Mundos Opuestos

15.

Mientras Miska encuentra en calma toda en su casa, por su parte, Jarko ha encontrado todo un caos en el hotel al notar la presencia de su padre que lo mira fijamente con esa mirada que congela el mundo entero, viendo como sus primos llegan quedando asombrados por la visita de su tío notando que su prometida Anne está en calma mirándolo con una suficiencia de creer haber ganado la partida como si de un juego se tratase.

Esta vez Jyrki  Mäkinen no controlará la vida de su hijo, no cuando sabe todo lo que ha pasado y lo que ha descubierto.

Lo saluda pidiendo salir con él a un lugar privado donde puedan hablar, no piensa darle un espectáculo a Anne y menos cuando ha sido la causante de todo este caos en los últimos días de sus vacaciones.

Camina con su padre sin un rumbo fijo alejándose un poco del hotel notando que empieza a caer la noche.

— Me has mentido. Me has mentido toda mi vida, Jyrki Mäkinen. Juraste que serías bueno con ella y su madre si me alejaba de su vida y cumplía tus órdenes, sucediendo todo lo contrario, ¿Por qué demonios no cumpliste, Jyrki? He seguido tus reglas arruinando mi vida y aun así… seguiste arruinándola. Eres horrible. ¿No sé quién es peor? Tú… o yo… por ser un cobarde.

— Hijo lo hice por tu bien, cariño. Siempre he querido lo mejor para ti y tu hermano.

— ¿Seguro? — Pregunta el chico furioso brotando algunas lágrimas de sus ojos. Nunca te hemos importado… solo vives por ti. Eres un desastre como padre, arruinas todo lo que tocas en la vida. Primero mi madre, luego Marko, mi hermano, el cual, nunca supo que era jugar con un juguete por tu culpa, Miska y su familia y ahora yo ¿Quién más sigue?

El castaño discute con su padre en la nieve, no percatándose de un pequeño risco que está oculto por la nieve,  pisando en falso, cayendo en picada, rodando como una pelota, golpeando su cabeza y espalda con una peña grande sonando un duro golpe.

Jyrki corre tras su hijo evidenciando no pisar en falso y que le suceda lo mismo que a su pequeño. Busca con desespero su móvil llamando a emergencias al verlo sangrar en su cabeza cuando ha logrado bajar hasta él. Nota que no tiene sentido al llamarlo varias veces.

El hombre lo invade el miedo de perderlo y la culpa lo carcome por haberle arruinado la vida a su hijo más pequeño. Vino alejarlo de aquella chica como lo hizo años anteriores, no para verlo morir de esta forma.

Su corazón late a mil por hora.

El lugar donde ha caído Jarko es un poco complicado para un rescate terrestre por los suelos que se desmoronan con un mal paso que des. Por su cabeza se pasa por un rescate aéreo, cree que es la única manera posible. No le importa cuánto dinero deba pagar por ello para salvar a su hijo, uno de sus mayores tesoros, no quiere volver a sentir que es perder alguien amado.

Jyrki por horas siente el precio de la culpa, esperando ser rescatado, al igual, que su hijo que no recobra el conocimiento. Llora como un bebé como una sola vez lo hizo en toda su vida por culpa de su padre, quien le arrebato lo que más amaba en su pasado transformándolo en otro hombre. Uno cruel, ruin y mal padre que nunca ha visto el daño que les ha causado a sus hijos.

Recordar el pasado le duele y más cuando vio a morir a su amada a causa de su progenitor, nada más, por la razón de estar a la altura de su familia, repitiéndose la misma historia con esa chica y su hijo menor, un rebelde sin causa, igual que él cuando nada más era un joven de su edad.

 

Tengo miedo de lo que tu padre pueda hacerte, Jyrki. Temo por los dos. Él nunca me aceptará en tu familia por no ser digna de ti, cariño.

Yo te elijo como la mujer de mi vida, la madre de mis hijos y con quien pasaré el resto de mi vida. No quiero a otra en mi existencia, Kaarle.

También te elijo todas las veces que han sean necesarias, Jyrki.

Dice la joven de tan solo 20 años tomando el rostro de su amado, dejando un cálido beso los labios del chico, entregándose por completo y sin reparos a él, sellando su amor. Para los dos ha sido lo más maravilloso. Dos vírgenes dándose amor puro.

Huiremos juntos — Comenta Jyrki besando a su amada — Nos iremos juntos, lejos de todo este caos, y viviremos juntos nuestro amor, como se debe, Kaarle.

¿Estás seguro? ¿Dejarás todo por amor? — Dice mirándolo algo confundida. — Dime, Jyrki.

Por ti bajo todas las estrellas, si gustas. Muero por ver esa sonrisa a diario en tus labios, cariño. Nos vemos, mañana a las 20 horas, en la estación del tren. Nos iremos lejos de Finlandia.

Es una promesa.

Lo sé, Kaarle. Es una promesa, amor.

Ambos chicos vuelven a sus respectivas viviendas con una sonrisa en sus labios. Al contrario, de Jyrki, la sonrisa que lleva en el rostro se ha borrado de Kaarle de inmediato al pisar su casa encontrándose con una sorpresa en la sala de su morada. Su corazón se detiene unos segundos cuando ve esos ojos grises que la escudriñan tallándola con la mirada, viendo el nerviosismo en los cuerpos de sus padres que no mencionan palabra alguna. Sus manos tiemblan, de su boca no sale ni una sola palabra, menos, un balbuceo sin concordancia.




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