- Abracé mi cuerpo que estaba helado no sabía si era la temperatura o el miedo de volver a pasar por lo mismo. era algo irreal al menos para mi ya que ellos lo hablaban con tota normalidad. - ¡Carajos! -Es lo único que logró esbozar al ver mi reflejo en un trozo de espejo pegado a un marco- mi... Rostro -mi labio inferior estaba hinchado y morado y... ¡Mi nariz, santo Dios! Esta rojizima- hecho una mirada atrás para ver a Jacob y con un gesto decirle que siquiera apartará la vista.
-para mi sorpresa lo hizo.
Me alce el sueter para ver mi estómago ¡Esto es una broma! Tenía una gran marca morada en el, verlo dolía más que tenerlo.
- ¡Oh mierda! Mi madre dije volviendome a él - ¿Sabe que estoy aquí? y ¿Contigo? No me quiero imaginar lo que está pensando. Y ¿Lilith? Tengo que ir a verla ¿Esta bien? Necesito saber cómo está.
- Riley calma, prometo llevarte con tu madre luego que comas algo.
- Que coma ¡acaso estás loco! mi madre me matará, no le he hablado desde esta madrugada.
- Es que... -otra vez parecía incómodo- le hable a tu madre y dijo que podías quedar a descansar.
- Disculpa que!? Mi madre... Encerio te dijo eso. -no me lo podía creer, apenas y me dejaba salir con Lilith - ¿Que le dijiste?.
- En la conocía hay café caliente ¿Quieres? - dice mientras sonreía.
Hecho un último vistazo a la habitación, y era muy oscura y las luces no iluminaba tanto sus cortinas eran negras y gruesas no se filtraba ni un mínimo rayito de sol, sus sábanas de color gris, lo único que resaltaba era su sillón.
- ¿Bajamos? -pregunto haciendo salir de mis vacilaciones.
- Bajamos y su apartamento no era tan grande, lo ideal para él pero si muy sombrío su decoración estaba basado en colores negros, gris y verde muy oscuro. Raro.
🖤🖤🖤
De camino a casa. Preferí el silencio era mucho menos incómodo; me deje su suéter, pues si mi madre viera mi blusa no tendría como explicárselo.
- llegue a casa y mi madre aún no estaba, me dió alivio pues tampoco quería que viera mi rostro y así vestida; una pulsada en el pecho me hizo detener en seco cuando entré a la casa y me sentí culpable por no pensar en el estado de Lilith durante todo el día.
Rápidamente me cambié de ropa me maquille para tapar los golpes (claramente no funcionó, así que me toca pensar en un excusa válida para ello).
Baje las escaleras y él estaba esperándome en la sala de estar.
- Algo me dice que lo que le pasó a Lilith es culpa mía ¿Tu sabes algo al respecto?
- Se sorprendió al escuchar mi pregunta y eso me dió la razón.
- No.
- ¡No!, No mientas, por favor -baje la mirada para no mirarlo.
- suspiró- Ellos iban por ti, pensaban que ella, estás tú. Querían hacerte pagar por lo que según ellos tú, les robaste - puso los ojos en blanco y resopló.
- ¡Por qué se empeñan en eso ya les dije que no tengo nada! -dije con rabia.
- De hecho Riley, si la tienes y tenemos que hallarla antes que ellos.
- No me lo puedo creer, que pienses lo mismo que ellos, no se cómo más hacerle entender que no se que carajos me están hablando. - grite.
- ¡Es una gema!, tú sabes dónde está solo que por alguna razón no lo recuerdas. Y... -cerro los ojos- tu también debes saber dónde está Emili.
¿Gema? Mi subconsciente me recordó aquel sueño que tuve, todo tenía sentido yo llamaba a alguien Emili, lo que querían estaba dentro de mí.
Me llene de temor - ¡Mentira!
- Vamos al hospital.
- No, tienes que descansar, para que tus golpes sanen.
- No te estoy pidiendo permiso, y si no quieres llevárme iré por mi cuenta. - dije secamente, al mismo tiempo que salia de la casa.
- Está bien -puso los ojos en blanco.
Nuevamente me subí a la moto, está vez mucho más confiada de cierto modo me sentía segura cuando estaba con Jacob.
Llegamos al hospital despues de más o menos veinte minutos; pregunte por Lilith a la recepcionista.
Me dijo que ya estába en sala de recuperación en la habitación 302 me alegre tanto que heche a correr a la habitación.
- ¿Puedo? -pregunte antes de entrar.
- Claro que si -dijo con una risita.
Al verla ahí mis ojos se llamaron de lágrimas, porque ella estaba en esa situación por mi culpa, yo era la que debería estar así, no ella, ella no tienes nada que ver.
- Me abalance sobre ella, para darle un abrazo.
- Gracias a Dios estás bien.
- No inventes, eso fue gracias a los doctores - ambas reímos.
- Me hiciste falta y por un momento pense que...
- Ni lo digas -dijo manotiando -y si fuera sido así creeme que jamás te dejaría de atormentar. -Nuevamente soltamos una carcajada.
- Mi madre llegó, y se acabo de ir con tu madre, le dije que estaba bien y que la disculpaba por no haber llegado antes.
- Si, lo supuse. ¿Lilith? Puedo hacerte una pregunta.
- Obvio, no seas tan misteriosa.
- ¿Pudiste ver a tu atacante?
Lilith quedó un poco desconcertada.
- Lo... Lo siento no quiero incomodarte -baje la mirada.
- No, solo no creí que eso te importará; y no, no ví lo ví.
- ¿Lo? Acaso era un hombre.
- claro que sí, no vez como me volvió, creeme una mujer no golpearía tan fuerte. Además si, pude oir su voz, pues me llamaba Elis mientras me golpeaba, le grite que me será en paz por unos momentos dejo de hacerlo ya están en el suelo luego hasta que no lo oí más, creo que fue ahí en donde perdí el conocimiento.
- Esto tiene que ser una broma.
En ese momento una mujer vestida con bata blanca entre a la habitación para decirme que el tiempo de visita a terminado. Me despedí rápido de Lilith y prometí explicarle todo.
Me reuní con Jacob en la sala de espera, le pedí su celular para llamar a mi madre y decirle que tenía que hablar con ella. Termine y le dije a Jacob que me llevará a casa.