«Capitulo 13»

- ¿Por que ellos? -susurre- Por que si sabían que yo estaba aquí no fueron por mi! -Le di un puñetazo.         –tenían que hacer todo esto.

- Por que ellos saben que perder lo que más te importa, duele mucho más que hacerte una herida a ti.- sus ojos me revelaron compasión, me decian que algo parecido le había ocurrido a él.

- Lo lamentaran, todos y cada uno de ellos -dije en voz baja.
- Ahora hay que sacarlo de aquí.

- Él asintió.

La mano que antes se había convertido en espada ya había vuelto a su forma natural así que tome a Jack por el brazo izquierdo para ayudarlo a ponerse de pie cuando un aleteo muy familiar me hizo erizar me volví a ver, con Jack casi que cargadolo y ví unas enormes alas colgando de la espalda de Jacob de color gris con matices negros le iba perfecto con su cabello eran hermosas.

- ¿Como lo sacarás? -pregunte para disimular mi sorpresa.

- Por la ventana, es lo suficientemente grande, lo llevaré a un lugar donde puedan ayudarlo mientras no salga de aquí yo vendré por ti.

- Asentí - salió de la ventana cargando a Jack.

Cuando salieron sentí un vacío y me di cuenta qué el sumbido y el temblor había desaparecido salí del aula haciendo caso omiso a la orden de Jacob «Te encontraran y matarán» me repetía mi subconsciente.

- ¿Hay alguien? -grite muy fuerte.
Pero solo oí mi eco que me confirmó lo que ya sabía que la escuela estaba vacía. ¿A donde irían todos? 
Seguí caminando cuando un crugir detrás de mí hizo que me deteniera en seco.

- ¡Que parte de no salga no entendiste! - la voz de Jacob aunque firme casi como un regaño nuevamente me relajo.

- Lo siento no estoy acostumbrada a seguir órdenes en estás ¡situaciones! - dije volviendome hacia él.

- Tenemos que irnos - se acercó tanto a mí que pensé que iba a besarme, pero no, solo me tomo fuerte del brazo.

- ¿Oye que te pasa? - me zafe.

- Me miró fijamente pero sus ojos reflejaban temor. - Nada solo tenemos que irnos.

- ¡Está bien!.

Salimos por la puerta trasera que estaba justo en medio de la cocina, el lado sur de la escuela. Cuando salimos dos hombres de avecinaron rápidamente hacia nosotros tanto que no pude distinguirlos; las manos de Jacob de aferraron a mi cintura y sin tiempo de asimilarlo me empezaba a elevar a tal velocidad que no sabía que existía, el aleteo era intenso pero tan suave como una melodía lírica para mis oídos.
En el aire, me acomodo frente a él mentras sus manos seguían rodeando mi cintura puse mis pies encima de los de él y... Estábamos volando.

- Esto es asombroso, Como puedes caminar teniendo alas - dije un asombrada y emocionada.

- Simple gusto, además no nos podemos mostrar en  nuestra verdadera naturaleza entre humanos, lo recuerdas. -dibujo en sus labios una media sonrisa.

- Solté una risita nerviosa - lo olvidé, supongo.

Ese momento exacto sentía esa conexión con él mucho más fuerte que lo habitual desede que lo conocía, me gustaba estar así con él pero a veces me confudia la manera en que reaccionaba a situaciones que eran bastante tontas -suspire- algún día lo entenderé.

- ¿Que sucede? -dijo haciéndome salir de mis vacilaciones.

- Nada ¿Porque?. -di un suspiro largo

- ¿Y Ese suspiro?

Olvidé que estamos tan cerca que hasta podía oír el sonido de su corazón en mi pecho.

- No, solo... -pensaba en una excusa válida y que no sonará tonta- llévame a casa- conseguí decir.

- Está bien, si eso quieres. -respondió y me dió alivio a saber que no quiso hablar más del tema anterior.
 

Había sido un viaje muy silencioso y largo que ya había bajado bastante la velocidad cuando nos desicimos del los dos tipos,  y en aleteo de sus alas me seguía embriagando de tal manera que solo quería escucharlo; veía sus alas moverse de arriba a abajo y era muy tranquilizador cerré mis ojos y deje que el batir de sus alas de apoderará de mi; sentí una de sus manos delizarse hasta mi espalda y apretarme fuerte y el aire de volvió más violento al chocar con mi rostro eso me hizo saber que habíamos aumentando de velocidad, un olor a quemado indundo mi olfato abrí mis ojos por qué la curiosidad me había invadido la mano de Jacob me apretaba más fuerte hacia él, intenté safarme poniendo mis brazos en su pecho para empujarlo pero aún así el era más fuerte.

- ¿Qué pretendes? -dije en medio del forcejeo.

- Solo quédate quieta quieres.

- Claro que no! - lo dije con tanta fuerza y que al mismo tiempo lo empuje.

Me liberé de su brazo y caí al vacío de inmediato reconocí de donde salía el humo era mi.. mi casa.
Entendí porque no quería que mirara en ese momento no me importaba estar cayendo al vacío o quizás morír quería estar allí quería saber algo sobre mi familia. Las lágrimas salieron muestras entraba en pánico rogando para que ellos estuvieran bien.
Caía de espaldas mi cabello me distorsionaba la visa y las lágrimas me la nublaban sentía que algo en mi se están rompiendo solo están en shock.

- ¡Pero por qué hiciste eso! - escuché a lo lejos a Jacob. Pero lo ignore
Sus manos envolvieron nuevamente está vez con menos firmeza pero me guiaron hasta el suelo, cuando me estabilice eche a correr a la casa unos pasos más atrás me perseguía Jacob gritándome algo que no escuchaba ni quería hacerlo.

- ¡No! -grite con tanta furia, sentía mi sangre caliente recorrer mi cuerpo. - ¿Porque ellos?.

Los vecinos y personas que ayudanban o más bien trataban de apagar el fuego rodeaban la casa; al acercarme estos me agarraron por los brazos rogándole que no entrará y gritando. No pretendía hacerles caso pues como pude me zafe de ellos y entre por la puerta principal
Inmediatamente el humo cegó mi vista, tapo mi garganta y me marco la piel de negro por la cenizas que estaban en el aire.
El humo no me impidió ver a mi padre me yacía en el piso solté el grito más desagarrador que pude haber esbozado en mi vida