Mundos Opuestos

12.

Eikki y Jarko duraron un par de horas, no solo quitando el maquillaje de su rostro, al igual, que la pintura del esmalte de sus dedos y soltando todas las trenzas que su melena larga tiene. Su primo no para de reírse del nórdico que lo quiere matar con la mirada. Aún no sale del asombro que la rubia lo dejo venir de su casa de esa forma. Piensa cobrarse esto.

— Duele  — Exclama cuando su primo hala un poco de su cabello — Te buscas un buen golpe, Eikki.

— No te saques tu ira conmigo que no soy el responsable. Te estoy ayudando, hermano. — Afirma el chico — Tan loco estas por la rubia que no viste tu aspecto.

— No. No me vi al espejo antes de salir y nadie me dijo nada. — Contesta molesto — Puedes acabar pronto, muero de sueño. Eikki.

A la mañana siguiente las chicas están con muchas energías y quieren disfrutar de los pocos días que le quedan de vacaciones y han decidido invitar a los chicos a esquiar. Ritva ha escuchado de una tienda cerca de la montaña donde alquilan todo tipo de implementos para deportes.

Mientras los chicos bajan van pidiendo algo de desayuno como: ensalada de frutas, jugo de naranja y algo de frutos secos, les gusta cuidarse mucho en la alimentación y en lo que consumen. Han sido criadas para verse bellas y mantener un cuerpo esbelto. No están permitidos los kilos de más. No es bien visto.

—  ¿Qué piensas de la actitud de Jarko últimamente, Anne? Es como si fuera otro hombre, alguien más agradable.

—Si lo he visto algo cambiado. ¿Qué harían esos dos anoche en su cuarto? ¿Le gustaría maquillarse? ¿Será de esos hombres que sueñan con ser mujer?

Ritva suelta una carcajada imaginando a su primo en una falda, con senos abultados y utilizando tacones.

— No lo creo y menos siendo hijo de quien es, Anne. — Dice la chica reflexionando en tal posibilidad. Sería una locura — Tal vez fue una especie de broma entre mi hermano y Jarko, ya los conoces como son esos dos.

— Tienes razón, Jarko jamás sería una niña. Eso era un juego entre tu primo y él. Pronto nos casaremos y formaremos una familia.

— ¿En serio quieres hijos? Yo ni loca pienso tener. No imagino mi cuerpo como una ballena, con estrías y gorda. No pienso dañarme mi cuerpo por un bebé. Ni loca.

— Los niños son lindos y hacen parte de una pareja, Ritva. Luego opinaras diferente, amiga.

— Ni loca. Si me toca quedarme soltera para no tener hijos, lo haré.

— Olvida que mi hermanita es muy superficial, Anne — Dice Eikki junto a Jarko dejando un beso en la frente de la chica — Ya pidieron comida, muero de hambre.

Ritva le saca la lengua a su hermano soltando una carcajada el castaño al recordar que lo mismo hace la rubia con él cuando se enoja. Anne les afirma que han pedido el desayuno para todos y los planes que tienen para el día de hoy. En los planes de Jarko no estaba salir con los chicos, quería visitar a su chica y tener un paseo nocturno luego de su trabajo. No le queda de otra que aceptar la salida con sus primos y su novia de un acuerdo, porque para él, su novia real es la rubia, quien le roba sus pensamientos.

Eikki celebra tal invitación por así puede hacer una competencia con su primo en snowboard. Por su cabeza pasa que le podría pedir a su primo si le gana y piensa también en que le podría ofrecerle si pierde el reto que el mismo le propondrá.

Le comenta a Jarko de la competencia mirándolo fijo el nórdico imaginando que no se vería mal en el Lamborghini Aventador SVJ 63 Roadster mostrando una sonrisa que se borró cuando su primo dice el premio que quiere si gana.

— Amo mi carro como a ninguno, pero si gano, Jarko. Me das tú Mustang Boss 429 1969, un hermoso clásico. Imaginas todas las chicas que puedo conseguir con esa máquina.

— ¿Acaso te crees, John Wick, Eikki? Pídeme otra cosa, pero no mi bebé. Ese no lo pongo en juego.

— Es lo que más me gusta de tu juguetería, Jarko.

— Te puedo ofrecer mi motocicleta o mi colección de dios de Nirvana, menos mi Mustang. Es sagrado.

— Acepto la colección de discos, ya que no ofreces tu clásico, Jarko.

Ambos estrechan sus manos. Por su parte, las chicas ruedan loso ojos porque los chicos solo piensan en competir todo el tiempo olvidándose de su presencia.

Los cuatro comen hablando de temas variados comentando Ritva que pronto habrá una obra de beneficencia donde sus tíos son los anfitriones haciendo que Jarko se atragante, odia esas festividades. Les parecen un teatro donde se burlan de las personas sin recursos y donde únicamente dan limosna.

Eikki decide cambiar el tema al ver el malestar en la cara de su primo por algo más divertido donde todos aportan algo nuevo. Jarko se queda sin palabras cuando Anne le da un trozo de manzana como si se tratase de un niño pequeño, recibiéndolo por respeto y las miradas puestas en ellos.

— Que tiernos — Menciona una pareja pasando por su lado — Me recuerda que así éramos nosotros, amor.

— Sí. Si, cariño. Es hermoso ver como el amor aún prevalece en los jóvenes de hoy en día.

Ambos sonríen, Jarko lo hace con ironía, mientras Anne lo hace feliz por tal comentario sin notar que el nórdico odia estas muestras de afecto en público. Se siente ridículo. Ritva no deja de parlotear, por lo que menciono la pareja afirmando que ambos son una pareja muy bella y tendrán hijos hermosos.




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