Capítulo 8

Ken, con el dolor de la pérdida de Aiko aún ardiendo en su corazón, se volvió hacia el Mago de los Sueños. "Debemos unir nuestras fuerzas," dijo, con su voz firme . El Mago de los Sueños asintió, comprendiendo la necesidad de esta unión.

"Juntos, seremos más fuertes," respondió el mago. Con un gesto solemne, comenzaron el proceso de fusión. Una luz brillante los envolvió, y sus energías se entrelazaron, creando una nueva persona. Era una combinación perfecta , El poder del Mago de los Sueños con la valentía y amor de Ken.

Esta fusión , esta nueva persona se llama :
Emanuel (que significa Dios con nosotros)

La nueva figura, irradiando poder y luz, se enfrentó al Mago de las Pesadillas. "Ahora enfrentamos la oscuridad con una fuerza inigualable," declararon, su voz resonando con autoridad.

El Mago de las Pesadillas, aunque sorprendido por esta nueva presencia, no se dejó intimidar. "Crees que puedes vencerme con trucos de luz?" rugió, lanzando un ataque masivo de sombras y pesadillas.

La batalla se intensificó, con la nueva figura esquivando y contraatacando cada ataque del Mago de las Pesadillas. La Espada de la Luz brillaba con un fulgor cegador, y cada movimiento era preciso y devastador.

Durante la pelea, Ken, ahora fusionado con el mago, recordó los momentos preciosos que había compartido con Aiko. Estos recuerdos le dieron fuerza para seguir luchando.

Recordó el primer momento en que Aiko apareció y salvó su vida, cortando al monstruo rojo con su katana mágica. La valentía y belleza de Aiko habían dejado una impresión indeleble en Ken.

Las noches junto a la fogata, donde compartían historias de sus vidas, riendo y sintiendo una conexión profunda. Donde Ken la había hecho reír con sus chistes, y Aiko había compartido sus sueños y miedos.

El momento en que, bajo un cielo estrellado, sus corazones se habían encontrado y se habían besado por primera vez. El amor que sentían el uno por el otro había sido palpable y puro.

La valentía de Aiko al enfrentar a los troles para protegerlo, sus movimientos rápidos y letales mientras luchaba. La admiración y amor de Ken por Aiko habían crecido aún más.

Y por último el instante en que Aiko se había interpuesto para protegerlo del ataque mortal, sacrificando su vida por él. Ese acto de amor puro había dejado una marca imborrable en el corazón de Ken.

Impulsado por estos recuerdos y el amor que sentía por Aiko, Ken se llenó de una ira justa. "¡Esto es por Aiko!" gritó, fusionando el amor de Dios con su espada una vez más. La Espada de la Luz brilló con una intensidad que cegó al Mago de las Pesadillas.

Con una serie de golpes precisos y poderosos, Ken y el Mago de los Sueños, ahora fusionados, desintegraron una parte significativa del poder del Mago de las Pesadillas. La oscuridad comenzó a retroceder, y el mago malvado sintió su poder disminuir.

"¡No permitiré que destruyas este mundo!" exclamó Ken, sus ojos llenos de furia . Cada golpe recordaba la sonrisa, la valentía y el sacrificio de Aiko, llenándolo de una fuerza inquebrantable.

La batalla continuaba, pero ahora había esperanza. Con el poder del amor y la luz, Ken y el Mago de los Sueños estaban cerca de vencer al Mago de las Pesadillas. La próxima etapa de la batalla decidiría el destino del Reino de los Sueños, y la memoria de Aiko y de Tobi sería la fuerza que los impulsaría hacia la victoria.

La batalla alcanzaba su clímax, y a pesar de la fuerza combinada de Ken y el Mago de los Sueños, el Mago de las Pesadillas estaba ganando terreno. Sus ataques de sombras y pesadillas eran implacables, y Ken, ahora desfusionado del mago, por un ataque del enemigo que lo provocó , comenzaba a sentir el peso de la desesperación.

El Mago de las Pesadillas lanzó una ráfaga de energía oscura que golpeó a Ken, haciéndolo caer de rodillas. "¡Ves, humano! La oscuridad siempre prevalece. No puedes vencerme," se burló el Mago de las Pesadillas, su voz resonando con triunfo.

En ese momento de desesperación, cuando todo parecía perdido, una luz brillante apareció en el cielo, llenando el campo de batalla con una claridad cegadora. Era una luz que no podía ser ignorada, una luz que disolvía las sombras y pesadillas como si fueran nada. La Gloria de Dios se manifestaba ante ellos.

El Mago de las Pesadillas se retorció con horror mientras la luz divina lo envolvía. "¡No! ¡Esto no puede estar ocurriendo!" gritó, sintiendo cómo su poder era arrancado de él. La oscuridad que había invocado comenzó a disiparse, y su fuerza disminuyó rápidamente.

Ken, sintiendo la luz divina llenándolo de nuevo con esperanza y poder, se levantó. "La luz de Dios siempre prevalece sobre las tinieblas," dijo con una voz llena de convicción.

Con la Gloria de Dios guiándolo, Ken levantó su Espada de la Luz, ahora resplandeciente con una intensidad pura y celestial. "Esta espada nunca se rompió porque representa la palabra de Dios, la cual siempre permanecerá," dijo, avanzando hacia el debilitado Mago de las Pesadillas.

El mago, ahora casi sin poder, intentó lanzar un último ataque, pero sus sombras ya no respondían a su voluntad. Ken, con un golpe decidido y preciso, cortó la cabeza del Mago de las Pesadillas. Las sombras se dispersaron, y la figura oscura del mago se desvaneció en el aire, disolviéndose en la luz.

Ken, de pie con la Espada de la Luz en alto, miró hacia el cielo, su rostro iluminado por la luz divina y repitió. "A Dios nadie lo vence," proclamó con voz firme. "La luz siempre estará sobre las tinieblas.

Con la derrota del Mago de las Pesadillas, el Reino de los Sueños fue liberado de la oscuridad que lo había amenazado. La luz divina continuaba brillando intensamente, restaurando la paz y la esperanza en el reino. Ken, aunque lleno de tristeza por la pérdida de Aiko, sabía que su sacrificio no había sido en vano y que el amor de Dios había triunfado.