Muerte Platina

Capítulo 19. Agua espesa como la sangre.

Los tres nos trepamos rápidamente a la baranda del puente, ya podía escuchar la gente acelerarse o correr hacia nosotros, por unos locos que quieren saltar del puente, sacudí la cabeza, no había manera lógica de explicar lo que estábamos haciendo, Victor tomó la mano de Dereck y a su vez Dereck sujeto la mía con una fuerza aterradora, era para asegurarse que no me soltara, solo espero que no me rompa la mano antes soltarme.

Victor fue el primero en saltar arrastrando así a los demás, lo último que pude escuchar, antes de sentir el vacío de la caída fue las personas gritar y los autos frenar de la impresión, en definitiva habíamos dejado un total desastre detrás de nosotros.

Luego lo único que pude sentir fue el impacto de la caída, esta vez se  sintió diferente, ya había saltado en una ocasión al agua del rio Main, pero esta  vez definitivamente no habiamos caido en agua, se sentía un poco viscoso y no podía abrir los ojos, en lo que habíamos caído era algo más espeso que el agua, sentí un pinchazo, sentí mi mano bastante adolorida, al parecer Dereck realmente nunca solto nuestras manos, no podia verlo pero lo más probable es que la de Victor tampoco haya sido soltado, si hubiera sabido que esto iba a ocurrir mejor nos hubiéramos atado las manos, creo que eso era más seguro que lo que estábamos haciendo.

La sustancia en la que habíamos caído cada vez se sentia mas espesa, no pude aguantar la respiracion por mas tiempo y finalmente abrí la boca para respirar, aparte de la insoportable sensación de ahogo, no nos iba a pasar nada, pero sentir que tu cuerpo se llenaba de un líquido extraño y te ardían los pulmones no era nada agradable y era bastante doloroso, quería toser y vomitar todo lo que estaba entrando por mi boca y nariz, pero eso era imposible por ahora, después de un par de segundos con el líquido entrando en mi boca, finalmente mi boca se llenó con el asqueroso sabor a hierro, sabia a que pertenecía este sabor, no era otro que el sabor de la sangre, sentí nauseas, esto parecía ser sangre, no era algo en lo que alguien normal quisiera nadar y el estar en mi cuerpo mundano solo hacía que la sensación fuera aún más horrible. 

Volví a cerrar la boca, no queria que más de ello entrara en mi boca, prefería soportar la sensación de ahogo, solo podía sentir que nos hundimos, incluso si intentamos nadar simplemente éramos arrastrados hacia abajo cada vez con más fuerzas, era como sentir que algo te agarra de los tobillos y jala hacia abajo bruscamente, este en definitiva era el camino correcto.

Trate de sentir la conexión con Gabriel, pero era muy débil como si esto fuera lo que generaba la interferencia entre nosotros, habíamos entrado al caos del huracán, pero sabía que este era el camino correcto, todo era gracias a Lisa, esa niña era bastante valiente, tenía que reconocerlo. Sentí a Dereck retorcerse, todos estábamos empezando a sentir desespero, mi estomago de pronto empezó a sentirse frío y empezó a doler, al principio creí que era por esta situación, pero el frío se extendió por todo mi cuerpo y empecé a sentir que algo era arrancado de mi, por los movimientos de mis compañeros entendí que ellos también lo sentían, volví a abrir la boca de la sorpresa pero eso solo empeoro las cosas, luego de ello finalmente sentí dos tirones, uno que se sintió en mi pecho y otro en mis pies, algo había sido quitado de mi pecho mientras me arrastraban de los pies fuera de este lugar.

La sensación de ardor se había reducido desde que sacaron algo de mi pecho, no me costaba respirar del todo, una vez fuera de ese líquido que al parecer era sangre, estaba tirada quien sabe donde como si me hubiera desmayado, pero estaba despierta, maldije para mis adentros, en ese ultimo tiron nuestras manos se habían soltado, sabia que debi atarnos, me moví un poco limpie el líquido que tapaba mi visión y no me dejaba abrir los ojos, aun estaba tirada en el suelo, pero al menos ahora podía ver, lo primero que mire fue mis manos, estaban cubiertas de un líquido rojo, tal y como lo sospeche, realmente había nadado en sangre, me incorporé un poco, pero mi cuerpo se sentía pesado y la sangre se sentía pegajosa por todas partes, debía de parecer el personaje de alguna película de terror, esto enserio me estaba volviendo loca.

-Un gato se ha colado en la ratonera.

Una voz gruesa  resonó en mis oídos, me puse alerta y de un salto me puse de pie, aunque perdí el equilibrio y volví a caer de rodillas, esto era humillante, pero no me sentía del todo bien. Mire rapidamente a mi alrededor, no veia a Victor y Dereck por ninguna parte, realmente nos habiamos separado al llegar a este lugar, lo siguiente que mire fue a los dos demonios que estaban frente a mi,  uno era era de los que parecian casi humanos, excepto por su boca, sus dientes totalmente podridos seguian sonriendome y sus ojos rojos como la sangre estaban ansiosos por atacarma, el otro demonio era de los que parecia una mantis,de color gris, una incluso mas grande que una persona promedio, me recorrio un escalofrio por la espanda al darmen cuenta que mi cascara llamada cuerpo no estaba, eso era lo que habia sido arrancado por los demonios cuando senti el tiron en mi pecho.

Esto era bastante malo, era obvio que debía enfrentarme a esos dos, mire a todos lado pensando en como sacar mi espada y mi capa de la mochila, estaba en un lugar bastante raro, si tuviera que describirlo, era un mundo post apocalíptico después que el agua del mundo se hubiese agotado, estaba en un desierto y en el horizonte se veía lo que parecía ser un tipo de ciudad abandonada y en ruinas. Los demonios se comenzaron a reír, tal vez al verme tan aturdida.

-El gran demonio estará feliz con lo que encontramos, un salvador no es algo que puedas obtener todos los días mientras recoges almas, mira este precioso collar, tal vez nos deje alimentarnos de la desgracia de una de esas almas.

No lo pensé dos veces y tome un puñado de arena en mis manos y se lo lance a los demonios mientras me volvía a poner de pie, la arena era tan fina como la sal , pero sirvió de distracción por unos segundos, me seguía sintiendo mal, pero no había nada que pudiera hacer, me concentre y mientras los demonios corren a mi, saque la espada, y corrí en dirección contraria a ellos, mientras sacaba la capa, una vez en mis manos, me la puse rápidamente y me volví a los demonios con la espada en las manos, tenía que derrotar a ese par, de lo contrario sabrían rápidamente que me infiltre a este lugar, debí pensarlo mejor antes de saltar, era obvio que habrían demonios rondando y vigilando este lugar, también sabía que tarde que temprano se iban a enterar que estaba aquí, pero en mi caso entre más se demoran en saber que estoy aquí, mejor sería.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.