Mundo espiritual

Cementerio

POV Elena

Yo junto con Elder tomamos un taxi al hospital donde llevan a Matthew tardando como 30 minutos por el tráfico—y si está así él no podrá estar a tiempo en el hospital—pienso.

Al llegar preguntamos en recepción por él.

—Hola, ¿me podría decir donde tienen a Matthew Roquerman? —pregunta su compañero.

—Déjame ver—dice mirando la pantalla de su computador—él está en la morgue—contesta y yo frunzo el ceño.

—¿Por qué estaría ahí?, al menos que...—dije llenándome de aflicción.

Volteo a ver a Elder y me doy cuenta que él está apoyado en la pared con la cabeza inclinada—tengo que llamar a sus parientes—articula respirando profundo y yo asiento con la cabeza tratando de contener las lágrimas.

Entonces, me comenta Elder que hablará con su líder sobre lo que pasó para que pueda llamar a sus padres y nos despedimos con un apretón de manos, pues era muy probable que no lo vuelva a ver.

Por consiguiente, voy a casa en un taxi. Cuando llego, me dirijo hacía mi habitación y las lágrimas comienzan a salir sin parar—tenlo en tu santa gloria Señor—digo acostándome en la cama en posición fetal.

Después siento la presencia del Espíritu santo a mi lado y de esta manera pude dormir llena de confianza en que, si tenía dolor, ya tengo a alguien que me consuele.

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Despierto por el sonido de mi celular y busco a tientas por el gavetero dando con el y miro la pantalla para ver quien es—¿mamá?—expreso con desconcierto descolgando.

—Hola, Elena. Hoy abra una fiesta en la casa de la Señora Milware por su cumpleaños, estás invitada y es a las 7 pm—dice mi madre.

—Uhmm—no sabía que responder o si era buena idea ir, pero no puedo dejar a mis padres que vayan solos porque asumo que Beki no ira por cuestiones de trabajo —¿Beki va a ir? —articulo para comprobar.

—No, tiene que trabajar en el hospital.

—Muy bien, si voy—decido.

—Okey, ¿cómo fue tu primer día sola? —exclama y recuerdo que pase mi primera noche sin mis padres e igualmente sin Beki aunque no estaba sola.

—No muy bien, pues Elder tuvo un accidente ayer y murió—articulo rememorando lo acontecido esa tarde.

—Oh, qué mal hija, era un buen chico. Deberías ir a su funeral y llevarle algunas flores—sugiere.

—Estaba pensando en ir a las 5.

—Sí, ve, es una buena hora. Hablamos mañana Elena y no olvides llevarle flores.

—Okey—digo alzando los ojos y por supuesto que no se me olvidarán.

Cuelgo y me levanto de la cama para ir a ducharme percatándome de que son las 1 pm —wao, sí que dormí—exclamo asombrada.

Busco un vestido negro ceñido al cuerpo con mangas cortas, de un largo que llega hasta las rodillas, con una chaqueta azul y unos tacones negros.

—¿Cómo voy a saber dónde es? —razono y busco entre los amigos de Matthew en el Facebook a Elder, su compañero.

Miro todas las fotos de sus amigos—menos mal que eran pocos—pienso viendo que tenía menos de 100 amigos agregados y encuentro a Elder, entonces le escribo.

Marco en línea ahora

Elena: hola, soy Elena, ¿me podrías decir si le harán el funeral aquí y cuál es la hora?

Marco: sí lo realizarán en la iglesia de esta ciudad, sus padres prefirieron que sea así y es a las 5 pm.

Elena: muchas gracias.

Me desconecto y llamo a un taxi para ir a la floristería.

—Bip, bip—escucho la bocina y salgo de la casa subiéndome al taxi de inmediato.

Le doy la dirección y cuando llegamos al lugar me preguntaba cuál flor debía de comprar y estaba yo mirando las rosas rojas, entonces, escucho que alguien habla a mi lado.

—Rosas, para una rosa.

Volteo el rostro hacía el lado izquierdo para ver de quien es esa voz masculina y mi sorpresa es bien grande, porque es Rackham.

—Bueno—logro articular no sabiendo que debería contestar a eso.

—Te recomendaría las begonias para que puedas adornar tu casa—suscita observándome a los ojos de forma penetrante como si quisiera ver mi alma a través de ellos.

—No es para adornar, es para otra cosa—expreso apartando la mirada de él, para enfocarla en las flores que tengo frente a mí.

Cojo un ramo de las rosas de color rojo y las llevo al área de la caja para pagar, pidiendo además que me den una nueva envoltura porque la que tenía estaba un poco fea, llena de tierra y rota.

—Ana, tráele a ella una nueva envoltura de color negra—dice Rackham tomando el lugar de la cajera en cuanto se va.

—Tu...—digo sin saber muy bien como preguntarle si trabaja aquí.

—Soy el gerente de está floristería por si te lo preguntabas—expresa cruzando los brazos para fijar su intensa mirada en mí otra vez.

—Yo...—rayos ¿por qué será que las palabras a veces se me van cuando me observa de esa manera?

La chica trae la envoltura y pago de inmediato para irme a toda prisa de este lugar y volver a mis sentidos. Pues, es como si me hipnotizara con la mirada porque no puedo apartar mis ojos, sin embargo, sé que algo maligno está en él, ya que puedo ver una sombra negra a su lado, es horroroso.

Me dirijo a una cafetería a comer algo y luego voy al cementerio con el ramo de flores, llegando justo a tiempo para el funeral de Matthew.

—Llegaste—dice Elder acercándose donde estoy.

—Sí—digo—no veo a nadie aquí a excepción de ti y el sepulturero—exclamo después de mirar alrededor del lugar.

—ah, eso es...—expresa vacilante.

—¿Qué sucede?

—Sus padres decidieron hacerlo más temprano ya que viven lejos de la ciudad—articula y yo prácticamente me desinflo porque realmente quería estar cuando lo enterraban.

—¿Puedes decirme donde está su lapida? —cuestiono para que al menos pueda llevarle las flores.

—Claro, sígueme.

Lo sigo y caminamos pasando como 10 lapidas para detenernos frente a una que está debajo de un gran árbol con una inscripción que dice: Matthew Roquerman, un gran hijo y persona, con la fecha de ayer más abajo.



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En el texto hay: espiritus, terror, demonios

Editado: 18.06.2021

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