Capítulo 8. El plan en marcha

Los demonios que habían sido tumbados por la cola del alacrán se levantaron del suelo y arremetieron contra nosotros, pero llena del impulso y ganas de sobrevivir los combatí como si no fuera mi primera vez en una pelea masiva con demonios, nunca, durante ningún segundo me despegue de Adam, en su estado de alma una herida provocada por demonios podría ser fatal para su alma, es como morir después de morir, solo que esta vez realmente desaparecería.

El fuego de mi espada se estaba debilitando por lo que me comencé a preocupar, no sabía si el tiempo sería suficiente para sacar otra vela y encenderla nuevamente, el fuego era una gran ayuda aunque no pudiera derrotarlos con él, también los demonios para nuestra suerte se reducían en número mientras continuamos peleando, fue muy conveniente tener un cuerpo que no se cansa.

Cuando la llama de mi espada empezó a tintinear como madera mojada supe que ese era un último aviso, suspiré y acerque a Adam aún más a mí, era extraño ver a un chico mucho más alto que yo pegado a mi como un niño pequeño que no se quiere perder en el supermercado, en mi mente recalqué la frase "si puedo" al menos cinco veces antes de que se apagará y quedará mi espada insípida sin ningún tipo de brilló, si antes estaba tratando de utilizar agilidad, lo que necesitaba era fuerza para poder lastimar a mis oponentes 

Por su lado Mónica y Lucas estaban rodeados y peleaban codo a codo con algunos demonios que Lucían como un mundano común, pero lo sabía bien, estos eran los más difíciles de vencer. 

-Hace mucho no veo un nuevo salvador - uno de los demonios con forma normal de persona se acercó a nosotros. 

Los ojos de este demonio eran de color rojo y en estos se reflejaba la sed de sangre, destrucción y ganas de causar sufrimiento, era así mismo la clara representación del engaño y seducción para los humanos, de alguna manera entendí porque las personas caían en el fondo de la fosa solo por haber tenido la mala suerte de encontrarse con el.

Definitivamente yo no era rival, con un solo movimiento logró esquivar mis ataques cómo si no fuera  más que un lápiz sin punta con lo que lo ataque. Sentí una perturbación en mi cabeza, era claro el origen, intenté sentir las almas, pero una serie de sentimientos de terror y angustia me golpearon como un bate en la cabeza, era extraño sentir emociones y sentimientos ajenos, no sabía si en el futuro me acostumbraría a eso, también cuando eran tantas al tiempo y tan alteradas era más difícil controlarme y diferenciar entre lo que siento y lo que no

-Tu compañero fue emboscado por algunos de mis demonios menores.

Parece que encontré a la reina abeja de esta cueva, debía haber un jefe de entre todos como en las novelas de fantasía, solo que este era solamente el líder de esta cueva, por lo que no quería imaginándome cuando me tenga que encontrar con uno de los mas fuertes, sabia que las almas que estaban con victor estaban en grave peligro, pero justo ahora me era imposible saber en qué parte de la cueva estaba Victor y además tenía a este tipo frente a mi, el cual claramente buscaba algo nuestro en vista que no nos había atacado y era más como un león esperando el momento oportuno para capturar su preciosa presa, no hacía falta decir quien era la presa.

-¿Enserio crees que él no puede defenderse de unos demonios? - Había comenzado a negociar con los grandes corporativos que eran aliados o proveedores antes de morir por lo que hablé con total seguridad, aunque en realidad tenía mis dudas.

-Ciertamente, lo que dices tiene algo de verdad, la parca que te acompaña lleva muchos años  como un condenado y antes de morir el chico podía blandir una espada., bueno almenos intente detenerlo de sacar las otras almas.-El demonio se encogió de hombros, mientras yo solo me dediqué a fruncir el ceño.

Puede ser extraño, pero no me gustaba que se metieran en la privacidad de los demás, en especial la de alguien que llevaba casi 900 años como parca, conocía a Victor desde hace poco y me parecía grosero preguntarle sobre su pasado, pero eso no significaba que no sintiera curiosidad, aun así no iba andar de metiche en lo que no se me ha llamado.

-No me agradas - Comente con claro rencor en mi voz.

El demonio  que se había quedado quieto durante nuestra conversación se siguió acercando más a nosotros, por lo que  nosotros retrocedimos cada vez que el daba un paso,

-¿No quieres saber cuál fue la deuda que dejó tu alma en el pasado? - La tentación de este ser era indiscutible, pero me resistí, debían de haber más maneras  de descubrir lo que había ocurrido, pero siendo engañada por un demonio no era una opción para mi.

-No me interesa tu oferta, el pasado es exactamente eso, pasado 

-Bien, como quieras, no pensaba negociar nada por esa información, pero para tu mala suerte no puedo dejar que te lleves a tu amigo.

Una vez dicho esto, el demonio se lanzó a atacarme, cuando lo hizo reveló parte de su verdadera identidad, sus ojos originalmente rojos cubrieron todo el ojo por completo de ese color, tenía colmillos como los de una hiena y lo que balanceaba en sus manos no eran espadas si no una serie de cuchillas que ni siquiera tenían mangos, su aura también era increíblemente oscura, me asuste y di un salto hacia atrás con Adam, lo cual fue muy conveniente por que en ese momento, una de las cuchillas se hizo tan larga como una espada que llegó hasta donde estaba parada hace solo un segundo, si no hubiese saltado del susto esa cosa me hubiese atravesado.

Cuando la espada volvio a su tamaño original me di cuenta que esas cosas podían modificar su tamaño a su antojo,  el demonio al ver que lo esquivé comenzó una serie de ataques en las que encogía y aumentaba el tamaño de sus cuchillas, podía ver en sus ojos lo emocionado que estaba por la idea de poder cortarme como si fuese una tajada de pan.

Volví a revisar las emociones de las almas con Victor, se habían calmado un poco aunque aún seguían algo alteradas, pero al segundo siguiente algo increíble pasó, las almas entraron en estado de trance, no puede ser, venció a los demonios, eso no era posible, que tipo es capaz de vencer una redada de demonios en tan solo unos segundos, mire al demonio frente a mi que tenía una sonrisa siniestra, es obvio que el sabia lo que había ocurrido con Victor y que este había acabado con los demonios menores que había enviado.