38. LA ESCUELA

Había una vez, una niña, que iba por primera vez a la escuela. ¡Era su primer día! Estaba muy asustada, y también emocionada. El primer día la llevó su mamá, al llegar a la escuela vio a sus mejores amigas y se puso feliz. ¡No estaría sola!

 Zoi

 Después tocó la campana de la escuela, y los padres debían irse. Se quedó sola con los demás niños. En ese momento vino la maestra.

Maestra Melina

—Buenos días niños, yo soy su maestra Melina, y les voy a enseñar muchas cosas.

—Buenos maestra —contestaron todos los niños al mismo tiempo.

Después la maestra vio a la niña que se llamaba Zoi,  se le acercó al verla silenciosa y que no partipaba de la actividad, y le preguntó.

—¿Cómo tel llamas?

—Yo me llamo Zoi.

—Muy lindo nombre —dijo la maestra sonriendo lo cual le gustó mucho a la niña. Entonces la maestra se giró para toda la clase y dijo. —Niños conozcan a su nueva amiga Zoi

—Será nuestra nueva amiga y te vamos a cuidar muy bien —dijeron todos los niños. 

 La maestra indicó a todos los niños donde debían sentarse. Ellos lo hicieron correctamente. Entonces la maestra comenzó a dar la clase. Era muy emocionante, porque era de las mariposas.

 Mariposas 

—Las mariposas son un insecto, que pueden volar. ¿Me pueden decir por qué pueden volar? —preguntó.

 Zoi levantó su mano primero que todos los niños. Y era que a ella le gustaban mucho las mariposas y las conocía. La maestra al verla la mandó a responder.

—Porque tienen unas hermosas alas y por eso vuelan —respondió.

—Muy bien, ¿quién más quiere hablar?

Después una niña que se llamaba Marina, levantó la mano porque a ella como a  Zoi le gustaban las mariposas. Y dijo la maestra.

—Entonces Marina, dinos ¿por qué las mariposas son tan hermosas y como es su vida?

 Marina se puso de pie para contestar emocionada. A ella le gustaba mucho hablar de mariposas, porque encontraba muy lindos sus colores.

Marina

—Son hermosas porque tienen muchos colores y su vida también es muy linda. Primero es una oruga y no tiene alas, luego cuando come un montón y está lleno, tiene toda su comida para hacerse una pequeñita casita, en la que se esconde muchos día. Y  pasa el tiempo y se convierte en una increíble grande y bella mariposa. Con muchos colores.

—Muy bien — dijo la maestra.

 Después sonó la campana, y la maestra les indicó que debían salir al receso y a comer. Todos los niños corrieron para hacer lo que ella le había indicado. Zoi fue a sentarse solita porque no conocia a nadie, entonces vino otra niña que no conocia que se llamaba Marrí.

Marrí

—Hola, ¿cómo te llamas? —preguntó Zoi

—Yo me llamo Marrí, ¿quieres ser mi amiga?

—Claro, me encantaría.

 Y desde ese día las niñas se hicieron muy amigas, y también conocieron a todos lo niños del aula y se dieron cuenta que no tenían porque tener miedo a quedarse solos en la escuela. Porque no era así, tenían a su cariñosa maestra que los cuidaba mucho, les enseñaba cosas y sobre todo, pudieron hacer muchos amiguitos.

 Recuerden niños, a la escuela se va no solo a aprender, sino a hacer muchas amistades que te hagan felíz.

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 Y colorín colorado, este cuento se ha acabado y el tuyo no ha iniciado.

 Cuento hecho por 

Emily Elías Pérez

Editado por

 Brismaida Morfiti

Bris