Muerte Platina

Capítulo 40. El barco abandonado.

No podía sentir nada, solo mis emociones a flor de piel y un profundo sentimiento de terror como si no hubiese un mañana, esto no podía ser de esa manera, el tiempo realmente se había agotado y había caído cruelmente en la trampa de los demonios, era un completo desastre más allá de lo que podría haberme imaginado. Había roto innumerables reglas solo para traerlos a salvo, había hecho todo lo que estaba a mi alcance, pero no era suficiente, ahora realmente no era suficiente, sentía que iba a enloquecer. Recorde levemente la cara de Victor, totalmente desconcertado, como si no entendiera mis palabras, como si sus oídos se cerraron a la verdad, pero en vez de eso, yo lo habia reconocido, nos habian engañado y estas eran las consecuencias, podria perder a una de las personas que mas ame y sigo queriendo como si no hubiese un mañana.

La luna llena era la pieza que faltaba en mi rompecabezas, todo tenía sentido, la isla de dos caras, la cabaña, la torre y la manera extraña de actuar de los demonios, todo era parte de la trampa, no tenía tiempo para calmarme y pensar en las cosas, no ahora que realmente me había quedado sin tiempo.

-¡Detente! - Siento un agarrón por la espalda y luego ser prisionero de cuatro brazos, los de Victor y Dereck.

-No, no puedo, tengo que sacarla de aquí ¡sueltenme!- No me había dado cuenta, o tal vez lo había ignorado, pero mi voz era un manojo de emociones sin control.

Por supuesto Victor y Dereck no me soltaron, su firme agarre permaneció por más que me moví y por más que trate de soltarme. Finalmente me rendí y dejé de moverme, pero  no despegue la mirada del barco de madera abandonado en medio de un mar interminable de ceniza que solo seguia y seguia cayendo como nieve, la ceniza ahora nos cubría casi todo el cuerpo, excepto la cabeza, pronto nos enterrara totalmente debajo de ella.

-Calma, debemos actuar rápido y saber en dónde está antes que las cosas empeoren.

Si, las almas aún no habían sido transportadas, de lo contrario la cadena alrededor de mi alma ya se hubiese roto, aun seguía conmigo, aun podía salvarla, era una sola oportunidad. Me soltaron al verme asentir con la cabeza, sólo entonces me di cuenta que aún tenía la espada en la mano y había corrido a toda prisa sin percatarme de ello.

-Debemos saber en dónde está ella, y cuál es el punto de traslado.

Volví a asentir con la cabeza a la voz de Dereck, el mundo en el que estábamos ahora era en sí una prisión diseñada para nosotros, para contenernos de arruinar sus planes, pero debía haber una entrada al mundo real donde transportaban las almas y donde podremos ver la Luna y la puerta a ese mundo no era otro que el barco, había visto a los demonios atravesar la puerta de un lado a otro, solo que no tenía idea de como lo hacían; ya habíamos estado allí  antes, y a aparte de quedar atrapados en una ilusión no habíamos encontrado nada más.

-¿Cómo atravesamos el otro lado?- Victor miró fijamente el barco conmigo mientras hablaba, como si entendiera mis pensamientos, volvimos la cabeza  hacia Dereck.

-En realidad creo que los custodios ya deben estar del otro lado, por lo que debe haber algo más -Estamos pasando algo por alto, resumiendo la historia de Dereck.

Me sentí un poco mejor al saber que había una alta probabilidad que los ángeles ya estuviesen en el lugar, ellos nos ayudarían y ganarían tiempo, no dejaría que almas inocentes fueran arrastradas sin más al otro lado, ellos definitivamente pelearán, nosotros éramos los refuerzos, por lo que necesitábamos estar de inmediato al otro lado. Nos acercamos al barco silenciosamente como un león en medio de una cacería, para que los demonios no nos notaran, la ceniza ya había llegado a mi barbilla y pronto cada vez que intentara abrir la boca, comería ceniza, lo cual no sonaba nada agradable.Toque mi pecho, la conexión estaba ahí, pero no había nada más, como si las emociones estuvieran drenadas o hubiese una interferencia, tal como ocurrió en el mundo en ruinas. Cuando nos acercamos lo suficiente pudimos ver claramente a los demonios, viejos conocidos a los que ya nos habíamos enfrentado, supuse que estos eran los guardias reales de la prisión, caminaban de un lado a otro como si nos esperara, algo obvio luego de  nuestro escándalo en la torre y que los demonios alarma hicieran sonar sus chasquidos ruidosos.

Volteé a mirar atrás y me di cuenta que la montaña de ceniza que habíamos escalado en primer lugar, en realidad era una torre bajo la apariencia de montaña e incluso en la cima aún debía permanecer la pequeña cabaña. Mire mis manos y recordé lo que estaba escrito en la mesa de la cabaña “la sangre no siempre es más espesa que el agua” algo surgio en mi mente ¿por que de la nada pusieron demonios en el barco, cuando no había?

-La sangre, ¿no era eso lo que estaba en la cabaña? -Hable en voz baja, alzando un poco el mentón para no comer ceniza.

Solo esas palabras bastaron para que Dereck comprendiera algo y asintiera con la cabeza como si lo comprendiera depronto, yo había dado la primera parte de la pista y él parecía haber deducido por sí solo la parte que no pude comprender, el acertijo no parecía referirse a nuestra sangre, si no a la de los demonios, los únicos capaces de atravesar al otro lado eran los demonios, ya que sólo ellos poseían sangre de demonios. Si esto era en verdad cierto, solo significaba que algo o alguien nos había dejado pistas con toda la seriedad del caso e incluso nos había dado un acertijo para salir de el reloj de ceniza que no era más que una prisión. Bueno no sonaba para nada mal desangrar un par de demonios, sonaba como algo que realmente quería hacer, estos seres solo querían la destrucción y se empecinaba en conquistar todo lo que pudiese vivir, solo para hacerlos sufrir y disfrutar de ello.




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