Mundos Opuestos

13.

Aprovechando que es domingo, las chicas deciden ir por Miska para pasar un día de chicas donde la competencia es su platillo fuerte. Disfrutan esquiar, hacer snowboard, y otros deportes sobre el hielo. Es su pasión. Deslizarse por la nieve, sentir el aire, golpeando sus mejillas, acariciando la adrenalina en sus piernas y manos. Es una sensación que no tiene precio.

Aman competir, desde niñas lo hacen.

Riina, Inkeri y Seija platican sobre que deporte se van a aventurar cuando están por tocar la puerta de la rubia que abre la puerta con una sonrisa en sus labios sorprendiéndose de ver a sus amigas en su casa. No recuerda haber programado nada con ellas y tenía planes con el castaño de verse en el sitio de siempre.

— ¡Wow! Miska te... vez... muy radiante, amiga ¿Ha pasado algo que aún no sabemos? — Pregunta Inkeri mirando fijo la rubia esperando la respuesta — Venimos a robarte, y no acepto un no por respuesta.

— Debe ser que acepto ser novia del nórdico y por eso esa sonrisa.

El comentario de Seija hace toser a la chica ganándose las miradas curiosas de todas. Conocen a Miska y solo tose cuando está nerviosa como lo está en estos momentos. Las chicas sueltan una carcajada.

La rubia no se siente preparada para contarles a sus amigas que tiene como una especie de romance de invierno con Jarko, no cuando todas saben que tiene novia y se encuentra con él en el mismo lugar. La hace sentir una mala persona sabiendo que el castaño no tiene sentimientos por ella, y que está comprometido por compromiso, no por gusto.

 

Camino por la orilla del lago al lado del castaño que no deja de verme con ganas de hablar, pero a la vez, se reprime de hacerlo. Es como si algo lo detuviera.

Tienes miedo de decirme algo, Jarko — Menciono notando que desvía su mirada — ¿Vas a hacer padre?

La mirada de asombro del nórdico me hace soltar una carcajada. Ambos nos sentamos en un pequeño trozo de palo mirando algunas mariposas que se pasean por el sitio.

Odio las mentiras y por eso voy a ser sincero contigo, Miska. Tengo una relación de compromiso con Anne, de vuelta a casa, mis padres planean nuestro compromiso y en verano la boda.

Suelta dejándome con la boca abierta y sintiendo un dolor en mi pecho que no sé cómo explicar. Es como sentirme abandonada de nuevo por la misma persona. Es como si lo perdiera por segunda vez.

No la amo, y menos me gusta, rubia. No me hace sentir las cosas que tú provocas en mi interior. Hice una promesa para salvar a una persona siendo prisionero de un matrimonio que odio y me atara de por vida. — Dice en un hilo de tristeza — No pienses que eres la otra. No tienes comparación, Miska. Me encanta estar a tu lado.

No tengo palabras en este momento, solo escucho lo que tiene que decir y puedo ver en esos ojos que habla con la verdad. Los ojos son el alma del cuerpo.

 

Espero me pueda perdonar por no llegar a su encuentro, luego le explicaré mis motivos. Sé que lo entenderá. Salgo con las chicas de la casa preguntando qué planes tienen para hoy anunciando una pequeña competencia entre nosotras por diversión. Quien pierda debe pagar la comida de todas afirmando que el menú es pizza.

Suelto una carcajada, conozco los gustos de ellas, y aman la pizza. No parecen finlandesas, sino italianas. Asiento con mi cabeza escogiendo el esquí, hace mucho que no lo practicamos y creo estar fuera de forma.

— Todas esquí, ¿estamos de acuerdo? — Pregunta Miska esperando una respuesta de sus amigas, quienes asienten — Podemos ir a la tienda donde trabajo. Nos permiten todo por la tarde hasta las 5 de la tarde sin multa. Y no es muy costoso el alquiler como en otros lados.

— De acuerdo — Afirman todas encaminándose al lugar.

— ¿Quién le tocará pagar la cena esta vez? — Menciona Riina viendo a Miska que está algo despistada — Creo que será una chica rubia, de ojos azules, muy guapa, que tiene a un chico babeando por ella, pero no lo acepta.

— Pienso que me uno a las suposiciones de Riina, nuestra amiga, será quien nos costee la comida esta vez.

— La última de invierno, ya casi se terminan las vacaciones, chicas. No quiero el regreso de clases.

— Hacen muchas suposiciones, chicas. Soy buena esquiando… lo olvidan. — Menciona la rubia sacándoles la lengua.

Miska mira en ocasiones para los lados si logra visualizar a Jarko y buscar la forma de decirle de los planes de sus amigas, de los cuales, no tenía conocimiento alguno. Disimula un poco para que las chicas no lo noten. Agradeció que no preguntaron más sobre el tema de ella con Jarko.

Saluda a sus jefes buscando todo lo que necesitan encaminándose a la pista donde encuentran muchas personas deslizándose y haciendo deportes, sin percatarse, Jarko y sus amigos también se encuentran en el lugar. Al igual que ella, el chico también está preocupado por no llegar a la cita con la rubia, y no encuentra el modo de zafarse de los chicos, no cuando nota rara a Anne. Trata de poner buena cara para que no lo noten disperso de las conversaciones de ellos.

Eikki le pide que disimule que las chicas se pueden dar cuenta y armar un problema. Siente calma al ver pasar a la rubia con sus amigas, aunque, Miska no lo nota, al igual que Anne y Ritva que no la ven.




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