Mundo Inmortal: Realeza Inmoral

Capítulo 16.

Cuestión de tiempo

| Miley |

Caminamos por un largo pasillo, trato de tener la mayor parte de tiempo para poder obtener la información necesaria aunque sea poca.

—Entonces, ¿Qué quiere saber la princesa?—Korus no demora en preguntar y lo agradezco.

—Mi tío.—Pronuncio en susurro, atenta a cualquier movimiento de él y el entorno.— Estás aquí por él, un guardián para su hija consentida.—Asiente con las manos cruzadas por atrás—¿Él ha venido al castillo?.

—No, según escuché desde hace veinte años princesa.—Desde que yo me fui, quizás mi tío tuvo una última disputa con mi padre, y decidió ya no cruzarselo en el camino, después de todo nunca vi una buena amistad a pesar de ser hermanos. y egoístamente lo agradezco. Mi tío es el que siempre me ayudaba.

—¿Él sabe que estoy aquí?

Se detiene en medio a principio de las escaleras, su cuerpo gira completamente. Ahora me mira de frente, con curiosidad pero con un gesto amigable.

—Nadie sabe de tu regreso, porque no existías Miley.—Ahora lo recuerdo, cómo pude olvidarlo.

—Pero en la noche de la fiesta de celebración por el cumpleaños de mi hermano, estaban algunos clanes ahí.

Asiente afirmando.

—Sin embargo, nuestro clan no estaba presente. La invitación fue entregada, pero la relación desequilibrada entre tu papá y tu tío es un motivo suficiente para negar su compañía.—Él suspira—Sabes que el silencio en ciertos asuntos es primordial para el rey, supongo que decidió no abrumar a todo el mundo por el regreso de una princesa no conocida.

Tiene razón, mi padre no se arriesgaría, aún. No sé como hará pasa solucionar esto, está claro que es un problema porque nunca nadie me conoció con respecto a los clanes. No sabría como se tomarían la noticia, los brujos, los lobos y los vampiros de la ciudad.

—Tendré que esperar para la presentación formal.—Él sonríe divertido, yo ladeo la cabeza entrecerrando los ojos.—¿Qué sabes?

—Eso te explicará tu padre en el desayuno.—Me guiña un ojo, y sigue su camino. No pierdo el tiempo ya y comienzo a seguirlo.

Ya estamos en la entrada al comedor, cuando veo la mesa larga con todos los presentes ahí. Mi familia completa...

Y Nyca.

—Ya era, ¿Qué era lo que tanto te demoraba?—Es el saludo inicial de mi padre. Hago muecas disimulando un dolor en la espalda que no tengo, para que la actuación sea más real. Veo su sonrisa ante mis gestos.

—Tuve algunos problemas con la ropa.—Siseo, mi madre me observa con dolor en los ojos. Mis dos hermanos se mantienen quietos pero con una preocupación que se nota a kilómetros.  Nyca sonríe tan descaradamente mientras toma sangre en una copa.

—Cosas normales.—Es lo único que dice con respecto al castigo.Aclara su garganta, y las sirvientas comienzan a servir la comida en la mesa.

El desayuno hoy, constará de tocino y huevos. Podría decir y seguir lo cliché sobre esas historias y novelas que los humanos antes inventaban sobre nosotros, pero todo es falso.

Nosotros los vampiros, podemos comer pero debe agregarse más sal, más condimento para poder detectar el sabor de la comida.

Los rayos del sol no nos quema, pero afecta a los poderes o a los movimientos: mientras más pase a la luz del día, más lento se mueven y más grande es la sed de sangre. Como nosotros somos de sangre real, no tenemos las mismas reacciones, nuestros poderes no se debilitan, sólo al llegar la noche tenemos más sed de lo común.

No nos mata una estaca específicamente. En caso de los vampiros normales, pueden morir por arrancar la cabeza, o el corazón de forma rápida e inmediata. Nuestra familia no, si nos quieren asesinar se necesita de un cuchillo que tenga magia por parte de las brujas—cualquier casa—el poder de esa arma debe ser poderoso. Así que es difícil porque de nuestra parte, fuimos entrenados y fortalecidos por mucho tiempo. Mi tío consta también entra en la dificultad de ser asesinado fácilmente, pero no su hija. Ella si puede morir, pero no con una fuerza cualquiera.

¿Y la piel tan pálida como un muerto? Falso. Todo depende de las características y genes de los padres, de los antepasados, no tenemos color de piel como los muertos, somos fríos pero no tanto para exagerar.

Mi piel es un poco, como decirlo, ¿Bronceada?. El más blanco aquí es Cerion.

Así que existen muchas ridiculeces escritas en muchos papeles y páginas en internet que mienten información.

—Cariño.—Salgo de mis pensamientos cuando mi madre me llama. Sonríe apenada, sus ojos ya no brillan tanto. Es como si su vida se hubiera ido hace tiempo—Hoy desayunamos juntos para comunicarte sobre la fiesta que se organizará sobre ti.—Observo a todos en la mesa que dejaron de comer para poner atención. 

Los Kalems se encuentran dispersados cuidando como si los guardianes alrededor del castillo no fuera suficiente. Ros, está sentado atrás mío. No se pierde de nada.

—Claro—Nyca suelta una risita y se limpia la boca con una servilleta—La hija perdida, que nadie conoce.—Se burla, y juega con un mechón de cabello como toda una niña fresa, como escuché por ahí.

—¿Hasta cuando la sirvienta seguirá acompañándonos?—Mi pregunta sarcástica saca risas de parte de mis hermanos, especialmente de Cerion que no puede disimularla a diferencia de Meivon y Emell. Korus la esconde pero veo sus ojos divertidos.

Nyca, suelto un ash que es escuchado por todos. Mi papá chasquea la lengua llamando de nuevo la atención.

—Como decía tu madre.—Toma un sorbo de su copa, para luego mirarme fijamente.—En la bienvenida o como quieras llamarla no me importa, también se realizará la Reconstrucción.

La Reconstrucción, ha pasado tiempo desde que oí ese palabra. Tan venereda que no logran ver la falsedad escrita.

—Desde el viernes empezará y finalizará el lunes.




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