Las ruinas ayudaban a cubrirnos de los demonios, pero eso no era suficiente, no podíamos solo pasar como si eso no hubiera nada ahí, o como si fuera nuestra casa, el hecho de que estemos envenenados solo demostraba que no éramos bienvenidos y no es como si quisiéramos ser bienvenidos, que los demonio nos esperen con un cartel de bienvenida y una fiesta significaba que eso era el fin del mundo.
Pensé en el veneno, las parcas parecían sentirse peor de lo que yo lo hacia, pero se veían bastante normales, tal vez años de práctica ayudaban en eso, pensé por un segundo en los frascos de colores de mi mochila y pensé la descripción de uno de ellos, uno era un antídoto para este tipo de venenos demoníacos
-¿Que no tengo antídoto para el veneno?
-No funcionará si seguimos en este lugar, sería inutil ya que seguimos rodeados del veneno.
Lo pensé mejor, Dereck tenía razón si tomamos el antídoto ahora no pasaría mucho tiempo antes que volviéramos a enfermar, si queríamos que funcionara primero debíamos salir de este lugar, pero para salir de este lugar, debíamos salvar a Gabriel, lo malo esque antes de eso debíamos pasar desapercibidos por los demonios o luchar y ganar contra ellos; prefiero pelear cuando encuentre a Gabriel o cuando tenga que salir de aquí.
-Tengo una idea para evitarlos, no quiero pelear con ellos…no por ahora.
Victor parecía estar pensando en algo que lo divertía a juzgar por sonreía, su mirada se dirigió sospechosamente hacia arriba, seguí su mirada, pero lo único que vi fue el puente, mire a Dereck buscando que me explicara qué era lo que corría por la cabeza de Victor y cual era su idea, pareció entenderme y señaló haci algun lado, habia un grupo de ruinas que casi en forma de rampa del puente, que te podían llevar del suelo a estar sobre el puente, lo malo es que parecían ser del tipo que con solo soplarlas se terminaron de caer, y como si eso no fuera lo unico, tambien la rampa tenía enormes espacios de caer al vacío antes de continuar la rampa, tres posibles oportunidades de caer al suelo, y un posible derrumbe, esa era la manera de llegar sobre el puente y nada nos aseguraba que una vez allí este no se derrumbara, además también había una parte que le faltaban al puente, más oportunidades de caer.
No es que me preocupé morir al caer, eso no era posible, pero me preocupaba caer estruendosamente y llamar la atención, o caer en medio de demonios, o que el puente se derrumbara y también anunciarles a los demonios de mi presencia.
-¿Crees que funcione?
Victor ahora parecía estar en su propio mundo de la locura imaginando la cima del puente, por lo que mi pregunta era claramente para Dereck.
-Quizás.
Eso no era muy convincente, en momentos como estos me alegraba que la voz de Dereck no tuviera tono o demostrara algún sentimiento, eso ayudaba en momentos como este donde lo último que necesitaba era la verdad, no quería escuchar algo como “Esa cosa definitivamente se va a derrumbar”
-Solo vamos a subir el puente.
¿Cuales eran mis opciones?, pelear con demonios o subir al puente a punto de derrumbarse, definitivamente era el puente, no había nada más que discutir y tanto Dereck como yo comenzamos a seguir a Victor, era su idea por lo que ahora seguimos sus pasos, si nos encontraban, lo culparia, si sobrevivimos le agradeceria, eso sonaba mal, mejor simplemente no digo nada.
Nos movimos cuidadosamente entre las ruinas, el primero en empezar a escalar los restos del puente en rampa fue Victor, miramos uno a uno, eso no parecía resistir el peso de los tres, incluso cuando no tenemos cuerpo mundano, si subieramos en esa forma, ya se hubiera derrumbado, preste atención donde ponía Victor los pies, si no se derrumba seguiría los mismos pasos.
Victor se movió cuidadosamente como un gato callejero que es experto en andar por todas las cercas y techos de las casas, se movía con ligereza y delicadeza a paso suave, a medida que subía, cuando llegó al primer vacío, él se quedó quieto, como pensando en como saltar al otro lado, mire a Dereck, pero el solo estaba mirando fijamente a Victor como esperando que era lo que iba a hacer. Lo mire cuidadosamente también, él empezó a retroceder y luego comenzó a correr hacia adelante nuevamente, finalmente saltando y lanzandose hacia el otro lado, aterrizando perfectamente al otro lado, hizo una reverencia y nos hizo señas para que subieramos también a donde estaba el, bueno, al menos la estructura parecía más firme de lo que se veía.
-¿Podemos hacer eso?
Nunca he sido mala en deportes, pero nunca intenté saltar tres metros de distancia en ninguna situación ni viva ni muerta hasta el momento, Victor lo hizo parecer más fácil de lo que es.
-No.Sube, seré el último.
Asentí con la cabeza, eso de saltar grandes distancias parecía ser solo cosa de Victor, por lo que ya vería como pasar al otro lado, Dereck me ayudo a subir a la estructura, luego comencé a caminar por donde había visto a Victor poner los pies, esto realmente parecia mas estable de lo que se veía, se balanceaba un poco pero no tanto para llamar la atención o para sentir que si dabas un mal paso se iba a derrumbar.
Una vez llegué al borde mire a Victor que estaba al otro lado, estaba calmado y no parecía tener problemas de ningún tipo.
-¿Cómo voy a pasar al otro lado?
-La estructura es más sólida de lo que creí, podrá soportar el peso de dos al tiempo, tanto aquí como allá.
Victor le hizo señas a Dereck para que subiera, él también era bastante ágil por lo que llegó rápidamente a donde estaba, la estructura aguantaba el peso de ambos, aunque se sentía más inestable.
-La soga, lanzamela.
Tenía una idea de lo que pretendía hacer Victor, saque la soga de la mochila y le lance un extremo con fuerza, él la atrapó fácilmente, luego le di la otra punta a Dereck, este tambien sabia que hacer, la soga era bastante larga por lo que victor y Dereck arreglaron para que pudiera cruzar con doble del grosor doblando. No iba a pasar caminando haciendo equilibrio como en los circos, no tenía tal habilidad, por lo que básicamente empecé a arrastrarme debajo de ella, como los entrenamientos militares que había visto en televisión, envolví mis pies en la cuerda y comencé a pasar al otro lado, mientras seguía rogando que nada se fuera quebrar.