Prólogo

Dos años de duro esfuerzo. 

Dos años en los que el fuego en su interior se extinguía. 

Dos años donde lo único que ha hecho ha sido estudiar. 

Dos años en que solo se había preocupado por hacer lo que sus padres querían y esperaban de él.

Siempre se ha sentido así, oprimido, encarcelado, como un pájaro sin alas. 

- Debes de ser un buen chico y siempre obedecer a tus mayores.

"Basura"

- Escucha hijo, tus notas deben siempre ser las mejores, es tu deber como miembro de la familia Gauss.

"Cállate"

- Es un gran chico y muy bien educado, tengo gran fe en sus acciones futuras.

"No necesito esto"  

Siempre fue así, creció así, sin ganas de vivir, atado por los grilletes familiares y de la sociedad. En los últimos dos años se había vuelto más intenso. Esperaban más, como polluelos hambrientos esperando el regreso de su madre. Más, más, más, más, más, ¡siempre más! 

"No soy una herramienta" 

En 3 semanas iba a hacer las pruebas de acceso a la universidad. Sus padres esperaban que entrara a la mejor universidad, se sacara la carrera con honores, un máster y se pusiera a trabajar en la multinacional de la familia cuanto antes.

Su vida había sido calculada antes de nacer. Cada día, cada mes, cada año de su vida ya había sido calculado aún sin haber nacido. 

Sus padres, propietarios de una gran multinacional, habían preparado una linea sucesora estable para las siguientes tres generaciones. Los grilletes que venían del pasado se extendían cada vez más profundo hacia el futuro. 

"Quiero morir"

"Quiero vivir" 

Sus pensamientos ya se contradecían. No podía saber que pasaba en su interior. Una parte de el quería irse, desaparecer del mundo, pero otra quería vivir y experimentar más cosas, cosas divertidas, cosas tristes, cosas de miedo, etc. 

"Quiero arder de emoción"

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