Me acerqué al estante y sin pensarlo dos veces lo empuje al suelo provocando que todos los frascos que contenían las almas se rompiera, en ese momento las almas se dispararon como fuegos artificiales hacia todos lados, solo para volver a tocar el suelo y tomar figura humana aunque seguían siendo almas que resplandecían con una luz blanca, había niños y personas que se veían bastante jóvenes, todos lucían bastantes confundidos y miraban alrededor tratando de identificar el lugar donde estaban, debían de haber al menos seis personas que resplandecían como bombillas blancas, pero había una en especial que brillaba como el sol y en momento en que cruzamos miradas, no lo soporte y corri abrazarlo, él al principio no me correspondio, pero luego me envolvió sus manos alrededor de mí, la calidez que sentí fue familiar pero muy diferente a lo habitual.
-¿Dónde estamos?¿Nos secuestraron?- Mire los ojos cafes de Adam sin saber cómo responder, él pareció entenderlo y acaricio mi cabello como lo harías con una mascota
-Creo que los demonios están a punto de alcanzarnos - Las palabras dichas por Victor causaron que todos los presentes se helaran y se mirarán unos con otros antes de soltar un grito al unísono.
Solte a Adam y lo mire, él parecía en shock, bueno no es como que yo supiera cómo explicarle a uno de mis amigos que él habia muerto y que había sido secuestrado por demonios, por mi parte me volví a Victor, sacudí la cabeza y lo mire como preguntando que rayos estaba diciendo.
-Adam…
-¡Santo Dios! Mori en el accidente automovilístico - No respondí - ¿Tú también estás muerta?¿qué pasó con los otros chicos?.
-Bueno, si morimos, pero no puedo explicarte el resto, ahora todos debemos salir de aquí.
-Rose...¿Qué ocurre?
-Confia en mi cariño.
Adam solo asintió con la cabeza, luego lo tomé de la mano y me dirigí hacia Victor que como de costumbre miraba con cara de pocos amigos, para luego sonreír galantemente, rodé mis ojos y él solo se encogió de hombros.
-¿Exactamente cómo transportas las almas? - Sabia que el trabajo de Victor no era tan simple como solamente guiar las almas con los ángeles, para eso él debía poder transportarlas.
-Solo las llevo conmigo, no hay ningun truco, solo necesito los sobres con sus nombre para confirmar, sin los sobres no puedo hacer nada
Sabía que no podía ser tan fácil, debía haber un pero en esto, bueno entonces me voy a pegar al plan original. Pero antes debía confirmar una o dos cosas más.
-¿Qué hay de los ángeles, ellos pueden transportar las almas? - Victor lo pensó por un segundo.
-Si, cualquier ángel debería ser capaz de llevar varias almas, siempre y cuando no estén en su aspecto mundano, tienen que estar en su forma de bolita de energía….oh, entiendo lo que tramas, pero para que eso funcione tenemos que estar fuera de esta cueva, básicamente está maldita por los demonios, así que todos debemos salir por nuestros pies.
Tal y como lo espere, primero debo sacarlos de este lugar y lograr que al menos unos de los ángeles los guíen al cielo, bueno solo debemos salir, los demonios llegarían pronto ya podía escuchar sus pasos acercarse, miré a Victor y suspiré, este demente era una de las cartas más importantes en mi plan, ¡Santo cielo! Espero no estar equivocada, pero Victor tenía una de las habilidades más importantes que necesitaba en esta situación, el sigilo de un gato, Victor tenía la extraña manía de desaparecer y aparecer ante los demás sin que se den cuenta y cuando se le da la gana.
-Saca las almas de este lugar y esperamos afuera, lograste entrar sin que nadie se diera cuenta, incluyendome, has lo mismo en reversa guiando estas almas.
-Bueno hay un problema con eso - Tengo un mal presentimiento, Victor miró a Adam - El alma de tu amigo es demasiado llamativa, puedo esconder a todos menos a él, tendrás que ser tú quien lo guíe afuera o pondré en riesgo a las otras almas, se que ellas no estaban en el plan, pero no puedo arriesgarme.
Maldita la hora en la que te dió por ser razonable parca de ojos negros, solo asentí, protejeria y sacaría a mi amigo, pero almenos no tendría que estar aún más alerta sacando a las otras almas.
-Dame una vela sin encender. - Victor estiró una mano, no lo pensé demasiado por alguna rara razón y la saqué de mi mochila y se la entregué.
Luego Victor hizo algo que no me esperaba, la acercó a la cruz negra de su collar, pero la llama que se encendió no era nada normal, era negra, monocromática para ser precisos, después la acercó a las almas, las cuales ahora estaban quietas observando como si estuvieran hipnotizadas, al segundo siguiente estas se incendiaron hasta que se volvieron del color de la vela, ya no brillaban, Adam por otro lado miraba aún más sorprendió que yo, hasta que Victor en un último arrebato le lanzó la vela encima causando que su brillo se opacar solo un poco.
-Sigue siendo demasiado brillante, pero es todo lo que puedo hacer - Victor recogió la vela y al igual que antes la acercó a su espada, está absorbió el fuego monocromático.- Nos vemos luego amores míos.
Victor nos lanzó un beso volador mientras nosotros seguíamos observando como si tuviera dos cabezas, salió del lugar mientras las almas lo seguían en fila india aún hipnotizadas como si fuera el flautista.
-¡¿Qué rayos fue eso?!- Adam se veía perturbado con lo sucedido.
Intenté darle una respuesta pero antes de poder responder, fuimos atacados, por instinto lo primero que hice fue proteger a Adam con mi espada, finalmente nos habían alcanzado y eso no era todo, habían más demonios de los que me habían perseguido, revise rápidamente los alrededores, pero Víctor y las almas ya habían desaparecido en las sombras.
Me puse delante de Adam para protegerlo, no podía permitir que dañaran su alma, pero siendo sincera conmigo misma no es que pudiera hacer mucho, solo podía bloquear sus ataques, pero por mi parte no les había hecho un solo rasguño, mientras que ellos habían desgarrado parte de mi ropa.