Epilogo

Jarko logro lo que su padre no logro con su padre, Tauno, y fue pelear por el amor de su vida, evidenciar sus sentimientos y retar a ese hombre de hielo por el amor de su vida. No quiere vivir la misma historia de su padre, al contrario, quiere vivirla y no quiere ir por la vida como un llanero solitario lejos de su alma gemela, esa mujer que logra enojarlo y a la vez robarle una sonrisa en un instante. Con ella aprendió amar, a suspirar, a gritar a los cuatro vientos que se siente pleno y enamorado. No quiere fallarle más, no después de sus últimas palabras.

Toda la familia está reunida como todos los años para celebrar el cumpleaños de Marko, en el lugar se encuentra Tauno quien le da un obsequio a su nieto y saluda con cariño al castaño que lo invita a su invernadero, no piensa perder más tiempo, no cuento este está en su contra. No puede recuperarlo y se acorta cada día.

Hablan un poco de cosas banales tomando un poco de aire para soltar lo que quiere decirle a su abuelo sin sentir temor en su voz.  No quiere ser un condenado como su padre y vivir en un mundo de mentiras.

 — Admirable nieto, este punto, es hermoso, ¿Tú lo hiciste solo?

— Lo hice con mi ex terapeuta y la mujer que amo, abuelo. No quiero vivir lo mismo que mi padre. Si quieres alejarme de ella por no ser de clase, tendrás que matarme, porque no pienso renunciar más a ella. Estaré a su lado con tu consentimiento o sin él.

— Eres igual a tu padre, su misma versión. Obstinados, rebeldes, y sin lógica.

— Tal vez, pero él es un condenado a una vida de mentiras, y no quiero eso para mí, no cuando lo puedo cambiar, abuelo. Si me amas, sonreirás por mi felicidad y no lloraras por mi desgracia.

— Eres valiente nieto, más que tu padre, Jarko. — Dice tomando una rosa en sus manos — Pinchan fuertes. No impediré que seas feliz. Te amo más que nada en este mundo, nieto. Estaré vigilando a esa mujer, cualquier error… sabes lo que pasará.

El nórdico ve partir a su abuelo del invernadero, sintiendo un poco de alivio y a la vez un pánico ensordecedor. Tiene un 80% ganado con su abuelo, el resto debe hacerlo su rubia que tiene plena seguridad que lo hará bien, y se ganará a ese hombre de hielo.

Todo está listo para el encuentro de los dos amantes que se juraron un amor eterno en una de las líneas más significativas y románticas del mundo. Mientras observa las nubes cubriendo todo el espacio, observa atento ese hermoso anillo de diamante blanco con un oso polar a su lado inspirado en su historia de amor y en el gusto de la rubia por los osos polares.

Marko, Jyrki, Eikki y Anton no quisieron perder tal oportunidad de acompañar a los jóvenes en esta nueva aventura. Jyrki sabe que la rubia ama su hijo, pero teme que por su condición no acepte la propuesta de su pequeño castaño. No quiero verlo sufrir, no cuando ha padecido mucho por él. Sin embargo, sabe que no puede obligar a la chica a estar con él y más con todos los cuidados que conlleva con Jarko, si lo ama, aceptara esa vida a su lado, y espera que le cambie la perspectiva de creer que es una cazafortunas.

— Nervioso — Pregunta Eikki sentándose al lado de su primo — Pido ser el padrino de la boda, y si me emparejas con Riina como la madrina, me harías muy feliz.

Jarko mira a su primo sorprendido por lo que ha escuchado ¿Eikki está loco por una de las amigas de Miska? Es una gran sorpresa para el castaño. ¿Qué tienen esas mujeres? Se pregunta.

— Sabes que no es decisión mía la madrina, y no sé si me acepte, primo.

Eikki suelta una carcajada estruendosa llamando la atención de todos mirando a su primo.

— Que ingenuidad, primo. No le has propuesto a la rubia matrimonio cuando está aceptando. Esa chica te ama y no tiene ojos para otro tonto que no seas, tú.

— ¿Lo crees?

El chico acentúa dándole una palmada en sus hombros.

Para sorpresa de Jarko, Eikki junto a Marko se han contactado con las amigas de la rubia para organizar algo especial para el par de tortolos sin que ellos se enteren, deben actuar con cautela y precisión.

No saben cómo la madre de la rubia y ella misma reaccionarán al ver a Anton con ellos, y en especial, el mencionado a ver su ex pareja luego de tanto tiempo. También piensan en la reacción del esposo de la señora al encontrarse frente a frente con Anton. No podían negarle que  viniera con ellos, cuando es el padre de Miska, y quiere recuperar a su pequeña flor como suele decirle.

Al llegar a Laponia vuelven a hospedarse en el mismo lugar que lo hicieron en las vacaciones de los chicos. Jarko está algo impaciente por ver a su chica y pedirle matrimonio, no quiere dejar que el tiempo se descuente a cada minuto cuando la vida es algo corta. Cada momento vivido es lo que te llevas, el resto no pertenece a nadie, ni a ti mismo. Son regalos de la vida para que tomes, disfrutes, y nunca olvides.

Marko se encarga de su hermano menor, el resto saben lo que tienen que hacer junto a las chicas.  Ambos chicos se alistan, en especial, el castaño que utiliza su mejor colonia para la ocasión, no quiere verse mal, no cuando estará ante la mujer de sus sueños. Aunque ella no es de etiquetas, quiere verse perfecto para ella.