Mundos Conectados

Capítulo 2

Me quedé perpleja al verlos, pero luego pensé en la posible casualidad de que ellos solo sean influencers que hacen cosplays de Naruto por lo que sonreí calmada y algo sarcástica a lo que ellos me devolvieron una mirada confusa. Nos quedamos viéndonos por un rato hasta que decidí hablar.

—A ver, par de idiotas — insulté señalándolos con el dedo índice haciendo que ellos me mirasen extrañados y algo molestos por mi forma de dirigirme hacia ellos —. ¿Creen que soy un material para su vídeo estúpido de quizá family friendly? Dejen mis pertenencias y llevenme a mi hogar o sino llamo a la policía.

Ambos se miraron e hicieron señas extrañas que no pude entender sinceramente. Solo llego a pensar que son dos raritos otakus que no se bañan. 

Me enojé y me bajé de los brazos del rubio bruscamente, pero el tipejo quedó congelado con la palabra “más rara del mundo”. ¿Serán anormales? Ya quiero irme a casa, no soporto esta situación por que ¡Mierda, estoy con dos extraños disfrazados que no conozco!

—¿Policía..? — preguntó el rubio inextricable.

El pibe que está disfrazado de Jiraiya se puso pensativo y luego me analizó de arriba hacia abajo cosa que me puso nerviosa y me llevara a abrazarme a mi misma porque tengo miedo y es peligroso y aterrador que dos tipos como ellos te tengan en un lugar desconocido donde estás mojada y llevada en brazos de un rubio retrasado.

—¿Hablas del viejo centro policial de los uchihas? Ya cerró hace bastante tiempo por la masacre Uchiha. — Mencionó el albino un poco babélico. 

Subí mi brazo y estiré mi cabeza tipo del meme de “¿Really?”. Rodé los ojos y solté un suspiro pesado tratando de recuperar la calma con toda paciencia brindada por Diosito.

—No sean idiotas y llevenme a Cerro Azul con mi familia. — Decreté ya molesta por el parecido eterno de mi impaciencia.

El rubio oxigenado estaba aún más curioso por lo que decía cosa que me dejaba confundida por su extraño comportamiento. Incluso el mayor, que es el albino se comporta igual, pero dándole un sabor a seriedad al ambiente y eso me parece aún más raro, más raro que mi vecina fiestera, con problemas de insomnio y come aceitunas a más no poder con té de ciruela a las cinco de la tarde.

—¿Cerro… Azul? ¿Qué es eso? — dijo en voz baja el que se supone ser Naruto — No sé que te sucede y por qué dices cosas extrañas, pero vamos rumbo a Konoha.

Solté una carcajada llorando de la risa por el comentario tan estúpido y absurdo de su parte. ¿Konoha? ¿Enserio? Debió fumarse marihuana por que es la única forma razonable para decir babosadas como esa que no le cabe para nada la lógica.

—A ver, primero que todo; No seas ahuevao', segundo deja de actuar y tercero, deja de ser un verdadero subnormal — sugerí contando los dedos índice, corazón y anular —. Lo que si voy a reconocer es que el disfraz de Jiraiya y Naruto está muy bien hecho, incluso los pergaminos de invocación, todo está perfecto. ¿Cómo sería el disfraz de Tsunade y Kakashi-Sensei? Y no olvidemos el cosplay del emo vengador llamado Sasuke.

Mientras hablaba ellos se quedaban más y más aturdidos. Andaban en la nebulosa con cada cosa que yo decía de la vestimentas de algunos personajes y odio total y profundo a Sakura Haruno. También mencioné la muerte de Jiraiya en el capítulo ciento y treinta y tres donde me puse a llorar como idiota. 

Sequé mis lágrimas y me detuve por unos momentos a verlos fijamente. Ellos quedaron mirando a la nada con los ojos dilatados teniendo un tic en el ojo totalmente incrédulos. 

—¿Qué? — interrogué desafiante cruzada de brazos — ¿Acaso soy un alien? 

Ellos siguieron sin responder hasta que un joven chico de apariencia de catorce años con vestimenta de campo cargando un cubo de agua en su espalda, me toca por el hombro.

—Disculpe, ¿Usted es la chica que cayó del cielo? ¿Es un ángel caído o algo parecido? — cuestionó el niño entusiasmado y muy interesado con mi respuesta.

Luego de que me dijera aquello, me vino a la mente los recuerdos de cómo caía en un cielo producto de una succión de un agujero negro que me jaló y me arrastró al mismo.

Me puse a pensar en el deseo que pedí…

Eso significa que…

¿¡Estoy dentro del anime!? 

Miré a los alrededores desesperada dándome cuenta que el paisaje es el mismo escenario del primer capítulo de Naruto Shippuden. Me pegué en la cara varias veces, pero no reaccionaba y aún no despertaba del sueño. Me dejé caer de rodillas impactada por todo lo que estaba viendo.

Imposible.

Es imposible que esté en este mundo, el deseo debe ser un chiste, un disparate y nada más. ¡Esto es ilógico! Incomprensible el saber cómo rayos y centellas llegué aquí. Tal vez me volví una demente como siempre y corrí por todo el bosque de pinos para golpearme contra un tronco y caer desmayada… Aunque podría haber muerto por esa fuerza de succión, hubiera dejado de respirar y hubiera ocurrido un paro cardíaco.

Entonces estoy muerta.

Creo que es bastante pasable esa idea.

Como fui una chica buena,  me llevaron al anime que quería. Soy un pan de Dios, ¿No? Ja, ja, ja. Que bueno… ¡QUE BUENO QUE AHORA ESTOY SOLA Y SIN MI FAMILIA! Tengo una pésima suerte.

—Señorita, ¿Qué le sucede? Está haciendo caras extrañas. — Indagó el pequeño preocupado y temeroso por la actitud que estaba adoptando.

—¿Ah? — dije como toda mongólica.

En ese instante escuché risas de parte de unos niños que al parecer jugaban a lo lejos que poco a poco se iban acercando y también escuché los murmullos y deducciones tontas que hacían Naruto y Jiraiya con mi extraña aparición.

—¡Me pegaste! ¡Ahora vas a ver Moly! — exclamó un niño.

A penas y moví la cabeza para ver qué era lo que sucedía hasta que una piedra me pegó en la cabeza tirándome al suelo y darme un desmayo automático.

Mi vista se nublaba más y más hasta poner mi visión totalmente negra y perder la consciencia.




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