Mundo espiritual

Espíritu santo

POV Elena

—Ya dije lo primero ahora lo segundo. Es probable que tengas algunos sentidos espirituales activados o tengas el don de discernimiento de espíritu —me conforta—. Mayormente estas cosas dan miedo, pero eso es porque al ver películas de terror nosotros lo asociamos con algo malo por el temor que se ha entrado mediante estas cosas. Porque así nosotros pensamos primero que ¡oh debe ser un fantasma que me persigue qué horror!

—Tienes razón —respondo.

—Y es que existe un mundo espiritual, es más, este es una copia de ese porque el espiritual fue primero —dice él compañero de Matthew—. Puedes revisar el génesis cuidadosamente y veras lo que quiero decir.

—Cierto —expresa Matthew— se pone más fuerte el mundo espiritual en la noche a partir de las 12 hasta las 7 de la mañana—. Por eso recomiendo orar a estas horas.

—Interesante —digo—. Entonces, supongo que debo orarle al Espíritu santo y después a Dios.

—No, El lo que hará es ayudarte a orar al padre como dice en (Romanos 8:26) el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad pues hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles —contesta Matthew— puedes alabarlo si quieres, además, debes de hacerlo real en tu vida, trata de hacer las cosas con su ayuda, invítalo a morar en ti y dile que lo necesitas que El vendrá.

Asiento con la cabeza pensando en todo esto y el compañero de Matthew le recuerda que tienen que ir a otra cita dentro de un par de minutos y que ya deberían de estar en camino, entonces, su compañero se despide y él también caminando hacía la salida.

—Elder Palmer —llamo a Matthew haciendo que se detenga, porque no quería que se fuera.

—Elena —articula suavizando la vos como si supiera la razón entonces me acerco hasta él— mi misión está por terminar en unos días, puedo darte mi Facebook para que podamos seguir en contacto si quieres —exclama examinando mi semblante.

—Claro que si Matthew, digo Elder —contesto peinando mi cabello con nerviosismo.

—Está bien, no pasa nada Elena —manifiesta— la verdad es que me gustó que me llamaras por mi nombre, tengo que salir, hablamos después—dice tratando de alcanzar a su compañero.

Y yo voy directo a mi cuarto para empezar a poner en práctica lo que él dijo.

Lo primero que hice fue cantar alabanzas duré como una hora, sentía en esos momentos el vapor frío que llego a mi lado que tocaba también mis manos alzadas —bien —pensé—está aquí el glorioso Espíritu santo, ahora voy a saber si se queda o se va.

Después en ese mismo día leí la biblia y cuando empecé a leerla lo sentí cerca, a mi lado estaba —entonces no te has ido —susurré.

Hice mis quehaceres, es decir, fregar, trapear, hacer la tarea y en todo momento estaba conmigo no se alejó en ningún momento era como mi si tuviera un guarda espalda.

Cuando estaba con mis padres y comenzaban a hablar de sus vecinos hablando mal de ellos o decían una maldición le pedía al Señor que protegiera mi mente para que no llegue a mi ninguna mala influencia y se me pegaran esas costumbres. En esos momentos pasaba algo increíble, percibía que el Espíritu santo hacia algo en mi cabeza como si le pusiera un lazo y arriba lo atara con algo porque sentía como un pequeño peso arriba de la cabeza y entonces escuchaba las cosas, pero no se quedaban en mi mente ni tenían influencia en mí.

Al dormir El se acomodaba a mi lado y empezó a crecer o a surgir dentro de mi mucha ternura hacia El, encontrándolo adorable la forma de cuidarme.

Además, cada vez que iba a orar le hablaba —Espíritu santo, ven oremos juntos y ayúdame a orar al Padre que te necesito —inmediatamente se colocaba a mi lado y al orar era como más perceptible su presencia, más intenso.

No solo le hablaba cuando iba a orar, también lo hacía todo el día y en las madrugadas volviendo a despertarme convirtiéndose en una costumbre agradable porque me ponía a orar y me acostaba y cerraba los ojos, pero seguía despierta hablándole al Espíritu santo.

Pasó una semana con está rutina de incluirlo en mi vida y fue realmente genial ver cómo me da dominio propio, reprende cuando iba a cometer algún pecado, aconseja, me guía a través de las escrituras cuando no entendía algo y consolaba cuando pensaba en mis padres y hermanas, además de todos aquellos que todavía no eran salvos, me entristecía mucho por ello.

No desistí con sacar todo lo que era anatema en la casa, pero no me creían. Mi madre solo guardo los retratos en su habitación y las demás cosas permanecieron en su mismo sitio.

Ella buscó agua bendita y la rocío por la casa haciendo que oremos junto con ella, todo seguía igual, pero dejaba que lo hiciera si los hacía orar. Además, estando ellos con los ojos vendados y llenos de incredulidad no perdí mis esfuerzos por hacerlos entender pues cuando estaba en YouTube me encontré con un estado que decía: tu familia depende de ti, ¿por qué? Porque tú eres la luz en ese lugar lleno de tinieblas y si te apagas ¿qué será de ellos? Tú debes mantener esa llama dentro de ti y orar sin cesar por tu familia, porque ella depende de ti. Cuando lo vi fue inevitable no llorar y di gracias a Dios por darme ánimos ya que era como si dijera "esfuérzate y se valiente".

Por consiguiente, el domingo mi madre se acercó a mí —Elena, ¿todavía sientes esos espíritus? —preguntó.

—Sí, ¿por qué?

—Tenemos una cita mañana con alguien de la iglesia que te puede ayudar con esto que percibes, ya que, conoce sobre estos temas —expresa.

—Muy bien —digo para ver si está persona puede hacerlos a ellos entender todo esto de lo espiritual y dárselos a conocer.



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En el texto hay: espiritus, terror, demonios

Editado: 18.06.2021

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