Mundo mágico. Regalando sueños

11. EMY VA DE PASEO AL BOSQUE CON PAPÁ                                                               

                                                                                                                            Hoy Emily y papá se han ido a pasear al bosque. A Emy le gusta mucho llevar a pasear a Betty, su linda perrita. El lugar es muy hermoso, hay grandes árboles por todas partes, las mariposas vuelan sin parar por encima de todas las flores silvestres.

Su perrita Betty corre mucho sin parar alejándose y acercándose.  Papá llama a Betty cada vez que se aleja. 

—Betty, Betty, ven no te alejes, ven aquí—. Lo bueno es que la perrita siempre viene cuando la llaman.

Emy también corre detrás de su perrita y también papá la llama.

—Emy no te alejes bebé, no corras que te vas a caer. Emy ven acércate—. Papá parece que está muy asustado, Emy corre a su encuentro, pero tropieza y está a punto de caer, pero los brazos de papá llegan a tiempo y no dejan que se caiga.

—Emy, no debes correr así, puedes hacerte mucho daño-—. No es que la esté regañando, solo quiere que se cuide para que no vaya a caerse. 

 De pronto Emy ve una mosca y la sigue hasta una matica y se pone a observarla. Luego ve cómo aparece un gran mosquito que se acerca a la mosca, pero al ver a Emy, viene y de pronto la pica muy fuerte en una mano. Emy corre a donde está papá y le enseña. 

—Papá, papá me picó un gran mosquito.

Papá llama a mamá por teléfono para que traiga la pulsera que espanta los mosquitos y la medicina. Mientras le pasa la mano a Emy que quiere a su mamá. 

—Quiero a mamá, quiero a mamá—. Llora Emy, porque le pica y ahora tiene miedo del mosquito.

Papá vuelve a llamar a mamá y le dice a Emy que espere, que  llega en un minuto. Por fin ha llegado mamá con la medicina y la pulsera.

—Mamá, mamá—. Corre Emy a su encuentro y la abraza feliz.

Mamá la llena de besos, y  le echa la crema en el picazo, le coloca la pulsera en la mano que espanta a los mosquitos. Emy se pone muy feliz. 

—Gracias mamá, te quiero mucho.

—Yo también te quiero mucho bebé, pero no vuelvas a olvidar tu pulsera cuando vengas al bosque con papá—. Le dice mamá con cariño, pero después regaña a papá, que pide disculpas por olvidar la pulsera. Emy ríe feliz.

Desde ese día cada vez que Emy va a pasear con papá al bosque, este se cerciora de que no olvide su pulsera. Emy aprendió que siempre se debe ponerse su pulsera y coger la medicina para que no la piquen los mosquitos.

 Recuerden amiguitos, nunca olviden hacer lo que dicen mamá y papá, porque ellos solo quieren cuidar de ustedes.

 

 

Un saludo para todos.

Que se recuperen pronto

Les quiere

Bris

 




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