Muerte Platina

Capítulo 15. El ayudante de la parca inexpresiva.

Antón no parecía para nada incómodo de estar involucrado con nuestro mundo, al contrario la mirada que se dirigía hacia mi era de emoción, y además sus ojos buscaban por todos lados como si trataran de localizar lo que no podía ver, los ángeles custodios; yo podía verlos y escucharlos claramente, pero el no podia, pero al parecer podía sentir su presencia,simplemente decidí ignorar esa parte, lo mejor era no decirle que lo que sentía era el aura de los custodios.

Además los custodios sabían que Antón de algún modo era especial lo que parecía darles curiosidad, pero eso era todo, era como un límite imaginario impuesto que nadie se atrevía a traspasar, tomé nota mental sobre dónde se sitúan los límites entre lo que puede ser visto y lo que no debe verse.

-Antón esta es Rose, o ese dijo el ángel de la muerte que era su nombre, es una salvadora de sobre color plata.

Eso me hizo caer en cuenta que nunca me presenté formalmente con Dereck, pero era más bien como ese tipo de situaciones donde no necesitas presentación porque alguien más ya se ha encargado de hacer los honores.

-Es un honor conocerla señorita Rose, esta es la primera vez que  conozco a uno de tu tipo y es un orgullo para mi familia poder ayudarle.

-Bien, Antón es quien puede ayudarnos en la investigación, hablale sobre lo que buscas, él está capacitado, no dude en decirle todo con detalles.

Eso de alguna manera me alegra, de lo contrario las explicación puede volverse extensa mientras trato de explicar que busco a Gabriel y que la comunicación con el vínculo se vuelve cada vez más complicada.

-Siendo sincera esta es mi primera misión, mori en un accidente  con mis amigos, yo me convertí en lo que ves, pero mis tres amigos fueron secuestrados por demonios, en especial por que sus almas son de asignación especial, ya encontre y rescate a uno de ellos, el vínculo con otro se rompió, y el único vínculo que me queda me trae a este lugar, pero por alguna razón se siente tenso y nublado por lo que no puede guiarse del todo a su rescate.

-Umm…de casualidad, ¿Se siente como niebla espesa lo que está bloqueando?- Ellos realmente parecen estar informados sobre lo que ocurre en sus territorios.

-Si.

-Veo, de hecho esto ha estado ocurriendo desde los últimos tres meses, pero hasta ahora el cielo no ha dado órdenes de informar, por lo que no lo creímos demasiado grave, pero se han reportados algunos casos de personas desaparecidas que vuelven a aparecer y no recuerdan dónde han estado, sus recuerdos están nublados como si hubiera una pared de algo entre sus recuerdos y la verdad.

-Si, es así tal vez podamos ver a una de esas personas y ver qué ocurre con sus recuerdos.- Tal vez una de las personas que estuvo desaparecida podía ser la clave para encontrar lo que estoy buscando o desenmarañar el enredo en la comunicación con Gabriel.

-Me temo que eso no se va a poder señorita.

-¿Por qué?

-Todos los desaparecidos murieron una semana después de regresar de una aneurisma cerebral.

Todos nos quedamos en silencio, uno del tipo que nadie sabe qué decir en este instante, pero que es consciente que hay algo aún peor en toda la historia.

-Tengo un mal presentimiento sobre esto.

Como lo había dicho Monica a mis espaldas, probablemente ella no era la única con un penumbroso presentimiento, yo también podía sentirlo, pero no era un sentimiento que venía desde que llegué a Alemania, era uno que nació desde  el momento que me di cuenta que el auto iba a caer por el barranco.

-Ve al grano.

La voz de Dereck sin ningún tipo de tono me hizo retomar la compostura, lo que está pasando puede ser una pista clave para encontrar a Gabriel, por lo que necesitaba concentrarme.

-Cada alma de esas personas desapareció como si en ningún momento hubiesen existido, tratamos de rastrear lo que estaba  pasando, pero fue imposible, no es solo Fráncfort, en toda Alemania es imposible de rastrear. 

-¿Ha ocurrido en más lugares?.

-Si, en Nuremberg y en Bremen. Se han registrado al menos un total  de 25  casos iguales si contamos a Fráncfort.

Había demasiadas coincidencias, almas robadas y casi desaparecidas del faz de la tierra, casi como ocurrió con mis amigos, incidentes y accidentes sin sentido, el ángel de la muerte dando órdenes de ayudar a Dereck, el presentimiento de Mónica de necesitar mi forma mundana. Había algo que debíamos estar pasando por alto, pero aun no podía distinguirlo y eso me estaba frustrando.

-Tienes la información de las personas, debe haber algo en común con ellos, tengo el presentimiento que no son solo personas al azar.

-Si, por supuesto señorita, la información está en la casa de Berlín de mi maestro, ahí es donde se almacena la información que recogemos.

-Baño y manos.

Cuando Dereck hablo y extendió la mano haci mi, lo supo de inmediato, nos dirigimos al baño, ya que era el lugar donde no habia camaras y nos transportaremos a la casa de Dereck en Berlín, no lo dude y sujete su mano a la par que Lucas puso su mano sobre mi hombro, para disimular un poco con Antón sobre su existencia, en cuanto a Antón el solo hizo una reverencia de despedida, el no iría con nosotros, el resto de la información parecía estar en los documentos y tal vez debía desactivar las cámaras  ya que no volveríamos a esta oficina a menos que fuera necesario. 

La siguiente vista que vi me fue bastante similar a la de Fráncfort, nos encontrábamos dentro de un apartamento cubierto de sábanas blancas por todas partes, que indican que nadie había estado aquí en algún tiempo.

-Han pasado ocho años desde que vine a Alemania, seis  desde que vi a Antón.

Como si supiera lo que estaba pensando, Dereck se adelantó a responder la pregunta que le iba a formular, sólo me encogí de hombros, y solo mire las acciones de Dereck, lo primero que hizo fue sacar  la sábana blanca de uno de los cuadros de la pared que se reveló a mis ojos, siempre he sido buena en historia y un asco en geografía, pero conocía esa obra, era “Pity” de William Blake cuadro basado en 'Macbeth' una obra de tragedia de William Shakespeare, hasta donde sabía la original estaba en Londres, pero ya estaba en un punto donde no sabia que era real o falso, mi mente por ahora asumió que esta era solo una copia, desvie mi mirada un poco del cuadro.




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