Capítulo 6. La cueva

Todos caminábamos detrás de la extraña criatura, pero en ningún momento soltamos las armas, además si no lo seguíamos hubiéramos tenido que seguir caminando en círculos, por lo que me pareció más arriesgado, pero lo más rápido, además él dijo que era un demonio menor, no es que le crea, pero era lo más rápido para encontrar la guarida, claro si no nos estaba engañando. De vez en cuando mientras caminaba con paso refinado de caballo de carreras, cada vez que pasaba nuestro guía dejaba una débil marca de tierra donde sus uñas se enterraban en la tierra, por lo que simplemente lo ignoraba, también lo ignore cuando me volteaba y me miraba con una clara sonrisa burlona en sus ojos, además levantaba la comisura de la boca levemente mostrando sus colmillos aún más.

También, mientras analizaba  a nuestro enemigo cuidadosamente, me di cuenta que nuestro entorno empezaba a cambiar, dejamos el altiplano, por lo que parecía ser el inicio de un bosque, cada vez más árboles se levantaban a medida que caminábamos, también parecía que habíamos pasado de estar en la cima de una montaña a estar bajo ella, el viento había dejado de correr tan fuerte, pero eso no evitaba que los árboles se balanceaban a su ritmo, entonces me di cuenta, que este era realmente la tierra de hadas de la que había hablado Lucas, era como si todos hubieran decidido juntarse en una reunión para celebrar algo, de no ser por las armas, nadie averigua que esto es un rescate.

A medida que nos íbamos adentrando en el bosque, sentía que nuestro camino se oscurecía, a cada paso se sentía como cuando la noche se come rápidamente al atardecer.

- ¿Sabes lo obvia que es esta trampa?

Víctor preguntó en voz baja a mi lado mientras miraba fijamente su espada y la balanceaba profesionalmente, él a diferencia de mí, tenía una espada como la de un caballero de cuento fantástico, en cuanto la de Mónica era como la de una leyenda antigua de la antigua china o de Japón, no estoy segura. Solo asentí con la cabeza, era demasiado obvio que era una trampa, solo me encogí de hombros, después de un rato de caminar finalmente la criatura parecida a un animal, se paró en la entrada de una cueva, parecía el hogar de un oso, solo que en este lugar no hay osos, la criatura, se acostó en la entrada y estiró sus largas patas como lo haría un perro normal, y se quedó mirando como si esperara algún tipo de reacción por nuestra parte.

-Después de ustedes. - sus largos colmillos se mostraron claramente en otra siniestra sonrisa y señaló la entrada de la cueva con una de sus patas.

Dude por un momento y mire confundida al demonio parlante, pero este no volvió a decir una sola palabra, parecía demasiado tranquilo para ser un demonio o más bien parecía aburrido, no debería pensarlo, pero me caía bastante bien las personas con este tipo de actitud tranquila y astuta. El primero en en entrar fue Lucas, luego lo siguió Mónica, pero antes de entrar a la cueva me dio una mirada profunda con sus hermosos ojos azules, lo cual significaba que me cuidara la espalda, después Víctor entró a la cueva, cuando iba a entrar a la cueva, de pronto me di cuenta de algo, me di media vuelta y mire fijamente al demonio que seguía acostado en la entrada perezosamente.

- ¿No vienes después de que entre? -encarne la ceja después de preguntarle.

-Soy demasiado perezoso, mentí, no quiero entrar a ese lugar mejor me quedo durmiendo, si los terminan de rematar no me molesten y si sobreviven tampoco, aunque si sobreviven probablemente me vaya a otra parte antes de que vuelvan, sea cual sea el caso no me molesten. 

Parpadee ligeramente mientras lo escuchaba, el término no tienes madera para ser un demonio pasó por mi mente, pero lo ignore, mientras entraba a la cueva y miraba nuevamente hacia atrás me di cuenta que nuestro guía estaba durmiendo en bolita como un perro normal en la entrada, mejor no lo molesto.

Dirigí mis pasos lentamente hacia dentro, lo primero que sentí fue que mis pies dejaron de tocar pasto y tocaron tierra seca, toque el collar y este empezó a desprender una sutil luz blanca, como si fuera uno de esos accesorios que usas en las fiestas , estaba tan oscuro que la luz que desprendía apenas si me ayudaba para distinguir mis manos de la oscuridad, traté de agudizar mis sentidos y seguí  caminando  hasta que estrelle con algo  suave y cálido.

-Ten cuidado cariño- Una voz dulce como algodón de azúcar, esa era Mónica tenía sus alas expuestas al público, la mayoría del tiempo las ocultaban, pero estaba seguro que lo que sentía eran sus preciosas alas. Me dio la mano para que no me extraviara y escuche la voz de Lucas susurrarle algo a Mónica, la energía que desprende Mónica era tan inconfundible, que incluso si escuchar su voz y solo tocar la mano podía reconocerla, eso mismo ocurría con Lucas era como si subconsciente mente supiera que él ha estado conmigo toda la vida y me haya acostumbrado a su toque y divinidad.

Seguimos caminando hacia adelante, aunque esta vez guiados por mí, todo iba bien hasta que de pronto la conexión más lejana se rompió, sentí un fuerte tirón en el pecho como si algo me hubiese golpeado, e inconscientemente gemí de dolor.

-Una de las conexiones se rompió-  fue todo lo que logre escupir mientras alguien me palmeaba la espalda, según el libro eso significaba que estaban por mover el alma de ubicación o estaban abriendo una grieta al inframundo, pero no lo pueden hacer aun o eso era lo que creía, debíamos apurarnos antes que perdiéramos la pista del alma, revise los  recuerdos de todos, los de Adam eran los más claros, los de Gabriel  eran confusos, pero los de Lily habían desaparecido,   me enderecé nuevamente  e indique con un leve toque a mis custodios que podíamos seguir, pero en ese momento recordé algo que había olvidado unos segundos -¿dónde está Víctor?.

- ¿Víctor, Víctor? - por un momento creí que estaba jugando con nosotros, pero...santa madre, ¡ya perdí uno de los míos!