Al pensar e imaginar todo lo ocurrido, me di cuenta de que quien faltaba era Samanta. Pero no entiendo por qué lo hizo. No sé qué pasó para que ella decidiera cambiarnos y aliarse con el abuelo. No entiendo por qué quería ocupar mi lugar.
Todo lo que está pasando se está tornando cada vez más difícil. Samanta entró y nos vio a todos.
Todos se quedaron sorprendidos, aunque yo ya sabía que era ella desde un principio, aunque estoy confundida, tengo tantas preguntas.
—¿Qué haces, Samanta? —dije molesta.
La verdad, sí estaba molesta. Todo nuestro plan se había arruinado, y todo por mi culpa. Posiblemente, todos vamos a morir, y será mi culpa.
—¿Qué dices, Charlotte? Esto es lo que siempre he querido. Siempre he querido ser tú. Pareciera que no te habías dado cuenta. Me caes muy mal, y si tú no querías aprovechar esta oportunidad, yo sí lo haré, aunque deba matarte para ser tú. Déjame hacerte saber que estoy dispuesta a hacer todo lo necesario.
—No entiendo por qué nos haces esto. Sé que desde que me conociste no te caí bien, pero no era justo que, por mi culpa, hayas arrastrado a todos a esto.
—Tienes razón, pero realmente solo a ti te mataré. Claro, solo si los demás hacen lo que les conviene para seguir viviendo.
Simplemente ya no dije nada. Me quedé en silencio, pensando en el lío en el que estamos metidos. Sé que no será fácil, pero no puedo dejar que mis amigos paguen por esto.
—Bueno, veo que no dirás nada más, Charlotte. Así que voy a disfrutar de este día. Me veré muy bonita para que tu muerte sea placentera. Espero que también te mentalices para lo que va a pasar —dijo, riendo al final.
Realmente, esta mujer está loca. No entiendo cómo pude haber estado cerca de ella todos estos días.
Me siento muy incómoda con todo lo que acaba de pasar.
Aunque hay algo que Samanta olvidó: los rastreadores que me dieron mis padres. Cada uno lleva uno, y ahora lo haré sonar.
—Chicos, perdón por todo esto. Es muy difícil pensar en todo, y sé que parte de esto es mi culpa. Aunque creo que tengo la solución.
—Charlotte, no tienes que disculparte. Al menos yo decidí estar en este lugar. Quise ayudarte porque, desde que te conocí, me pareciste una persona tan agradable e interesante —dijo Jayden, mirándome a los ojos.
No sé por qué, pero aún no entiendo por qué siempre me rodeo de personas tan agradables.
Además, el botón en mi collar se encendió de color rojo. Traté de esconderlo, metiéndolo en mi blusa para que no se viera, pero los demás lo notaron y entendieron al instante lo que estaba pasando. Sé que no quería recurrir a mis padres, pero esta vez será necesario.
Solo quedaba esperar a lo que fuera a pasar.
NARRADO POR SAMANTA
Estoy tan molesta por todo esto. Sé que lo que estoy haciendo no está bien, aunque vi en la mirada de Charlotte que realmente estaba decepcionada de mí. No quise hacer esto, pero debía hacerlo.
—Samanta, ven —oí a mi abuelo llamarme.
—¿Qué pasa?
—Sabes que ahora te has convertido en mi favorita. Cada cosa que te he pedido hacer, no te has negado. Sé que lo haces porque realmente quieres esto, pero ¿te has puesto a pensar qué pasaría si Charlotte cambiara de parecer? Sabes que el ritual que debes hacer para tomar su lugar es muy difícil. Ella ha pasado por muchas cosas, lo que la ha hecho muy fuerte. Tú también tienes que ser fuerte.
—Estoy dispuesta a hacer todo, con tal de ser la líder.
—Bien. Parece que tienes claro lo que quieres hacer. Eres una persona que sabe lo que quiere, y eso es bueno para lo que te espera.
—Está bien. ¿Puedo descansar un poco? Necesito prepararme para lo que viene.
—Sí, descansa bien.
Me fui a descansar, pensando en todo lo que estoy haciendo.
Hace unos días...
Desperté en una habitación cerrada. Vi que alguien se acercaba hacia mí. Era aquella persona que pretendía hacer pasar por mi abuelo.
—¿Qué hago aquí?
—¿Cómo estás, Samanta? Hay algo que quiero ofrecerte. Simplemente quiero que tú seas la nueva líder. Charlotte no tiene lo que se necesita para esto, pero sé que tú sí puedes lograrlo.
—Pero yo no quiero hacerlo.
—Claro que sí lo quieres. Si no lo haces, morirá tu hija y todos los demás chicos.
—¿Cómo sabes que tengo una hija? —pregunté, confundida.
—Sé todo, Sam. Sé que tus padres están criando a tu hija, que tuviste cuando eras adolescente. Ellos la hacen pasar por tu hermana, pero claramente no es así. Así que no te preocupes. Deberás seguir todo lo que te diga, o seguirás la corriente si no quieres que le pase algo a ella.
Fin.
Me siento tan mal por todo lo que está pasando. No sé por qué me pregunta si lo haré bien cuando él sabe perfectamente que no lo estoy haciendo por voluntad. Todo esto me parece una tontería, pero ¿por qué lo está haciendo? Ahora tiene otro plan.
Entiendo que me está usando, pero sinceramente espero que Charlotte me entienda después de esto. No es como si me cayera mal. Simplemente, es una obligación. Cuando estuve frente a ella, esperaba no decirlo, pero todo fue en vano.
Necesito dormir un poco para pensar en lo de mañana. Hoy me dio a entender que, si Charlotte se arrepiente, me quitaría esto, aunque no sé qué pasaría conmigo. Solo espero que no le hagan nada a mi hija.
Sin darme cuenta, me quedé dormida, aunque un fuerte ruido me despertó inmediatamente. ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde están todos? Salí de mi habitación y caminé por los pasillos. Varios hombres estaban muertos. Entré al lugar donde estaban los chicos, pero no había nadie. ¿A dónde se habían ido? Mi abuelo entró detrás de mí y dijo:
—Se escaparon. No sé cómo lo hicieron, pero espero que tú no estés metida en esto. Ahora, ayúdame a sacar todos estos cuerpos. No quiero verlos porque me producen más coraje.
Lo ayudé a sacar los cuerpos, pero realmente quería vomitar. No soportaba el olor a sangre. Luego, tuve que ayudar a limpiar el piso.
Editado: 08.07.2025