CAPÍTULO 11:CARA A CARA

Nada más dormirse Alexandra cerro los ojos, y volvió a mundo mágico donde esta vez el programa había cambiado. Se dirigió a una zona donde el fuego había arrasado una zona arbolada y el panorama que se encontró mientras caminaba por fue desolador.
Animales muertos, muchos de ellos heridos a los que trató de ayudar desesperadamente sin éxito. Árboles calcinados y un lugar maravilloso arrasado a manos de las personas que estaban allí . Mientras caminaba un pequeño ciervo pequeñito caminaba en círculos sin saber muy bien donde ir, que llamó la atención Alexia.

Vas a acercarse observó el pequeño animal asustado y buscando su madre desesperadamente.

—No encuentro mi madre. La estoy buscando y no sé dónde está. No hay hierba no hay animales no hay nada. Mucho de menos a mi madre por favor ayúdame— le pedía el pequeño animal Alexia.

Esta le cogió entre sus brazos y le llevó al castillo donde había más animales .
Allí había más animales jóvenes, qué asustados lloraban apoyándose en los unos a los otros.
Regresó al bosque y siguió caminando intentando ayudar a los animales que aún estaban con vida hasta que se trató de que había uno que aún podía hablar.

—Han arrasado con todo mi reina. Los humanos han acabado con nuestros mundos, y quieren más y más. Hay a varios kilómetros de aquí un lugar en el que hay muchos que están retenidos y que están haciendo trabajos para ellos. Son sus esclavos y lo están pasando muy mal. Por ayúdalos a ellos , que lo necesitan mucho más que yo y no pierdas el tiempo.
Busca un lugar para que nuestras crías estén a salvo y cuídalas porque ellos son el futuro de este lugar—

Alexia rompió a llorar mientras caminaba por un camino atónita ante la destrucción que había ante sus ojos. Varias horas después enviada por el fuego y gritos, llegó a un lugar donde divisó varios humanos creando cabañas, mientras más destacado les ayudaban.
Camino de espacio , sigilosa hasta que algo lo agarró por la espalda colocándole las manos en la parte de atrás e inmovilizándola.
Sin embargo lo que no se esperaba aquella persona, era que Alexandra se revolvio con tanta rapidez y sin apenas tiempo para reaccionar, Alexandra se colocó justo detrás de él , en un movimiento muy rápido que pilló desprevenido a aquella persona.

Con su rodilla golpeó fuerte por detrás dejando al hombre de rodillas en el suelo y sin ninguna posibilidad de sorprenderla.

—Ahora me vas a llevar a dónde están los animales y los vas a liberar y os vais a ir de aquí—
El hombre trató de tragar saliva y dolorido le respondió.

—Yo no puedo hacer eso.. que no soy la única persona que hay aquí. Somos más de 300 lo vas a tener complicado — dijo entre risa.

Alexandra mérito y pensó bien lo que hacer.

—Si tenéis algún jefe o jefa o lo que sea, llévame hasta él. Tenéis que salir de aquí ya—exigio.

Caminaron hasta que llegaron a chupi pii , o más bien a lo que daban ello.

—Lo habéis destrozado todo. Sois unos putos salvajes. Aquí los animales vivían en libertad tranquilos y habéis tenido que llegar a vosotros y destrozarlo todo. Me dais asco—le dijo Alexia en tono agresivo.

Aquel lugar estaba arrasado . Gran parte de los pastos y bosques que había en aquel lugar, estaban destrozados y en las cabañas donde los animales se resguardaban, ahora estaban los animales pero atados en idefensos sin poder moverse. Las personas caminaban por allí cargados con madera , sacos de cemento y demás cosas para construir.
También observó, que todos tenían armas de fuego, lo que inquietó aún más Alexia.

Poco después de entrar en aquel lugar, una de las personas que estaban allí dio la voz de alarma y rápido más de veinte personas, se hace canon al lugar apuntando Alexia con una pistola. El momento se volvió tenso y muy muy peligroso hasta que una voz de fondo los calmó a todos.

— Bajar las armas. Por favor tratar bien a nuestra invitada—

Todos bajaron las armas cuando una mujer se asomó entre ellos.

—Me alegro mucho de volver a verte, Alexia o reina. ¿Cómo quieres que te llame? Bueno reina yo creo que ya lo eres poco pero hasta que consiga lo que quiero sí sigue siendo la reina —

Alexia se relajó, soltó los brazos del hombre y y dio dos pasos al frente.

—Tienes que irte de. este lugar es de los animales, y aquí no podéis estar. Por favor marchaos y dejar que los animales sigan viviendo libres—

La mujer esbozó una sorpresa una sonrisa que Alexia ya recordaba de su encuentro en aquella discoteca cuando estaba junto a sus amigas.

—Para empezar agradecería que me llamaras por mi nombre Bárbara porque creo que ya existe una confianza entre nosotras. Yo te iba a pedir exactamente lo mismo y creo que calcaría tus palabras con algunos cambios. Este lugar ya no es de los animales, y si ellos quieren vivir aquí tendrá que ser bajo mis normas y bajo la supervisión de las personas que estamos aquí.
Ellos han estado aquí viviendo como han querido todo el tiempo que han querido y ahora les toca adaptarse. Y en cuanto a ti te pediría lo mismo que me has pedido tú... Márchate de aquí , cede tu trono y no regreses.—

Alexia se encaró con ella.

—Jamás haré eso no hasta que este lugar y los elementos me lo pidan mientras tanto no haré nada—

—Pues si tú no haces nada yo seguiré, metiendo gente aquí y de alguna manera no destruyendo pero sí creando un mundo nuevo—

Alexia cerró el puño y apretó los dientes.

—Creo que tú no sabes quién soy — respondió tajantemente.

—Te equívocas. Sé perfectamente quién eres y no solo eso sino que te llevo siguiendo mucho mucho tiempo. Desde que entraste ; así que déjame que te diga que sé perfectamente cómo es tu vida aquí y en el mundo real— respondió Bárbara pegando sus ojos a los de Alexia.

Sin previo aviso, Bárbara endosó un fuerte puñetazo en el abdomen a Alexia que cayó fue mirada contra el suelo. Sin embargo apoyó las manos en el suelo se levantó y se avanzó sobre ella tirándola al suelo e intentando inmovilizarla con su envergadura. Pero Bárbara logró zafarse de ella, tirándola tierra a los ojos y dejándola herida. Bárbara se puso en pie y convenció a pegar la patadas en la cabeza y hiriéndola de gravedad.
Tras esto agarró su cabeza la colocó de rodillas y la dijo.