Muerte Platina

Capítulo 26. La chica del rastro de migas de pan.

Todo se volvió blanco en un segundo, el desierto y la ciudad en ruinas habían desaparecido, solo quedaba luz, era cálida, nada parecida al escalofriante lugar del que por los pelos había logrado escapar, no podía sentir a los demás, en este espacio solo estaba yo, no podía sentir las almas o las parcas, mucho menos demonios, era la primera vez desde que mi mundo se convirtió en caos, que me sentía tranquila, me relaje por un momento mientras la luz me arrastraba como una corriente suave. A diferencia de cuando salté al río y el agua se había convertido en sangre y me arrastraba bruscamente y desesperadamente, esta era una sensación reconfortante, suave y pura.

A diferencia de las almas yo podía sentir, por lo que pronto comencé a sentir algo nuevo, una sensación de familiaridad me invadió, empecé a sentir algo a mi alrededor,trate de respirar pero me ahogaba, abrí los ojos y reconocí el lugar donde estaba, agua, era agua  en lo que estaba, empecé a nadar hacia arriba y luego de la luz de la luna lo siguiente que me recibió fue la vista de un enorme puente, me rei, estábamos de vuelta, rescatamos a Gabriel y a las demás almas incluyendo la de Lisa.

Mire a mi alrededor, pero además de las almas en forma de energía que flotaban a mi alrededor no había nada, preste mas atencion al agua y pronto de las profundidades emergieron dos parcas, dos almas especiales y más almas en forma de bolita que flotaban alrededor, el agua se estaba terminando de llevar la suciedad que habíamos acumulado en el mundo del espejo del caos, la corriente se llevaba los rastros de sangre, arena y tierra lejos de nosotros, me hundí un poco más en el agua y lave mi cara y metí las manos en mi cabello tratando se sacar la suciedad restante, luego volvía a salir del agua y vi que Dereck y Victor hacían lo mismo, estábamos tratando de quitarnos todo lo que nos enfermaba; mire nuevamente hacia arriba y grite al puente.

-¡Hola!¿Hay alguien arriba?

En pocos segundo dos ángeles custodios y Anton quien al parecer había llegado al puente, asomaron la cabeza detrás de los barandales.

-¡Lo lograron!¡Señor Dereck es usted increíble!

El primero en gritar y aplaudir fue Anton, mientras los ángeles siguieron su  ejemplo y aplaudieron, el inexpresivo Dereck solo lo saludo con la mano, para tranquilizarlo a mi parecer.

-¡Suban todos!

Eso confirmaba mis sospechas: Anton podía ver almas, pero no los ángeles, ya que básicamente actuaba como si estuviera solo en el puente, pero su mirada si registraba a las esferas de luz, a Lisa y Gabriel.

También lo saludé con una mano, al igual que Victor, solo que nosotros si le sonreímos de vuelta, los ángeles estaban justo a su lado haciendo señas que subieramos, pero eso él no lo sabía. Nadé hacia donde estaba Gabriel y lo tomé de la mano, luego toque mi collar y nuestra visión rápidamente cambió, estábamos sobre el puente, las almas estaban secas, mientras el resto de nosotros estábamos empapados de la cabeza a los pies.

Una vez tocamos el suelo del puente, de inmediato me sentí inestable y la cabeza me dio vueltas, Gabriel me sostuvo rápidamente para darme algo de estabilidad, no caí al suelo, pero las dos parcas que me acompañaban no tuvieron tanta suerte, estas si cayeron al suelo de rodillas, era el efecto del veneno lo que nos causaba esto.

-¿Cómo lo rompiste?¡¿Cómo rompiste el maldito espejo?!

Al principio Victor hablo calmadamente, luego grito como si hubiera visto la cosa mas sorprente y finalmente empezo a reir como demente, mire a Dereck pero solo sacudio la cabeza, eso significaba que era una reaccion normal de él, bueno era cierto que esa era su tipica  risa de maniatico, también sacudí la cabeza.

Solte a Gabriel y empecé a revisar la mochila con mi arsenal de cosas, encontré una serie de frascos, todos eran muy parecidos a frascos de laboratorio, muy parecidos, lo que los diferenciaba era el color de lo que había dentro, saque los frascos y encontré dos con la inscripción “Para veneno demoníaco” ambos eran azules, uno azul claro como el cielo en verano y el otro azul oscuro como el mar, uno era polvo y el otro líquido, me quedé mirándolos como estúpida, no recordaba cual se utilizaba en nosotros y cual en caso de ser necesitado en las almas.

-Pon el polvo en agua bendita.

Lucas que pareció notar mi indecisión, habló estando a mi lado, alcé mi mirada y lo mire, el solo asintió con la cabeza, sonreí en agradecimiento, mire a Monica, esta se había llevado a Gabriel y lo abrazaba mientras le hablaba sobre que era su ángel custodio, me encogí de hombros, saque el agua bendita, guarde el otro frasco y solo deje el que contenía el polvo azul oscuro, saque un poco, una pizca, como si fuera sal y lo vertí en el frasco de agua bendita, el agua se tornó del color del mar, guarde el frasco, rápidamente me tome lo correspondiente a un cuarto de botella, luego se lo pase a Dereck; ya estábamos muertos por lo que no había problema si tomamos de la misma botella, ningun virus o bacteria iba a contagiarse entre nosotros.

Al instante me comencé a sentir mejor, mi cabeza comenzó despejarse y volverse más clara, mi estabilidad también estaba regresando poco a poco y todas las heridas que tenía encima estaban empezando a sanar con su rapidez normal, era de igual para las parcas, las quemaduras de Victor, que eran horribles y se estaban curando muy lentamente, empezaron a sanarse de manera rápida, por fin nos habíamos librado del veneno, al ver que sus heridas estaban sanando a velocidad normal, Victor comenzo a reirse de nuevo, sacudí la cabeza y mejor me acerque a Gabriel, estaba con Monica, tenía cara de sálvame, por lo que me reí para mis adentros, ya que debía sentir que una completa desconocida lo estaba acosando.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.