Muerte Platina

Capítulo 10. Parca

Lucas y yo jugamos piedra, papel y tijeras hasta el amanecer y solo cuando el cielo se iluminó de rojo, solo en ese punto del amanecer finalmente volvieron Mónica y Victor, estaba algo aburrida, después de nuestra conversación con Lucas nos quedamos en silencio hasta que finalmente decidimos jugar en lo que esperábamos a los demás.

La conexión de Gabriel aún estaba conmigo, pero estaba asustada que se rompiera al igual que la de Lily, estaba impaciente lo sabía, pero ahora le había prometido a Adam que enviaría a los demás junto a él.

Desde el momento que Víctor apareció frente a nosotros decidí ignorarlo, no es que él hubiera hecho algo mal, era simplemente que no podía entender nada relacionado a él, sé que me ayudó bastante, pero  no entendía nada de él, era como un enigma al que no le encontraba solución. También se que prometí no meterme con él y dejarlo ser él, es solo que a medida que pasa el tiempo  hace cosas de las cuales sospecho no son normales dentro de lo que podría ser normal para nosotros o para esta situación.

Solo decidí ignorarlo, lo cuál parecía divertido para él al igual que cada acción que hacen los demás.  Me centré en Lucas y Mónica  para no enloquecer pensando en Victor, ellos habían  ocultado nuevamente sus alas, por un segundo olvide que es tierra mágica, eso solo quiere decir que caminaremos durante un rato nuevamente.

-Tengo hambre, ese tonto angel de La muerte es un desconsiderado con las parcas. - Victor se quejó  luego de que caminamos ,no sé por cuánto tiempo.

Todos solamente lo ignoramos como si lo que hubiéramos escuchado solo viento, pero como tengo una insoportable parca por compañero el solo siguió repitiendo, gritando y cantando el hambre que tenía 

Quería noquearlo con todo mi corazón que quería hacerlo, pero solo le dolería un poco y sabía que eso no lo iba a callar, si cocinaba uno de mis tenis, ¿Se lo comería?, Sacudí mi cabeza ante el pensamiento, probablemente lo haría. 

-Tengo Hambre, mucha hambre, tanta hambre que me comería una avestruz, un caballo o uno de esos pinchos de insectos que venden en el medio oriente, son deliciosos y crujientes, además nada sería mejor que complementarlo con algo de Durian, huele un poco raro pero sabe bien. 

 

Entre más se acercaba Victor a parlotear a mí, más me reprimía de no golpearlo, pero mi paciencia tenía un límite, me di la vuelta lo patee en el tobillo y luego le cubrí la boca con mis manos, solo quería que se callara por un segundo, pero era imposible a menos que yo lo callará.

Negué con mi cabeza como diciéndole que no hablara, pero él negó conmigo y al segundo siguiente me lamió la mano, por reflejo la intenté quitar de su boca, pero él me atrapó por la muñeca y  me dió un ligero mordisco con una sonrisa lobuna, solo para después sacudir mano como si fuera basura. No reaccioné durante unos segundos, solo me quedé mirando mi mano, cuando por fin reaccione, solo hice cara de asco y me limpie la mano con mis pantalones.

No es que me diera asco realmente, solo creí era la reacción más normal que pude tener,  cuando la verdad algo en estás acciones se sintió extraño, aunque no es nada agradable que te  laman y luego voten tu mano como si fuera excremento, no es que sea el mejor sabor del mundo, pero en primer lugar no es mi culpa que él decidiera lamerme la mano, yo solo quería que se callara por un segundo, ash, no se ni  porque me molesto con él, le di una mirada amenazante advirtiéndole que hiciera silencio, pero él sonrió y se encogió de hombros gesticulando “hambre” con la boca.

Juro por mis amigos que trate de reprimir las ganas golpearlo lo más que  pude, pero mi paciencia se fue volando rápido como un halcón y termine saltando encima de él para atacar, lo empuje a propósito, tal vez él no lo esperaba, por lo que perdió el equilibrio y termine cayendo sobre él en el proceso, estaba molesta por lo que solo lo golpee en el pecho y estomago con mis puños, era una lástima dañar su hermosa cara por lo que no lo arañe en ella, Victor por su parte logró reaccionar me tomo de las muñecas y me arrastró debajo de él inmovilizando con su cuerpo.

-¡Maldita sea Victor, Suéltame! -maldita diferencia de tamaño, maldita sea la fuerza que tenía, maldita parca loca.

-Calma fiera,  tus ojos se pusieron verdes como esmeraldas del enojo - Los ojos negros como avismos brillaban al mirarme, era obvio  que esto lo divirtió, podia verlo reflejado en ellos, ¿habria algo que hiciera que no lo divirtiera?

Desde que tire  de  Victor al piso su cabello que tenia el corte de bastante normal para cualquier hmbre en sus veintes estaba revuelto y esos pelitos que estaban fuera de lugar se movian con el viento tranquilamente, cabello negro como la mismisia noche, se veia bastante suave y brillante,  mientras victor de reia  safe mis manos de su agarre y levante mi mano para aomodar esos mechones rebeldes de su cabello, dejo de reir en ese mismo instante, pero estaba demasiado ocupada para prestarle mucha atención.

Me gustaba mucho como se sentia el tacto de su cabello en mis manos, era mas suave de lo que espere y en mis manos blancas solo resaltaba el color negro de su cabello, debo admitir que era bastante hermoso, mi cabello tambien era negro pero tenia leves momentos de bipolaridad donde segun la luz este parecia tener rayos de color cobrizo casi  rojo, por lo quee mi familia siempre me comparo con mi gato bombay de ojos verdes que tuve cuando era niña, el cual tenia el mismo prblema con su pelaje negro-cobrizo.

-¿Eli?

El nombre que salio en un susurro casi inaudible de la boca de Victor era mi nombre celestial, el cual de no ser por nuestro pacto, el no deberia conocer, pero la manera en la que lo dijo es tan extrañamente común, tan normal como escuchar mi nombre de la boca de mi madre o amigos, pero a la vez se sentia tan mal, tambien la reaccion de victor dfinitivamente no era la de siempre y su voz que parecia decir el susurro en una pregunta, parecia querer encontrar una respuesta, baje lentamente la mano de su cabeza y me concentre en sus rasgos, en sus ojos, un claro avismo negro con repuestas sin resolver  a miles de preguntas, pero en mi cabeza solo surgio una pregunta ¿exactamente que eran las parcas y porque  enloquecen?, pero en vez de decir la pregunta en voz alta solo le devolvi el susurro




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