«Capitulo 14»

No había rastro de Jacob en ningúna parte eso era un alivio.

La habitación de mis padres era la principal me obligué a no entrar mi corazón de encogió de dolor y me detuve unos segundos, salí directo a la habitación de Kate que estaba al fondo disminui el paso la puerta estaba entre abierta pero no se alcanzaba ver nada más que humo que seguía invadiendo mis pulmones y entrecortando mi repiración.
Abrí un poco más la puerta y... Ya sabía lo que encontraría en la habitación.

- Kate... -susurre

Su cuerpo estaba en su escritorio junto con unos planos, su cabello perfecto le cubría la cara.
Ella yacía sentada en su silla y el resto de su cuerpo apoyado boca abajo sobre lo era su mesa.

Tape mi boca para ahogar lo que sería otro grito desgarrador pero la verdad ya no tenía fuerzas para eso.

Me acerqué a ella, le retiré el cabello del rostro sus ojos seguían abierto con las yemas de las dedos y un suave roce los cerré miemtras le susurraba entre lágrimas, y casi en un hilo de voz.
- Perdón... Nunca, quise hacerles esto, yo... Yo los amo. Juro que.. que mataré a quien hizo esto a quien... No pude soltar ninguna palabra más los amo; mis ojos se cerraron suspiré tratando que tomar aire pero ya no podía respirar caí al piso intenté ponerme de pie pero ya no podía me arrastre hasta una esquina de la habitación mi nariz seguía sangrando como una torrente mi mano estaba en carne viva y el ardor no cesaba mi tos aumentaba mi vista se volvió oscura ya no distinguía nada.

Me encontraba sola en este lugar, por mi culpa ellos estaban muertos por protegerme a mi, ellos no tenían nada que ver en esto los exterminadores me querian a mi por que ellos.

Por qué ellos... Por qué ellos -me repetía una y otros vez en mi mente mientras recordaba lo que había sido de ellos. En mi cabeza retumbaban los gritos de las personas.

Minutos después siento como me elevo en el aire y nuevamente los brazos de Jacob me abrazan y me dan la seguridad que necesitaba la tranquilidad del batir de sus alas me alivio un poco el dolor físico. Me estrecho en sus brazos, abrí mis ojos para verle, su rostro preocupado y tiznado sus labios esbozaban una leve sonrisa y susurruraban algo que no lograba oír.

- Gracias -dije en un hilo de voz antes de perder la conciencia.

                                 🖤🖤🖤

Me desperté. La sensación que me provocaba esas sábanas de la cama en donde estaba acostada eran inconfundible, un frío erizo mi piel y  helo mi corazón una presión fuera de sí, subió Por mi garganta me dejó sin habla y mis lágrimas salieron en su lugar, no había sábana que calmara ese frío que era inherente a mis huesos, ahora.... Estaba vacía.

Junte un poco de fuerza para sentarme y apoyar mi espalda a la pared; todo me parecía bohemio, mi vida absurda no sabía porque seguía ahí sola.
El chirrido de la puerta me puso en guardia solo que cuando ví el rostro de Jacob solté un largo  suspiro entre lágrimas, alivio y dolor. Jacob entro en la habitación y se acomodo junto a mí.
Yo, le di la espalda.

- Vete. Quieres dejarme sola por favor.

- No... -dijo muy suave

- ¡No!, Que pasa contigo, -me volví hacía él- un día me tratas bien y al otro te comportas como un completo idiota, no puedes ser amable por una vez. sí, soy conciente de que me salvaste la vida y que por ti estoy aquí pero ¿Y? Ahora no puedo estar sola sé que también está es tu casa pero me harías un gran favor yendote a otro lugar

- No me iré, me necesitas... -suspiro y bajo la mirada, mientras se recostaba a mi lado.

- Lo siento - dije entre lágrimas y apoyando mi cabeza en su pecho. - Yo..yo..

- Shh tranquila, no pasa nada. - me envolvía en sus brazos.

Mi piel seguia helada y su tacto me tranquilizaba, pero aún así estaba antormentada; Nuevamente me quedé dormida pensando que sería de mi de ahora en adelante, en cuál era la importancia de mi vida, o porque no me habían hecho lo mismo a mi.

«Porque quisieron dejarme con vida a mi, que sentido tengo que yo en todo esto, ahora que me quitaron todo. Todo lo que una vez fue mi vida se está derrumbando a trozos exageradamente grandes y a tal rapidez que no puedo arreglarlo todo al mismo tiempo mi torre perfecta... Ya simplemente no existe. Me encuentro sola en este mundo lleno de personas cubiertas un púas esperando herir al más vulnerables a quién sus púas son solo suaves plumas»

- ¡Noo..! -desperte muy agitada. Y me encontraba sola en la habitación.

Segundos después Jacob entra a la habitación muy preocupado.

- ¿Que te sucede? -dice mientras sus ojos me inspeccionan de los pies a la cabeza.

- Nada. -de alguna manera está enfadada con él por irse de la habitación sin avisarme y dejarme sola.

- Ahh.. hice algo para cenar, pues te la pasaste durmiendo hoy y no has comido nada -dice mientras se frota la nuca con su mano.

- No tengo hambre. - volviendome a cubrir con las sábanas.

- Son las Once y no has comido nada desde hace horas, y tampoco te estoy preguntando si quieres de comer. -me mira frunciendo el ceño.

- Me chocas. -resople y asentí.

Vamos, te espero en el comedor.

Al bajar de la cama, sentía todo mi cuerpo pasado tanto que casi y no podía conmigo misma me era imposible avanzar más de dos pasos sin descansar. Logré salír de la habitación caminé unos pocos pasos tome por mi derecha, su apartamento no era tan grande solo bastaba una habitación, y una cocina para él.

Antes de llegar al comedor había un pasillo como de costumbre en todas las vas de este pueblo encuentras y espejo a mitad del pasillo; por lo poco que lo conocía a él tampoco le gustaba redecorar el interior y justo ahí, había un espejo antiguo.

Mis ojos se encontraba rojos e inchandos más de lo que alguna vez los había tenido, unas ojeras que hacían ver a legua que había tenía una terrible semana,  Los huesos de mi cuello estaban más marcados de lo habitual Mi labio un poco morado debido al golpe y en mi cabeza aún retumbaban golpes...