Mundo mágico. Regalando sueños

24.LA NIÑA NO PUEDO

 Había una vez una hermosa niña que era muy feliz, pero a la que todos le decían No puedo. Y es que esta preciosa niña a todo lo que le pedía su mamá hacer contestaba, No puedo.

—Meli recoge tus zapatos del piso y ponlos en la zapatera. 

Pidió amablemente su mamá.  Meli había llegado de su escuela y lo primero que hizo al entrar en su casa, fue quitarse los zapatos y dejarlos tirados en el medio de la sala.

—No puedo ahora mamá —. Contestó y salió corriendo a jugar con sus perros.

—Meli, recuerda lo que te he dicho, no debes dejar tiradas las cosas. Toco tiene su lugar por algo, en tu habitación hay una hermosa zapatera, debes de colocar tus zapatos allí.

—No puedo mamá, no puedo.

 Y siguió jugando sin preocupación. Ella sabía que no debía de hacer eso, sabía cómo le habían enseñado que debía colocar cada cosa en su lugar. Pero también se había dado cuenta de que si ella no lo hacía, venía mamá o papá y lo hacían por ella. Por eso se asombró cuando escuchó a mamá decir.

—Pues a partir de hoy si no cumples con tus deberes, no cumpliré yo con los míos.

¿Qué habrá querido decir mamá con eso?

 No se preocupó mucho, y siguió jugando con sus juguetes que también dejó desparramados por todas partes. Estaba ya muy cansada y de pronto sintió como su barriguita empezó a sonar.

—Mamá tengo hambre, dame comida —. Pidió corriendo a sentarse a la mesa, pero mamá siguió leyendo su libro como si nada.

—Mamá dame comida.

—No puedo —contestó mamá—estoy leyendo mi libro.

—Pero yo tengo hambre —. Protestó.

—Debes entender que si tú no haces tus obligaciones no puedes exigir que yo haga las mías. 

—Pero mamá soy pequeña, no puedo.

—Amor no puedes escudarte siempre en que eres pequeña, a ver. ¿No puedes colocar tus zapatos en su lugar? ¿Has pensado que puede pasar si tropiezas con ello, o lo hago yo, o tu papá?

—No.

—Pues podemos caernos, rompernos un brazo, la cabeza o cualquier otra parte. 

—¿De veras? —. Preguntó muy asustada, nunca imaginó que dejar sus zapatos tirados en medio de la sala, pudieran causar tamaño problema.

—Sí, y es por ello que yo te pido que cumplas con tus obligaciones.

—Pero mamá, ¿no puedes tú guardarlos, yo no puedo?

—¿No puedes? ¿Por qué?

—Porque soy pequeña.

—Umm, pero yo veo que si puedes. Eres una niña muy competente. Vamos a hacer un arreglo.

—¿Qué arreglo? Tengo hambre —. Contestó queriendo llorar.

—No llores, que aunque lo hagas no conseguirás nada. Tú vete a recoger tus cosas en lo que yo te hago el almuerzo, ya verás que ambas terminamos al mismo tiempo e iremos a comer helado.

—Pero no puedo.

—¿Estás segura? ¿Por qué no pruebas? Acomodarás tus zapatos en la zapatera a tu gusto, los que quieras más los pones delante, y así los encontrarás más rápido.

—¿De veras mamá?

—Sí, vamos linda tú si puedes.

 Meli se quedó observando a su mamá, sí que le gustaría poner sus zapatos de lacito rosa delante, le gustaban mucho. Pero mamá siempre los ponía en lo más alto. Así que corrió tomó sus zapatos tirados en medio del salón y corrió al cuarto a organizar sus zapatos. Todo era muy divertido, puso los de colores que más le gustaban delante, allí donde tan solo con abrir la puerta los veía.
Vaya, esto era divertido, pensó. Y había podido hacerlo. Mamá tenía razón, ella si podía hacer todo lo que debía hacer. Contenta corrió a la cocina donde ya mamá tenía toda la comida servida en la mesa.

—Mamá, mamá lo hice, lo hice. Pude organizar mis zapatos como me gustan.

—Te dije que podías. Bravo linda, ahora lava tus manos y vamos a comer. Estoy muy orgullosa de ti.

 Desde ese día Meli siempre organizó sus cosas, porque se dio cuenta de que ella sí podía hacer sus cosas, no debía esperar por los demás. Todos aunque seamos pequeños tenemos nuestras responsabilidades. Y dejó de decir que no podía, y los demás dejaron de decirle No puedo, porque ella si puede.

 Recuerden amiguitos no esperar por mamá o papá para que nos hagan las cosas. Ustedes son capaces de hacerlas. Ustedes pueden.

 

 

 Y colorín colorado el cuento se ha acabado y el tuyo no ha empezado. 

Feliz descanso. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.