Mundo Inmortal: Realeza Inmoral

Capítulo 10.

¿Quién sabe?, puedo acompañarlo y no será más sólo él.

| Miley |

Pareciera que pasa en cámara lenta.

El gas se propaga, Rhila lista para incendiar, puedo ver las chispas. 

Ros aparece sorprendiendo a todos, se agacha y yo corro hacia él, con su lomo me impulso en un salto que me hace dar media vuelta. Arqueo la espalda para evitar el fuego, él aparece encima de mí abrazándome, cuando estoy a un metro a la fénix, ella en defensa se acerca.

—¡Rhila no!

Tarde pienso, lanzo  fuego azul. Su cuerpo es una mezcla entre llamas rojas y azules, un graznido fuerte es escuchado mientras cae al suelo.

Vuelvo aparecer pero esta vez atrás de Meivon, lo ataco con inteligencia.Disloco su hombro y lo dejo adolorido. 

—¡Otro gato!—Cerion, exclama eufórico.

Todos los presentes pasan su vista de mí a Ros. Yo acaricio a la bestia felina que se pone como escudo.

—¿Cómo..—Ignoro a Jhosan, contradiciendo a Cerion a pesar que yo también lo he llamado así.

"Hermano tuyo tenía que ser."

—Es un leopardo.

—Sus colores sin duda son raros, digno de ver hermanita.

Meivon se acomoda el hombro, sus huesos crujen al movimiento.

—Negro en ves de amarillo rojizo y manchas azules eléctricas.—Pareciera maravillado el penúltimo.

Por un momento, mi atención se vuelca a mi padre. Parado con los brazos hacia atrás, analiza a Deiros. Sus ojos se hacen más oscuros, su barbilla tiembla. Otra regla rota.

Me importa un carajo ahora.

—No dije recreo.

Dice con su voz firme. Todos hacemos silencio.

No espero, es mi turno de ir con todo. Ros junto conmigo repelemos ataques a distancia, aparezco y desaparezco gracias a él, los mareo. A cada uno le doy un golpe con mis diferentes poderes, se defienden lo que pueden. Gruñidos, gemidos y sangre que no es mía.

Y de la nada, la luz se apaga en mí.

Ante mis ojos, hay oscuridad. No veo, no sé a donde voy.

Jhosan.

Mentalizo una barrera.

"¡Miley!"

La voz de Ros es a penas una picada.

Imágenes se hacen visibles. Mi corazón se tambalea, siento que mi interior se vuelve a romper.

No no no.

Un cuerpo en el piso desangrandoce, su corazón en sueño interminable.

Su color de cabello tan llamativo altera mis emociones. Jadeo, araño no sé que, pero hago todo para evitar eso. 

Sigue y siguen, como un vídeo repetitivo, y mi alma grita.

No no no.

¡Miley!

Más voces.

¡Miley!

En un momento seremos eternos Mil.

¿Y  si la eternidad  se acaba para mí?

Tendrá fin para mí también.

¡Jhosan basta!

Gruño, no alzo la mirada. El pasto verde toca mis manos, mi cuerpo está apoyado en él.

Una caricia, Ros con angustia.

Lo busco, y ahí está.

Tan bastardo, sin remordimiento.

—¡Hijo de puta!

Voy contra él, mi descontrol hace un huracán con mis poderes, no soy capaz de detenerme.

Él se paraliza.

Lo agarro de su cuello, y lo miro. Lo miro con ira, con una rabia que el dolor que siente es como si estuviera ahogándose en un vacío infinito. Lo golpeo, una y otra vez. Su espalda cruje: una y otra y otra vez.

—¡Miley, basta por favor!

Ese es Meivon.

Deiros sin intimidación ruge tan fuerte que de golpe se alejan a pesar de tener la barrera de fuego alrededor de nosotros.

Él como un animal enjaulado, se pasea inquieto. No deja que nadie se acerque.

—Mi..le—

—¿Te gusta?, ¿Te gustaba verme contra el piso y no ser capaz de levantarme?

Mi voz es tan escueta.

Mi odio ahora es tan inmenso que no puedo conmigo mismo.

Una mano me aparta, es Rod. Un pecho atrás me atrapa, no me deja ir. Estoy en el más allá, que me quiero desatar.

—Basta.—Su voz.—Basta princesa.

"Ros desaparece"

"Pero.."

"No pasará nada"

"Miley, por favor"

"Te lo prometo"

Ruge una vez más y ya no está al segundo siguiente. Tenía que evitar que papá lo atrapara antes de estar preparada.

La barrera se rompe.

—Miley.—Mis hermanos con sus gestos pretenden venir. Pero él no lo permite.

Leykow me gira y me agarra por los hombros apretando un poco. Busca y busca algo en mis ojos, yo sólo quiero irme.

Nos iremos Mil, la distancia será nuestro consuelo.

Cierro fuerte los ojos.

—Sáca...me de aquí, te lo pido.—Él no dice nada, pero me alza para quedar enredada en su cintura con mis piernas.

Dejamos atrás el campo, a mis hermanos llamando. Los árboles son un ir y venir  ligero.

~~~

Me bajo de él, recorro mi vista. Un lugar desconocido me rodea, es cerrado, sólo es sólido.

Una cueva y no es cualquiera. Es una cueva Dhinh, que pertenece a las brujas. El agua cristalina color azul turquesa se refleja en las paredes. Las cuevas pertenecen a la casa blanca, aquí hacen los rituales importantes y otras son específicamente para los espíritus de Kalems. 

Sin pensarlo mucho, me despojo de la ropa.

Carraspea.

—No tenías por qué quitarte todo.

No respondo, ignoro.

El agua me recibe, entro hasta que mis pechos estén tapados. Desato el moño de mi cabello, y empiezo a restregarme; fuerte, con rasguños. Hilos de sangre se esparce.

Pequeñas ondas, él ingresó.

—Corazón para.—No puedo.—Para ya mierda.—Su mano en mis muñecas, me apega a él, rígido.

Le es difícil apreciar la calidez de otro pero también está desnudo.

Alza mi mentón, sus iris  analizan mi expresión. Verde, puedo ver un bosque entero, uno que inevitablemente me relaja.




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