✔Capítulo 1: ¿Me Darías Una Pista?

Charlotte Simmons

—No seas terca Charlotte, ese vestido no se te ve bien.—responde mi hermano que se encontraba acostado en mi cama mirando al techo

—¡NIÑOS BAJEN A DESAYUNAR!— grita mamá, supongo que se encuentra en alguna parte del piso de abajo.

Es una mujer bajita, igual que yo, con unos grandes ojos verdes, iguales a los mios, y un cabello negro azabache, completamente diferente al mio.

Mi hermano mayor, Thomas, me estaba ayudando a escoger que ponerme para ir a la escuela, porque, pues, es mi hermano y me ayuda. Tan simple como eso.

Nah, mentiras. Quería una opinión masculina sincera conrespecto a mi vestuario. Pero él es duro conmigo y no adora mi vestido color durazno.

Debería ser poeta.

—Apurate.— me avisa antes de salir de mi habitación.

Decido hacerle caso y me pongo algo rápido.

Es un lindo vestido (no tanto como el anterior), me encantan los vestidos (sobre todo el de color  durazno), es rosado, con puntos negros, lo acompaño de unos tacones negros, de por lo menos quince centímetros, mido un metro con cincuenta y cuatro, al lado de mi novio quedo como un jodido gnomo, así que... Soluciones desesperadas para situaciones desesperadas.

—Hola a todos— saludo apenas llego al comedor con mi familia.

—Charlie, ya esta tarde tienes que ir al instituto—dice mi madre.

Harrison College, el mejor instituto de West Hills, se destaca por su estudiantes con altos y superiores promedios a los de los demás institutos, para ser sincera, solo estoy ahí dentro por que siempre obtengo el primer puesto en los concursos de fotografía.

—Pues, si no fuera una caprichosa, no llegaría tarde — irrumpe Thomas luego de ver mi atuendo, es que no me he puesto lo que el deseaba.

—Pues, si no fuera una caprichosa, no llegaría tarde. — lo imito lo más infantil posible —¿Quieres que te recuerde como me preguntabas que nos gustaba a nosotras las chicas para invitar a salir a Summer?

Podemos comenzar una pelea en cinco segundos si nos lo proponemos, así sea una estupidez como ahora.

—¿Quieres que te recuerde como me dijiste que golpeara a Marcus, cuando te rompió el corazón? — responde, haciendo un gesto de corazón con los dedos y luego rompiéndolo.

—¡Tenia diez años! Además, ese es tu deber como hermano mayor.

—Hermanita, tienes que dejar de pasar tanto tiempo con Molly, se te esta pegando lo cliché, además soy sólo 5 minutos mayor que tu.

—¡CALLENSE AMBOS, A H O R A! - nos grita mamá, golpeando dos sartenes uno contará otro, escuché como papá reía — Thomas, coge mi auto y vayan a la escuela en el transporte público no llegaran nunca.

—Hasta luego niños.— dice papá besándonos la cabeza, primero a Thomas y luego a mi, a mi madre le da un beso en los labios y sale para dirigirse a la empresa en la que trabaja.

Después de despedirnos de mamá, la cual nos advierte que tengamos mucho cuidado, subimos al auto de Thomas.

Siempre he querido un matrimonio como el de mis padres, mamá quedo embarazada de mi padre cuando tenían 17 años, cuando mis abuelos se enteraron no tuvieron la mejor reacción y la echaron de casa, sin embargo mis abuelos paternos siempre tuvieron ese sueño de tener nietos siendo jóvenes, entonces dejaron quedar a mi madre en su casa durante su embarazo, cuando nació Liam, esperaron cuatro años para casarse y un año después de su unión nacimos Thomas y yo, tienen casi cuarenta años aman con si fueran adolescentes.

De mis abuelos maternos no se a vuelto a saber nada, y creo que es mejor así.

—Hemos llegado—  dice mi hermano abriendo mi puerta.

Al final no llegamos tarde, mi madre es una exagerada.

Thomas se despide rápidamente de mi con un gesto de su mano y sale corriendo en dirección a las canchas, creo que tiene entrenamiento con el equipo de fútbol americano, él es el capitán.

No le doy mucha importancia y entro tranquilamente a la escuela.

Es grande, se constituye principalmente de dos pisos, la primera planta es solamente para casilleros, ya fuera del instituto, se encontraba el campo de fútbol, el cual tenía a graderías a su alrededor. El piso encima de ese, contenía únicamente las oficinas y los laboratorios.

El piso de los casilleros era enorme, entrabas y justo enfrente tuyo había otra enorme puerta que te dirige a un enorme pasillo, en donde a cada lado se encontraban los salones.

Al llegar a mi casillero, sacó mis llaves para abrirlo, pero alguien tapa mis ojos.

—¿Quién soy?— dice.

Simulo pensar— Hum, no lo se ¿Me darías una pista?—le contesto.

—Por supuesto —dicho eso, procede a besar mis labios, un toque rápido y suave, luego quita sus manos de mis ojos.

—Hola — le saludo con una sonrisa terminado el beso.

—¿Con que materia sigues?—me pregunta mi novio, Jason.

Jason si es el ejemplo perfecto del perfil de un estudiante de Harrison, se destaca en todas las materia con notas superiores y un coeficiente intelectual muy alto, aparte de eso, como actividad extra curricular está en el equipo de fútbol americano.

—Química — respondo—¿Tú?

—Historia, debo irme, ¿nos vemos en el laboratorio?—me dice.

—Sí, claro, nos vemos allí entonces—. Jason asiente y después de un beso se va.

Les explico, el laboratorio es un lugar enorme donde Jason, practica sus experimentos y crea cosas nuevas, es un lugar gigantesco.

—¡Sorpresa!— grita una voz muy conocida en mi oreja.

—¡Molly, eres una idiota, ¿Que quieres?!- le grito, a mi amiga, claro, después de haberle lanzado mi tabla periódica.

—Yo se que me amas — response entregándome lo que le había lanzado.— ¿Leíste el libro?— pregunta y yo simplemente asiento con mi cabeza.

Ha decir verdad, casi no lo termino, es un libro demasiado típico, Amor de Secundaria, es que ¡por Dios! hasta el nombre es muy absurdo, la cliché historia del chico popular y la chica nerd... Ah y claro, una Megan que intenta separarlos.