Mundos Opuestos

21.

5 meses después

Han pasado cinco meses desde que Eikki descubrió que Miska es la terapeuta personal de su primo Jarko, guardando el secreto de ambos de que se conocen y que ella es aquella niña del pasado del nórdico. Ritva no es alguien que le guste compartir mucho con los enfermos, así que no es un peligro eminente para que abra su boca y los descubran.

El castaño le gusta pasar mucho tiempo con Jarko, es su mejor amigo y el mejor primo que tiene, su relación con Marko es casi nula, por sus constantes trabajos en la oficina y ahora más que su hermano es una persona discapacitada. Tiene toda la responsabilidad de la familia.

Gracias al buen desempeño de la rubia y un poco de ayuda por parte de Jarko, logró superar las expectativas de Aleksandra, quedándose fijo en la casa trabajando con el chico. Ella siente un poco de paz al ver que Jyrki, el padre del castaño, la trata bien sin saber que es esa chica del pasado de su hijo.

Marko es cosa aparte del resto de la familia, es amable cuando está solo con ella, no le gusta mostrarse débil ante la familia.

 

Miska está por terminar su turno cuando escucha una voz que la llama casi en susurros, escondidos en unos matorrales de la casa junto al jardín del fondo. La chica busca en varios sitios hasta dar con el responsable de aquella voz sorprendiéndola mucho.

Lo siento, no quería molestarte, solamente quiero saber cómo va la evolución de mi hermano ¿Crees que tiene alguna posibilidad de volver a caminar?

Te soy sincera… Marko… así te llamas — El chico asiente — La lección que sufrió tu hermano fue muy grave comprometiendo varias vértebras que aún no han sanado a la perfección. Son muy pocas las posibilidades que tiene por más intentos y terapias que se le realicen. Soy de las que quiere que sea como antes, pero soy realista.

¿Conoces de antes a mi hermano?

Esa pregunta sorprendió a la rubia, cayendo en cuenta que ella misma se delató ante Marko, que la mira esperando una respuesta de su parte.

Guardaré tu secreto por la felicidad de mi hermano. Después de lo vivido y cómo ha evolucionado a tu lado, no puedo quitarle eso.

Gracias. ¿Eres bipolar o tienes doble personalidad?

En esta familia debes guardar las apariencias y mostrarte como un hombre de hielo cuando no lo eres. Mostrarse amable es sinónimo de debilidad para los míos. Me guardas el secreto. 

No te he visto, ni he hablado contigo, Marko.

El chico le sonríe tomando un rumbo diferente a la rubia.

Admira la belleza del jardín esperando que Jarko venga a su encuentro luego de tomar una ducha, listo para el inicio de las actividades. Observa cada una de las plantas en el jardín y la diversidad de colores que tienen. Puedes encontrar violetas, rojas, blancas, amarillas, naranjas. Es como un arcoíris.

Esta tan sumergida en la naturaleza que no siente cuando el nórdico llega tomando una foto de ella sin que lo note. Sonríe por verla tan inmersa en el jardín de su madre, recuerda que ama esas cosas tan simples, pero tan importantes para ella.

No quiere dañar su concentración, al contrario, le gusta admirar su musa. Una que la admira como ella lo hace con esas flores.

Ella se da vuelva pegando un brinco.

— Tan feo soy que te he asustado, rubia. — Dice él con una sonrisa gigante — Veo que tengo ante mis ojos la Miska que conocí y no esa mujer nueva que le vendes a mi madre. Tú no eres de apariencias como ella, eres única.

No sabe que decir con tales palabras. Solo admira a ese hombre que lleva un nuevo look que le sienta muy bien, aunque, Fredrik y Sari no lo amarían tanto por que no tendrían donde hacerle peinados locos o trenzas.

Siente tener ante sus ojos aquel niño de su infancia con esa sonrisa cálida, esos ojos llenos de ternura, con sus grandes alas de ángel visibles ante su mirada. Lo admira como antes él lo hacía sonriéndole.

— Has regresado conmigo, Jarko. Tengo ante mis ojos aquel niñito del pasado cargado de ilusiones, sueños y un amor inmenso por las cosas y su pasión.

— Será porque tengo ante mis ojos mi musa, mi inspiración, la mujer que me hace soñar despierto.

La rubia se sonroja tomando su postura de profesional siguiendo a su pequeño invernadero comenzando con sus labores con una sonrisa gigante en sus labios calmando los latidos fuertes de su corazón.

— Vendrías a la boda de mi hermano conmigo. No me quiero esconder más, pero quiero ir tomado de tu mano para no sentirme un insecto en medio de muchos carroñeros.

Suelta una carcajada por el comentario.

— No sabía que tu hermano se iba a casar, Jarko. — Dice mientras arregla unas rosas en su puesto — Estará de acuerdo tu familia que asista contigo.

— Soy un hombre, Miska, no un bebé que debe pedir permiso a nadie. Marko está al tanto de que te pediría venir conmigo y te ha enviado esto.

Le entrega la invitación que le ha enviado notando que en dos semanas será la boda arreglada.




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