CAPÍTULO 21: TORTURA

Alexandra camino por el centro de la ciudad cruzandose con la gente que huia de las peleas que se estaban produciendo. Era una batalla campal contra la policía y contra aquellas personas que defendían su ciudad.
Ni la policía ni el apoyo de los agentes de otras localidades podían detener a las miles de personas que estaban atacando la ciudad.

Crearon un cordón policial y trataron de mandar a toda la gente a sus casas con el fin de evitar fallecidos. Las ambulancias iban y venían llevándose personas heridas a los hospitales cercanos.
Alexandra observo atónita como su ciudad, la localidad en la que ella se había criado era pasto de las llamas el fuego y la violencia.

Se colocó de cuclillas reflexionando y mirando a ninguna parte, cuando una mujer se le acerco a ella se agachó y la dijo.

—Todo esto lo has provocado tú. Cada persona que hoy acabe en el cementerio habrá sido culpa tuya. Solo tienes que renunciar a tu posición de reina de mundo mágico y todo esto se acabará—

Alexandra reflexionó cuando Isabella hizo acto de presencia, agarrándola la cabeza y levantándola para posteriormente lanzarla contra el suelo.

—Deja de hacer tonterías. Dame tu poder y esto se acabará—dijo colocándole el pie encima de la cara.

Bárbara la golpeó con fuerza en el abdomen y Alexandra se ha retorció de dolor.

—Tu chico está a punto de morir pero parece que no es suficiente para ti. Necesitas más motivación, algo más para que los cedas el poder que te estamos pidiendo y que a ti te da exactamente igual tenerlo o no tenerlo. Qué es más importante ...¿El mundo mágico o tu familia?—preguntó Barbará.

Alexandra trató de incorporarse se giró y lamió la cara.

—Si te cedo ese privilegio de igual manera podrías venir aquí y acabar conmigo. Si te cedo ese poder de alguna manera podrías dominar este mundo y el otro. Mira todo lo que estás haciendo y no gozas de ese poder. Si lo tuvieras sería el fin de toda la humanidad tal y como la conocemos—

Isabella meditó y la puso en pie.

—Veo que necesitas algo más de motivación. Ya no te lo estoy pidiendo te lo estoy exigiendo—

En ese instante aparecieron sus padres, sobrinas y su hermana así como Celsius la hada e incluso Zeus.

—Hija no sé qué está pasando pero sé lo que sea arreglarlo—dijo su madre bastante asustada.

—Te dije que ibas a renunciar a tus valores y hoy vamos a ponerlo a prueba. Si no me cedes de inmediato tu poder, van a morir todos.
No sobrevivirá nadie hoy, te lo garantizo— finalizó Isabella propinando la un puñetazo en la boca del estómago.

Mientras tanto a las afueras de la ciudad...

Oliver trataba de soportar el dolor como podía. Michael estaba pendiente del auricular donde le iban informando todo lo que iba ocurriendo y durante la última media hora apenas le prestó atención hasta que recibió una llamada. Tras colgar el teléfono, Michael se acercó a él le agarró la cabeza y lo tumbó en el suelo golpeándole contra el suelo.

—Alexandra no cede ni siquiera teniendo a sus padres allí retenidos. No sé a qué estáis jugando pero esta es la última oportunidad que se le ha dado—

El teléfono de Michael volvió otra vez a sonar y al descolgarlo volvió a hablar con Barbara dándole una orden delante de Alexandra y su familia. Pusieron la opción de videollamada y por primera vez Alexandra pudo ver el estado de Oliver

—Mírale no le queda mucho. Y aún así sigues todavía empeñada en que esto siga hacia adelante—

Bárbara siguió golpeando con violencia a Alexandra hasta que Isabella la detuvo.

—Mátale y hazlo ya—ordenó Isabella a Michael mientras colgaba el teléfono.

Al mismo tiempo Michael lo volvió a sentar y se pegó a él.

—Ya has oído lo que han dicho. Colorín colorado este cuento se ha acabado. Acabe esto como acabe tú no lo vas a ver—

En ese instante ,Oliver esbozó una sonrisa, una leve sonrisa que a Michael le enfureció.

—Que te estás riendo maldito.¿Te estás riendo de mí?—preguntó.

Oliver asiento con la cabeza y este comenzó a darle puñetazos hasta que la cara de Oliver quedó desfigurada. Le había partido la mandíbula y provocado una brecha en la cabeza. Pese a todo Oliver se giró miró los ojos a Michael y volvió a esbozar una sonrisa.

—Dime de qué te estás riendo porque esta tortura no va a parar hasta que te desangres. Dentro de unos minutos esta ciudad va a ser arrasada y todos sus habitantes van a morir y todo por vuestra culpa. Pero tú no lo verás porque ahora mismo voy a borrar esa sonrisa de tu cara—

Oliver cogió aire y con una voz débil le dijo.

—Sois todos patéticos. Yo hoy quizás muera pero lo que está a punto de ocurrir.... Mira eso sí me va a dar pena perdermelo— dijo Oliver buscándole con la mirada.

—Qué estás diciendo—preguntó Michael cada vez más inquieto.

Oliver tardó de incorporarse arrastrándose por el suelo, hasta que encontró algo con lo que ponerse en pie.

—Lo que te estoy diciendo es que el espectáculo de que tanto hablas , o habláis , es ahora cuando quizás va a comenzar—

Michael lo agarró de los brazos y lo zarandeó.

—¿Qué significa eso?—preguntó Michael mientras de fondo se empezaba a escuchar lo que parecía una intensa tormenta de lluvia granizo.

—Mi muerte es el principio de vuestro final. Yo hoy moriré pero nadie va a evitar lo que está a punto de acurrir. Sois absurdos y si pensabais que todo iba a ser tan sencillo , es porque estabais tan cegados con la codicia que no os habéis dado cuenta de nada—

En ese momento Bárbara se llevó a Alexandra y a su familia a lo alto de la montaña y sacó una de las hojas del libro de mundo mágico, y dibujó una tormenta y le añadió mucho azul describiendo lo que quería que pasase.

—Bueno pues aquí nos despedimos. Yo no seré reina pero tú lo vas a perder todo. Y te arrepentirás toda tu vida de lo que acabas de hacer. Y ahora disfruta viendo como todos mueren por culpa tuya. Si cambias de opinión búscame, y detengo la tormenta—