El tiempo había pasado sin que me diera cuenta, esto debido a que estuve encerrada con las hadas, estuve poco tiempo con ellos, pero el tiempo en el mundo terrenal había pasado nuevamente más rápido, cuando salimos del agujero de gusano, ya estaba oscuro nuevamente y el cielo que brillaba con miles de estrellas demostraban que era nuevamente de madrugada, una en que según el calendario lunar la luna estaba parcialmente llena, al 79%, en cuatro días sin incluir hoy se abriría el portal.
La luna era hermosa y al no haber contaminación lumínica iluminaba el camino con su tenue luz, sabía que era hermoso pero no podía tomarlo de esta manera, perdí más de un día de búsqueda, aun contaba con el rastro de Gabriel pero no con el de Lily, esto debía ser rápido, me estaba volviendo impaciente, encontrar y dejar a Adam seguro me tomo tres días si contaba el día que gaste con el rey de las hadas.
-Casi salimos de tierra mágica, aún tienes a Gabriel ¿Verdad?- Los ojos de Monica se veían un poco preocupados.
-Si, aún está conmigo.
-Bien, démonos prisa, la luna llena se acerca.
Me da un poco de alivio saber que no soy la única en este momento obsesionada con el tiempo, por el cielo, que cuando escribí en mi currículum que puedo trabajar bajo presión era un total fraude, pero de alguna manera lo maneje bien en la multinacional, pero justo ahora estaba saliendo mi verdadera naturaleza obsesionada con el tiempo.
-Ahora que lo pienso, ¿como se llamaba tu gato? El de la fotografia en tu cuarto, el que tiene el pelo negro y ojos verdes como los tuyos.
Sentía como la tierra en la que pisamos empezaba difuminar lentamente la magia, mientras Victor se había acercado a mí para hacerme una pregunta estúpida.
-Oreo, se llamaba como las galletas.
-Pfff ... .Ha ha ha.
Victor imbécil, Oreo fue mi mejor amigo cuando era una niña, fue un gato que tuvo una buena y plena vida felina, era tan dulce y amable como ningún otro gato, murió cuando cumplió los 20 años, por lo que el veterinario dijo que había vivido una buena vida, papa lo habia traído para ser mi compañero de vida pocos meses después de mi nacimiento, por lo que él murió cuando iba a la universidad, llore mucho.
-Siempre te gustaron los gatos y Oreo era muy especial.
Escuché la voz de Lucas hablar con más tranquilidad y afecto sobre el felino por lo que me sentí cómoda.
-Tal vez no lo sepas pero Oreo, al igual que muchos animales sensibles pudo vernos, él probablemente sabía que tú también eras especial.
No quería continuar hablando más de Oreo, por lo que me mantuve callada, y tampoco iba a preguntar cómo una niña pequeña si mi gato se encontraba en el cielo de los gatos, eso solo seria vergonzoso, estoy bastante satisfecha con saber que Oreo tuvo una buena vida mientras estuvo a mi cuidado.
El piso finalmente se aligeró, por lo que de inmediato me di la vuelta y mire a todos, probablemente ellos lo sintieron al igual que yo, salimos de la tierra mágica, de inmediato toque mi collar y lo sostuve con mis dedos, este parecía avisarme que su poder estaba de vuelta.
-Oreo era un gato de bruja, ¿No has pensado en tener otro compañero como él, pude vernos y te seria de ayuda, además ayudarás un gato callejero?
Victor tomó mi mano mientras hablaba y en tanto yo tomé la mano de Lucas.
-¿Gato de bruja?
Lucas tomó la mano de Monica, todos necesitábamos teletransportarnos al mismo lugar, por lo que nos tomamos de la mano.
-Antiguamente se las decía así a los gatos o animales que nacen sensibles, por lo general eran las brujas blancas las que adoptaron estos como compañeros, pero, ya sabes, comenzó la caza de brujas indiscriminadamente, así que muchos de estos nobles compañeros murieron junto a sus brujas. Así que ahora es difícil encontrar un gato como Oreo, nacen muy pocos con esas cualidades.
Sacudí la cabeza, no quería otro gato y tampoco buscaría uno, había amado a Oreo tanto que no soportaría tener otra mascota, respire hondo y despeje mis pensamientos de mi amigo gato, finalmente arrastre a todos conmigo. En un segundo mi visión cambió y sentí tensarse el hilo que me une a Gabriel, estábamos justo en la orilla de un río, solté a Victor y Lucas y mire hacia arriba sobre nosotros se elevaba un puente, no muy grande, pero tampoco pequeño, mire más allá del puente y pude vislumbrar varios edificios imponentes, luego mire hacia atrás y adelante y pude ver casas y apartamentos de una arquitectura que había visto en televisión, pero no mientras viva, No sali mucho del país mientras vivía, solo visite Londres y París, por las vacaciones, ahora me arrepentía de no haber recorrido europa.
-¿Dónde estamos?
Se que fui yo la que nos trajo pero esto no significaba que supiera a donde, yo solo sigo el hilo y el y mi collar harán el resto.
-Fráncfort del Meno, Alemania.- Lucas Señaló el puente y los edificios
-Pasamos de estar en medio de la pradera y el bosque a estar en la ciudad.
Victor frunció el ceño mientras hablaba, pero para ser sinceros no esperaba estar en tierra de hadas nuevamente, así que de alguna manera sabía que podía ser un lugar totalmente opuesto. Luego Victor se acerco a mi y me sostuvo por los hombros por detrás, recostó la cabeza en mi hombro, parecía calmado antes de empezar a reír.Mire a Lucas en busca de una respuesta.
-Su cuerpo está cansado.
-Puede que tu no lo sientas,pero desde que empezamos a buscar a tu amigo han pasado tres días, en los cuales apenas he comido, mucho menos dormir.
Sentí su aliento cálido en mi odio cuando me hablo y me sentí mal por el, no debe ser nada agradable, pero por suerte ese no lo matara, aunque ahora que lo pienso ya habia experimentado que es ser golpeado inumerables veces, sentir dolor, pero que este no pare, era como una tortura, talvez por eso el rey de las hadas decidido dormirme mientras me capturaba.
-Lo siento.
Victor dejó que sus manos cayeran a los costados y después las alzó y las enredó en mi cintura, lo que había visto en estos días, es que este hombre podía ser como un niño, hacía pataleta cuando tenía hambre y se enfurruña cuando tenía sueño, no pude evitar reírme.