Estamos solos en este mundo,
nacemos sin nada y sin nada moriremos,
una existencia efímera y pasajera,
sin garantía de otro despertar siquiera.
Pero aunque estamos solos,
podemos compartir en el camino,
caminar juntos por la vida,
y dar sentido a nuestro destino.
Las cosas que poseemos,
tan solo son temporales,
el tiempo las arrastra con furia,
y se pierden en los turbios ramales.
Apreciemos lo que tenemos ahora,
y vivamos cada instante con pasión,
porque el mañana no es seguro,
y puede ser que no haya otra ocasión.
Así que mientras estamos solos,
abracemos a quienes están a nuestro lado,
vivamos cada instante como si fuera el último,
y construyamos un mundo lleno de amor y cuidado.
Porque en el final todos nos iremos solos,
como vinimos sin nada,
pero podemos llevarnos dentro,
un espíritu lleno de amor y valentía resguardada.
© HAYST