No lo había mencionado pero... Había conocido un chico,se llama Kevin. Y está en el club de amantes de la lectura,era bronceado,rubio,y tenía unos ojos azules demasiado bonitos para ser reales. No era muy alto pero eso me agradaba,era de esos chicos que inspiran confianza apenas los conoces.
Una tarde nos sentamos bajo un árbol a hablar sobre lo que se nos ocurriera. Kevin era demasiado bueno en los chistes y anecdotas graciosas,era algo que me gustaba de él.
—Cual es tu sig...
—Nada de signos,dime cual es tu libro favorito—me interrumpió el rubio.
—El diario de Ana Frank ¿y tú?
—La culpa es de la vaca.
—Es un libro horrible—arrugué la nariz.
—No hay libros horribles,solo mentes que no saben apreciar libros buenos.
—Son solo reflexiones,y fábulas y cosas más relacionas a las fábulas.
El rubio se encogió de hombros:
—Quizás solo me gustan las reflexiones y fábulas de libros horribles.
Me sentí un poco mal,había hecho lo que más despreciaba. Juzgar gustos.
—Lo siento.
—No importa Nanny,todos tenemos opiniones diferentes,imagina lo mierda que sería el mundo si todos pensaramos igual,agh.
>>No sé si a muchos les haya gustado,pero si no te gusta lo respeto—sonrió.
Kevin era como mi versión masculina,la misma pasión por los libros y Harry Styles. Por más chicos así,amén.
Esa tarde sentí algo por Kevin que no debería sentir,y aunque lo niegue. Esa tarde sentí atracción por el rubio directioner.
***
No había vuelto a hablar con Trevor,supongo que es algo bueno. Tuve tiempo para aclarar todo lo que estaba pasando,me sentía atraída por dos chicos,mis padres volvieron a pelear,estaba delgada,y había bajado mis notas.
Esa misma tarde,tomé mis apuntes y empecé a estudiar. Si queria mejorar mi estilo de vida,debía empezar por mis notas. Luego me ocuparía de lo demás yo sola.
Ya que al final del día solo me tengo a mi misma... ¿cierto?