Tengo ya tres meses intentando desarrollar estas habilidades que obtuve, estoy cansado pero la sensación de poder, es indescriptible, podría ahora mismo caminar en la avenida más peligrosa de D.F. o CDMX como le llaman ahora, a media noche, con todos los colgantes de oro y piedras preciosas que eh conseguido en este lugar y no sentir mayor temor que el que siente una persona que jamás a herido a otra al saberse con la ventaja suficiente de terminar con la vida de su agresor en un error de cálculo, al querer solo restringirle y tal vez darle una lección. Me parece todavía inverosímil la diferencia tan grande de aptitudes desde que llegue hasta este lugar pero aún tengo mucho que aprender si quiero salvarla, y claro que quiero, no he pensado en otra cosa que no sea su bienestar, desde que la conocí por primera vez, en ese entonces solo era un empleado como cualquiera, la vida era difícil en mi tierra natal Morelos, la capital bajó el lema de "tierra de libertad y trabajo" me hacia sentir, sin saberlo, atrapado en un empleo de paga mediocre, trabajaba atendiendo una tienda de conveniencia que también proveía algunos medicamentos básicos, supongo que ahí fue el principio de todo.
La mañana era como cualquier otra y yo acababa de salir de la pseudo comodidad que te ofrece un hogar provisto solo por una madre trabajadora, para vivir por mi cuenta y así aligerar un poco la carga de cuatro vástagos viviendo en una casa de dos recamaras, tenía la costumbre en esas fechas de tomar café en las mañanas, y empezar mi jornada laboral a las 6 de la mañana aunque no abríamos hasta las 7, el día prometía el mismo ir y venir de gente hasta al rededor de las 10:30 cuando el aviso de campanilla encima de la puerta fue más estruendosa de lo normal, salí de detrás del mostrador para asegurarme de que quien hubiese entrado no estuviera en malas condiciones, en ocasiones anteriores el mismo sonido lo provocaban los borrachos que confundían la entrada con una cantina de mala muerte situada muy cerca de el establecimiento, pero, era demasiado temprano para esos acontecimientos y sólo me sorprendí un poco al ver que una joven de cabello oscuro se encontraba en el suelo como si al tratar de abrir la puerta, esta decidiera deliberadamente abrirse para jugarle una mala broma y provocar que cayera sin más remedio.
-¿estas bien?- pregunté sin poder ver su rostro y ofreciéndole mi mano como soporte para incorporarse
-Si- contestó ella - solo me falta un poco la fuerza, debe ser el cansancio--y sujetándose a mi mano extendida logre verla por primera vez, para mi fue la misma impresión que tiene el fan más grande de su artista favorito, al verlo en vivo respirando frente a él. Era perfecta, vestía gorra que cubría parte de su cabello negro y lacio que le llegaba un poco por debajo de los hombros, usaba jeans ajustados a su figura de Venus del Nilo, una blusa que, aunque holgada, permitía ver que su atributo de busto era con gran certeza causa de las miradas de muchos hombres y envidia de otro tanto de mujeres, y uno de los rostros más preciosos que podría yo haber visto jamás, ni en las películas más pomposas con las actrices de mayor reconocimiento había visto yo una finura de rostro y facciones tan elegantes como las de la escultural musa que tenía ante mi. Terminaba yo de admirarla pensando en articular una frase, pero al salir de mi ensimismamiento me di cuenta que ella comenzó a buscar entre la estantería.
-¿puedo ayudarle? - usualmente trataba a los clientes de usted, incluso si se trataba de gente claramente más joven que yo.
-busco alguna magia curativa- dijo ella - me dijeron que este lugar tiene pócimas para curar el cansancio y dolor de cabeza, en este momento me están matando-. Supuse que se trataba de alguna especie de broma, ¿magia?, ¿pócimas?
-¿le pidieron hacerme esta broma? Seguro fue el "Italiano" siempre queriéndome hacer bromitas, por favor, si el le mando dígale que no me va a convencer, que no existe lo "sobre natural" o la "magia" - mientras decía esto usaba mis dedos para las comillas, - si quiere algo para el dolor de cabeza le recomiendo una aspirina probablemente le ayude también si le duele el cuerpo pero lo único que le puede servir para el cansancio es el reposo- ella abrió un poco los ojos volteando la mirada hacia arriba como intentando recordar algo - la magia si que existe, en tu mundo no es muy conocida por qué no tiene mucha potencia así que la gente se conforma con trucos que engañan la vista, y en cuanto al Italiano nunca eh estado en Italia leí un poco acerca del lugar pero supongo que será una de las cosas que haga mientras este en este mundo, visitar diferentes lugares- tomó las aspirinas y las abrió para tomar una y empezó a masticarla haciendo gestos, - no me parece que sepa la correcta forma de tomar el medicamento- hice un especial énfasis en última palabra -necesita una botella con agua y debe pasarla completa, debo entender entonces que usted no es de por aquí- giró su atención al refrigerador con aguas embotelladas y refrescos y continuó - es correcto soy de un lugar muy lejano acabo de llegar, hablo el idioma por que lo estudie sabiendo que vendría espere mucho para poder llegar, no pienso volver pronto- lo último con una voz casi ininteligible y con un semblante un tanto de preocupación que rápidamente se convirtió en algo más y pude ver como sus ojos aceitunados se cerraban al mismo tiempo que comenzaba a perder la consciencia y caer al piso.