por fin había terminado de desempacar toda mis cosas y organizarlas en mi nueva habitación, me tire sobre mi cama tomando mi celular para ver algunos mensajes de mis amigas diciendo que me iban a extrañar mucho, sonreí involuntariamente respondiendo los mensajes para después apagar el móvil y mirar el techo como si fuera lo más bello del planeta tierra.
Me puse a pensar que mañana ya entraría en mi nueva escuela, era un fastidio. Tener que comenzar todo de nuevo, hacer nuevas amigas, caerle bien a los profesores, ser de nuevo la popular, aunque eso último no iba a poder ser ya que a dónde voy es una escuela privada donde solo van los adinerados y de seguro todos serán unos engreídos y no tendré amigos ninguno. Pero la vida es así, que a veces es muy injusta con algunos.
(...)
Era de noche y había terminado de comer, estaba llena, me dirigí al armario para sacar mi pijama ya que me iba a dar un baño y Vi una vez más la puerta mediana. Salí de la habitación un momento buscando las llaves de mi madre ya que traía varias llaves enganchadas en un llavero y quería probar si una servía para abrir la puerta rosada.
Regrese a la habitación con el llavero en mis mano y me arrodille para estar cómoda mientras probaba cada llave en la cerradura de la rosada puerta la cual tenía un nombre tallado en ella que no leí antes.
- Alex - dije levantando una ceja, porque tenía ese nombre ? - acaso vivirá un duende detrás de esta puerta que se llame así ? - negué con la cabeza ya que era bastante estúpido ya que los duendes no existen.
Rendida deje el llavero en su lugar y me dirigí con mi cómodo pijama al baño.
(...)
Sentí la jodida alarma sonar con aquel ruido fastidioso característico que tiene. Estire la mano hacia la mesita de noche buscando el despertador para apagarlo aún si abrir los ojos, al conseguirlo doy un suspiro y abro los ojos lentamente y ver mi cuarto a oscuras. Después de unos cinco minutos pensando si levantarme o dormir un rato más decido ponerme de pie quitándome las sábana de encima y dejar que el frío atacara mi cuerpo. Apagué el aire acondicionado y encendí la luz.
Aún adormilada y con mi cabello revuelto me dirijo al armario y sacar un conjunto de ropa que me pondría para ir al instituto. Me dirigí al baño y me despoje de mi pijama quedando desnuda para luego ya estar dejando que el agua calentita de la ducha mojara todo mi cuerpo. Luego de unos refrescantes minutos en la ducha salí ya vestida y comencé a cepillar mi cabello, me coloque mi zapatos y tomé mi mochila obviamente vacía y salí de la habitación.
- hola cariño - me da un beso en la mejilla - dormiste bien
- pues si...- dije sentandome en el sofá de la sala
Mi madre me trae un plato con algunas tostadas y un vaso de jugo. Luego de desayunar comencé a escribirle a mis amigas hablándole que iría a mi nueva escuela y que sería un fastidio. Ellas como siempre respondieron diciendo que si hay chicos guapos les diera sus números, es que no puedo con ellas.
(...)
- bueno cariño aquí es - habla mi madre quien aparca el auto frente al instituto y veo como algunas chicas y chicos entraban en grupitos y otros miraban en dirección al auto donde me encontraba
Me despedí de mi madre y salí del auto sintiendo todas las miradas sobre mi. Ví como el auto se alejaba y me di la vuelta para encontrarme con la entrada del instituto. Respire hondo y entre, había mucho movimiento. Chicas caminando bien vestidas ( algunas parecían que iban a galas de premios por lo exageradas que iban ) algunas otras en grupito charlando y riéndose al igual que los chicos, yo solo me limitaba a seguir caminando por los pasillos buscando la dirección para que me entreguen los libros de mis materias y el número de mi casillero.
Al parecer no pude evitar ser el centro de atención de todos los del lugar, estaba nerviosa, no conocía a nadie y no sabía si a la vista de todos era agradable o les caía mal. Cómo ya no sabía a dónde ir decido preguntarle a una chica de cabellera peliroja que guardaba algunas cosas dentro de su casillero.
- emmm hola - llame su atención y ella de giró permitiendome ver su cara, tenía los ojos verdes y algunas pecas adornando su rostro, labios finos pintados de rojo. Sin duda una chica linda - sabes dónde queda la dirección - pregunté mientras sostenía mi mochila vacía
- eres nueva verdad - pregunta mientras mascaba chicle de menta gracias a que el fuerte olor a menta atacó mis fosas nasales, asentí con la cabeza haciéndole saber que era la nueva de aquí - aha ya, eres la nueva nerd - dice haciendo una mueca de asco a lo que no pude evitar levantar una ceja
- perdón ? - dije ofendida
- perdonada cariño - dice palmando suavemente mi cabeza como si de un perro se tratara y se fue, obviamente sentí algunas pequeñas risas por parte de los demás, no pude evitar sonrojarme ya que me sentía algo humillada.
El timbre sonó y todos caminaron a los salones de clase que le tocaban y yo ni sabía a dónde ir.
- Hola, eres la chica nueva verdad - me habla una mujer que le puedo calcular unos 30 años
- emm si, soy yo
- acompañeme por favor - asentí y la seguí hasta llegar a dónde quería, la dirección, entramos en donde ella me habló del lugar y bla bla bla que obviamente no preste atención a la mayoría.
Me dió un bulto de libros junto con un papel donde venían los horarios de cada clase, los números de los salones de la clases que me tocaría y el número de mi casillero y la llave para abrirlo, número 34
Salí de la dirección en busca de mi casillero, ya mis brazos se cansaban con el peso que tenía con los libros. Cuando por fin localicé mi casillero intenté abrirlo con la llave pero todos los libros se me cayeron.
- enserio - dije con fastidio y me agache para recogerlos
- déjame ayudarte - dijo una voz masculina, mire al chico que se dispuso a ayudarme, pelo negro, ojos color miel, facciones finas, tez clara y una anatomía atlética.