi collar, el viento era tan fuerte que realmente no podía caminar, y ya parecía muñeco de nieve de toda la nieve que se estaba pegando a mi cuerpo, no sé si Lucas me vendría ayudar, pero sabía que ellos no siempre podrían hacerlo y de hecho solo estaban conmigo porque mis amigos estaban desaparecidos y ellos eran sus custodios, como sea el plan de Víctor era probablemente que me teletransportó antes que mi cuerpo se congelara por completo, no es como que me fuese a morir, pero sería terriblemente doloroso.
Así que pensé en el lugar en el que quería estar, la playa, pero no podía lograrlo, intente pensar en otro lugar cualquiera que se me ocurriera, París, Londres o New York, él dijo que aun si no conoce un lugar podía lograrlo pero nada sucedió, mi mente empezó a irse por otro camino, pensé en mis amigos, mi trabajo y mi familia, debía dejar esos pensamientos de lado pero me era imposible, aceptar la realidad era como pensar que sigues en un sueño profundo y la herida aún seguía fresca, cerré los ojos y de pronto el frío desaparece.
Abrí los ojos, logré usar el poder de teletransportarse, pero no era la playa donde estaba, era mi cuarto, mi cama, pero no eran la de mi apartamento , si no la habitación de la casa de mis padres, utilice el poder del collar para regular la temperatura de mi cuerpo y gemí un poco cuando empecé a recuperar lentamente la movilidad de mis dedos, use el espejo de mi habitación para mirarme, pero no había reflejo alguno, aún no podía interactuar con los humanos comunes y sólo ángeles, demonio u otros como yo podían verme, mis padres dirían que soy un espíritu o algo así.
No había pasado mucho tiempo desde que dormí en esta habitación , venía cada fin de semana por lo que solo habían pasado un par de días, pero se sentían como mil años, eche un ojo a mis cosas y vi el valor de las cosas más simples, como el oso teddy que deje cuando me fui, seguía sentado en la cama donde había estado cuando mi madre me lo regaló a los ocho, también había muchas fotos con mi familia y mis amigos, mire la foto en la que aparecía con un gato que había tenido cuando era niña, papá siempre me dijo que me gustaba mucho ese gato porque tenía el pelaje negro y los ojos verdes, justo como yo, también estaba el barco de juguete que me regalo papa de uno de sus viajes de negocios.
-Veo que lo lograste- Prometí acabar con él cuando volviera a aparecer, pero ahora no tenía ánimos, en vez de eso dejé que se me acercara y secara el agua de mi ropa y cabello de la nieve que se había convertido en agua.
-Víctor, ¿dónde están los demás? - Hable sin separar mi vista del oso de peluche
-No nos siguen, borrar nuestro rastro como fugitivos- No me tome el tiempo de pensar en lo que significaba eso.
Por su parte Víctor abrió la puerta de mi habitación y salió como si nada, traté de detenerlo pero salió como si fuera un invitado recurrente, creí que me encontraría con alguien de mi familia pero estaba todo vacío, no había nadie y de alguna manera la casa tenía un aura sombría, aun así camine suave y silenciosamente, era una casa de campo ubicada no muy lejos de la ciudad capital, me mude a ella a los 12 años, porque mis padres decían que la ciudad era ruidosa y me gustaba porque podría jugar afuera con mi gato, bola de pelos era más como un perro que gato, sonreí ante el recuerdo.
-Creo que están en la morgue
Víctor me mostró el documento que tenía en las manos donde dice que mi cuerpo real había sido enviado a una morgue para una examinación antes de ser entregado a la familia y por ende a una funeraria, según esto en este momento deberían estar gestionando todo y mi funeral probablemente sería mañana.
-Hay que volver con Mónica y Lucas -Hable calmadamente mientras tomaba mi collar y pensaba en la playa donde los habíamos dejado
Pero curiosamente Víctor tomó mi mano antes de que pudiéramos irnos y nos llevó a la morgue, era un lugar horrible, no solté la mano y en vez de eso la agarre con más fuerza y deje que me guiará, aun si sabía a donde se dirigía, cuando escuche unas voces finalmente me detuve.
-Eran bastante jóvenes, según sus padres eran también bastante listos y exitosos, es una lástima que un rayo haya caído en medio de la carretera y como si fuera poco la barra de contención se rompió, pero hemos visto muertes por menos que esto, es una perdida bastante grave para las familias, mañana tienes el turno nocturno
Eran doctores forenses conversando entre ellos pacíficamente sobre los muertes de los cuerpos que estaban en este lugar, continúe caminado y como lo pensé Víctor buscaba nuestros cuerpos, empezó a revisar los cadáveres uno a uno con la expresión en blanco, algo que nunca había visto en él, luego al igual que aquella vez, puso sus manos en el pecho de ellos y una luz ilumino sus pechos por un leve instante, la luz que una vez había sido brillante rápidamente se tornó oscura y luego del color del fuego se evaporo, había una diferencia no muy notoria, pero los labios que habían sido morados casi negros una vez, ahora eran solo morados natural y pálidos
-Te lo dije antes, hay que borrar los rastros de oscuridad, y darles protección divina para que la maldad no tome su cuerpo o cenizas para hechizos o como marionetas.
Nunca me mención eso, solo reviso mi cuerpo metiendo las manos en la boca, además tampoco sabía que las parcas hacían eso, aunque ahora que lo pienso el libro mencionaba algo parecido diciendo que, ya que mi alma estaba al servicio del cielo, la protección a mi cuerpo o cenizas terrenales se daba por sí sola.
-Ya que estamos en eso, puedes tomar lo que necesitas para rastrear sus almas.
Me quede pensando un segundo que necesitaba para….o eso, me acerqué a mis amigos, acaricie levemente el cabello de cada uno antes de tomar uno de sus cabellos y ponerlos en sus respectivos sobres, luego cuando tenga mi mochila podría añadirlo a uno de los tónicos, ir al lugar del accidente y rociarlo, para empezar a rastrear, según el libro solo se necesita algo de ellos, como tierra de su tumba o ceniza en caso de cremación, o algún elemento relacionado al lugar de su muerte que le pertenezca.