Mundo Inmortal: Realeza Inmoral

Capítulo 5.

No sé quien eres, pero tampoco sabes quién soy yo.

| Miley |

La celebración al final también termino siendo por mi regreso—palabras del rey—. Luego de sacarme la capa, y tener de nuevo todas las miradas de los presentes en mí, observé.

Jhosan, mi hermano mayor no quitaba sus ojos de mi. Pero su mirada no era como la de mi padre, era más. Por lo que pude ver, sigue siendo el mismo arrogante y petulante, pero aún así su frialdad no se dejaba vencer,  el color de sus iris como el de mi progenitor: azules oscuros y el cabello que saco de mi madre tanto como él, Mevion  los únicos con el cabello café oscuro de la familia.

En un baile por casi todo el salón andaba Cerion junto a su eterna, tan sonriente, carismático y sensible—en privado—. Era todo al contrario de nosotros tres; Su cabello era de un rubio oscuro, casi como el de papá pero él no tenía ojos azules, estos eran más como de un café claro, según nuestra madre lo  heredó de la abuela.

Por último Meivon: En él puedo describir entre un intermedio; frío ante el resto,—pero no es un ser desquiciado—. Sin embargo, cuando se trata de alguna demostración de afecto, es silencioso. Sus acciones hablan más que sus palabras y eso me gusta de él. Aún así, si él desea dar su opinión suele ser inesperado,  intenso y directo, no anda con rodeos.

Así me la pasé, observando y analizando.

Los Kalems no estaban. Los desconocidos sin contar a Nyca nos los vi por ningún lado. Sospeché algo, pero eso dejé para después. No importaba a esa hora lo que Nyca hacia.

Ah Nyca, sé que no tenía que rebajarme ante sus bobadas. De alguna manera, fue un desahogo de todo lo que me hizo, de todo lo que fue conmigo en el pasado.

Mamá en distracción de mi padre, se acerco y me dio un abrazo. Como lo aseguraba, ella me sintió en la barrera protectora alrededor del castillo. No le dijo nada a su esposo, el reencuentro la extasiaba.

Las cosas se veían tan perfectas. Me repugnaba la falsedad, las conversaciones en voz baja contradictorias a lo que se adoraba y disfrutaba.

¿La pasé bien?, para nada. Sólo me quede durante un hora, me largué de ahí para irme sin que nadie se diera cuenta a la cabaña: mi refugio.

Ros se acercó a penas crucé la puerta. Reparando en que todo estaba bien a mi, a pesar de que él miraba todo a través de mí, no se dejó convencer. Luego de su inspección, me acosté a dormir.

El ahogo volvió, la ansiedad pisando mis pies.

Dormí lo hice.

~~~

Y aquí estoy de nuevo,  mis pensamientos estaban más allá de un escritorio y una silla vacía. Esperando a padre que tal como ayer me citó para hablar.

Pasos se escuchan, y son dos personas. No una.

Su perfume llega, pero ignoro eso.

Tan puntual como antes hija,—Es lo primero que dice.—Es una delicia saber que mis órdenes en ti aún hagan efecto.—Mis dientes apretados, claro papá.

—¿Cuál es la cosa importante que debemos hablar a  tempranas horas?

—Tu estadía aquí.—Me tenso.—¿Por qué ahora?, digo no es que no esté en una dicha por tu regreso, pero sol, es muy raro.

—No volví por ti, volví por Cerion. Su compromiso era oído por todo el mundo y yo quiero estar para él.—Hago une leve pausa.—No olvidemos que mis otros hermanos y principalmente mamá me extrañaban padre, de alguna forma si yo no venía, tú hacías el trabajo de traerme—Lo estudio, no rechaza mi pensar, porque es verdad.—¿O no?, tú estabas atrás mío casi todo el tiempo.

Él sonríe maldito.

—Claro sol. La única hija mía no estaba apta para vivir sola sin dirección alguna.—Se recuesta.—Quería estar  seguro que la mierda tuya se quedara sólo en el castillo, no en otro lado. Idiota si pensabas que te dejaría tranquila.—Nos retamos en silencio— Aunque en los diez años perdí tu rastro.

Gracias a la ayuda de alguien.

—Trucos papá. No eres completamente inmune a uno de ellos.

Aprieta su mandíbula.

—Como sea. Ya que estás de nuevo, las cosas cambiaron.

—¿Qué cambió?, yo todo sigo viendo igual. 

—Ataques internos tanto como a los clanes en general.

No me esperaba eso, él es maestro del control.

—Empezó hace seis meses. No sabemos quién es tampoco me importa porque su muerte igual es su destino. Pero trae consecuencias a mi mandato y a los clanes.

—¿Tengo que hacer algo, o qué?

Niega.

—Tú tendrás un guardia.

¿Qué?

—No necesito uno.

—¿Cuándo carajo te pregunté Miley?, mis decisiones y tú las cumplirás todas.

No puedo anteponerle eso, pero tampoco le dejaré fácil al guardián. 

Tengo una pequeña sensación de saber quién será.

—¿Y él es?

Hace un movimiento con su cabeza, señalando atrás.

—Preséntate.

Una voz profunda, sin emoción que hace mi cuerpo vibrar raramente se presente.

—Princesa Miley,—Se para a mi lado y se inclina.—no soy un niñero y tampoco me interesa serlo. Único que usted se considere una niña descontrolada.—Mis ojos se abren, su forma de hablar es atrevida.—Soy Leykow Cabot, segunda mano.

Segunda mano, no guardia segunda mano.

Un contratado.

Su mano se ofrece para tomar la mía. Pero no, yo también soy atrevida, lo ignoro y ni una mirada le doy, si es alguien que trabaja para mi padre su apariencia no me debe importar aunque su tono de voz dijo mucho.

—¿Me tendrá que seguir a todas partes, durante todo el día?.—Le pregunto a mi padre.

—Sí, como te dije. Es peligroso.

Me burlo internamente.No  soy una ilusa.

Me levanto.

—Bueno padre, me retiro.

Me llama cuando estoy por salir, Leykow avanza como un robot.

Nos llevaremos malditamente bien.

—En unas dos semanas, se pondrá a prueba tu destreza en combate.




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