Capítulo 10

Emily

Han pasado 5 días desde que no veo a Kevin Bron. A pesar de todo él fue alguien que me cuidó y me quiso mucho. Y Max también, esos dos chicos son encantadores pero todos tenemos nuestro pasado un poco oscuro.

—Aquí —dijo Liam.

Estábamos en un campo, tuvimos la grandiosa idea de hacer un picnic, pusimos una manta de picnic al lado de un árbol grande, el césped lo habían cortado hace poco por eso estaba chiquito.

Sacamos la comida de la cesta. Lo primero que comí fue un pan relleno de chocolate. 

—Tengo que decirte algo —dijo Liam serio.

—¿Qué es lo que pasa? —pregunté temiendo lo peor.

—Yo … —lo interrumpió una llamada.

Me estaban llamando a mi, y era Bron.

—Es Max —me dijo asustado—ven rápido a mi casa. —fue lo último que dijo antes de colgar.

—Tenemos que irnos —le dije preocupada a Liam.

Caminos un pequeño tramo hasta llegar a la carretera donde está el auto que nos prestó Alfredo.  

Nos subimos en el auto y Liam comenzó a manejar. 

Millones de pensamientos se venían a mi mente. Tenía mucho miedo. Quería llorar pero no quería que al llegar me vieran así. Todo el trayecto fue un momento de angustia y miedo.

Cuando llegamos a la casa de Bron, me quité el cinturón de seguridad y bajé del auto tan rápido que ni siquiera esperé a que el auto se apagara por completo. Comencé a tocar la puerta muy rápido y fuerte.  Me abrió Bron. 

—¿Qué es lo que pasa? 

Solo se dirigió a la escalera y subió, yo lo seguí sin mirar atrás. Cuando llegamos a su cuarto ví a Max tirado en el suelo con un cuchillo grande en la mano. La vista se me nublo un poco por las lágrimas que querían salir pero no las deje salir. Intenté acercarme a Max.

—No intentes acercarte. —me dijo con una voz muy enojada. 

Su mirada era muy fría y dura, pero también podía ver tristeza. 

—¿Dónde está Max? 

—Está aquí ¿No lo ves?

—Max siempre es amable conmigo, a pesar de todo. Max no hace idioteces porque piensa primero en su hermanito.

—Pues ese Max ya no está —jugó un poco con el cuchillo y dio un gran suspiro— Las drogas lo mataron —lo dijo tan desanimado de todo y mirando solamente al cuchillo.

—A él nada lo podía matar.

—Sigues siendo la misma ilusa.

—Y yo a ti te estoy desconociendo —me miró por un momento y sentí que su mirada me congelo.

Por un momento lo estoy desconociendo. 

—Max esto no es lo que tu quieres —mis lágrimas comenzaron a salir— No es lo que quiere tu hermano, no es lo que quiero yo. Te adoro y verte sufrir de esta manera es muy doloroso. Ya lo viví antes con Rose y no quiero que pasé lo mismo contigo. Por favor no hagas esto —la voz me temblaba— Yo sé que esto es doloroso. Yo sé cómo te debes sentir, pero si lo vas a hacer, que sea conmigo. 

—No te dejaría hacer eso

—Y yo tampoco. Estamos en las buenas y en las malas ¿recuerdas?

—Si pero esto es diferente 

Agarró el cuchillo y se cortó. Sangre. Escuché como un grito salía de mi. Corrí a agarrarlo  en mis brazos. Mis lágrimas caían. No escuchaba nada. Llegó la ambulancia y se lo llevó. Liam me agarró y me subió en la parte de atrás del auto de Alfredo. Adentro del carro comencé a gritar, a dar patadas, a abrazarme a mi misma.

Liam me agarró y me abrazó. No dijo nada y era mejor. Solo quería llorar y llorar. Y lloré. Lloré en los brazos de Liam. Golpeé a Liam. Y él me dejó llorar y golpearlo. 

—Llevame, Liam

—¿A dónde?

—Con Max, necesito estar con él —me secó las lágrimas, aunque siguen saliendo más— él me necesita. 

—No te voy a llevar. Mira como estas.

—No me hagas esto Liam. 

—Es mejor que por ahora no vayas.

—Tu no decides qué es lo mejor para mi.

—En este momento sí. 

—Tu no eres nadie para que me diga que hacer y que no.

Me bajé del auto y comencé a caminar hacia el hospital. No me importaba que estuviera lloviendo. No me importaba que hiciera mucho frío. Yo iría a ver a Max como sea. Sentí como un brazo me agarraba de la muñeca.

–No creas que te voy a dejar irte así de fácil. 

Me jalo  hacia el carro, yo lo empuje con fuerza y él se detuvo pero no me soltó. 

—¿Qué es lo que pasa contigo?

—Pues no sé, quizás estoy mal porque mi mejor amigo se intentó suicidar en mi cara. QUIZÁS —le grite enojada.

—Yo sé que es difícil

—No lo sabes

—Tienes que descansar 

—¿Descansar? Mientras mi amigo está solo en un hospital después de cortarse las venas —luego solté algo muy sarcástico— Wow ¡que ingenioso, Liam!

—No estoy bromeando, Emily

—¿Y tengo cara de que yo sí?

—Sube al auto

—Tú no me mandas 

—¿Por qué serás tan terca?

—¿Y tú por qué no me comprendes? —la lluvia comenzó a caer muy fuerte— ESTOY CANSADA QUE TODOS EN ESTE MALDITO MUNDO ME DIGAN QUE HACER.

—LO HACEN POR TU BIEN.

—PUES NO CREO, PORQUE ROSE ME DIJO QUE ME DROGARA Y YO ACEPTE COMO UNA ESTÚPIDA, Y ESO FUE UNA CONDENA PARA MI.

—No todos van a querer lo mismo para ti.

—¿Y TÚ SÍ VAS A QUERER ALGO BUENO PARA MI?

—OBVIO QUE SI

—PUES NO TE CREO. SI MI MEJOR AMIGA ME HIZO ESO, NO QUIERO IMAGINARME COMO SERÍA CONTIGO.

—Hablas como si no me conocieras.

—Eso es lo que pasa, no te conozco. 

—¿Por qué me tratas así?

—Liam tu no eres mi salvador. 

—¿Qué te he hecho yo?

—Aparecer. No debiste haber venido —una lágrima salió de mí pero se camuflo con la lluvia—. Yo no quiero algo con alguien.

—Pero lo íbamos a intentar…

—Sí pero no … no quiero intentar nada contigo.

Me fui corriendo. Como una cobarde. Llegué al hospital y estaba Bron en la sala de espera.

—¿Por qué estás empapada, Emily?

—¿Sabes como esta Max?

—Los doctores no han dicho nada aún —nos sentamos en las sillas— ¿Y Liam?

—No quiero hablar de él.

Él solo asintió.

No sé cuánto tiempo pasó cuando por fin de tanto tiempo un doctor venía a decirnos algo.